Redacción El País
"¿Acá se puede firmar?”, pregunta un hombre al acercarse a la ventana de uno de los puntos de información y recolección de firmas para realizar un plebiscito que modifique la normativa vinculada a las deudas. Adentro, una mujer se para rápidamente para abrirle la puerta de la sede del Instituto Melchora Cuenca, de Cabildo Abierto, que tiene en su fachada una bandera de la campaña. Alrededor de una mesa que tiene a modo de mantel una bandera a favor del plebiscito, los militantes explican de qué se trata la iniciativa que quieren llevar adelante.
“Imaginate que tomaste un préstamo, después no lo podés pagar por diferentes motivos y terminás en el Clearing”, comenta la mujer que te recibe en el Instituto Melchora Cuenca al querer evacuar dudas sobre el plebiscito. Realiza un mayor hincapié en una de las dos patas de la campaña: que las deudas contraídas hasta ahora podrán ser canceladas si se paga el monto del préstamo más una tasa efectiva anual del 4%.
“La persona va a poder ir a la financiera a la que le pidió crédito para poder regularizar su situación”, indica haciendo énfasis en que hay personas que terminan endeudados por diversos problemas como lo pueden ser, dice, el desempleo o una enfermedad. Se refiere, entonces, a la posibilidad que quiere darle Cabildo Abierto a quienes se hayan endeudado por menos de 200.000 unidades indexadas, que son poco más de $ 1 millón o US$ 30.000, y que hayan pedido el dinero antes del 18 de julio de 2023.
Cabildo Abierto -a pesar de que consiguió adeptos de otros partidos políticos y de organizaciones sociales para que lo acompañen- es quien lleva adelante la campaña para la recolección de firmas. Esto lo dejan bien en claro en el Instituto Melchora Cuenca. La mujer que hace minutos abrió la puerta del local, señala con el dedo los colores de la bandera de la campaña a favor del plebiscito, en referencia a que son verde y negro a diferencia del mostaza y el bordó de la bandera cabildante. “Y nadie te va a preguntar a quién votás cuando vas a firmar”, añade.
Algo similar respondieron en un punto de recolección de firmas ubicado sobre la calle Tacuarembó. Al fondo de una gran habitación, una mujer abrigada por el frío invierno, espera las rúbricas sentada detrás de una mesa con folletería y de las hojas que tienen como destino final la Corte Electoral. “Si después la firmás, traela por favor”, indica al entregar una de ellas. Algunas personas paran en el punto por curiosidad y se les informa sobre la iniciativa, otras van decididas.
“Hasta ahora tenemos una cantidad importante de firmas pero todavía no alcanzamos (la meta). Uno quiere que sea ya”, señala sobre la campaña que se lanzó el martes. El objetivo es conseguir 270.000 firmas antes del 27 de abril de 2024.
La otra parte de la iniciativa, la que no refiere a las deudas ya contraídas, marca fijar un tope para las tasas de interés que sea establecido por una ley con mayorías especiales. Ese máximo -dice el folleto que entregan en los puntos de recolección- aplicará a préstamos, multas y recargos “por atrasos aplicados a tarifas y servicios públicos y privados”.
Las personas que ponen la cara para la recolección de firmas reciben una capacitación. El coordinador de la campaña, Enrique Montagno, explicó a El País que el mecanismo que comenzarán a implementar es darles un instructivo a los voluntarios que se acercan sobre cómo se rellenan los formularios, de cómo comunicarse y qué hacer para enviar la información hacia las bases de la organización. Tienen un registro donde cada carpeta tiene un número unido a una persona.
Quien está tras la mesa en el centro de la calle Tacuarembó se indigna por el acoso del que son víctimas deudores por parte de los prestamistas que quieren cobrar el dinero que otorgaron: “Te llaman diciendo que te van a sacar la casa, el auto, todo”. Y aclara: “Nadie dice que no se paguen las deudas, pero, si nos dan $ 30, devolver $ 34 o a reventar $ 40, pero no $ 120.000”.
Mueven la militancia en todo el territorio
Cabildo Abierto también evalúa cruzar la orilla para poder traer adeptos del país vecino. Y es que en los últimos días, desde que lanzaron el martes pasado la campaña, recibieron llamadas de personas que querían unirse desde Argentina, indicó Montagno a El País. Así como también los contactaron desde Estados Unidos para conocer cómo es el mecanismo para firmar -añadió el cabildante- a quienes se les informó cómo participar.
A nivel nacional, el sábado y domingo estuvieron de manera activa con la campaña en 137 lugares, entre capitales y ciudades más chicas a lo largo del territorio, añadió en diálogo con El País. Aún no tienen un conteo de la cantidad de firmas que consiguieron, incluso después de un movido fin de semana. Montagno contó que marcaron como fechas los días 10, 20 y 30 de cada mes para trazar una línea y conocer el número de rúbricas.
Una de las dirigentes del partido que se mueve con la recolección de firmas es la diputada Elsa Capillera. A sus militantes, de su agrupación Purificación, les dijo en un documento que envió: “Ustedes, los referentes que van a salir a buscar las firmas son fundamentales para que esto se haga posible. Les agradezco en primer lugar por ponerse esta causa al hombro como decimos normalmente y por poner a disposición todo su tiempo y su energía en la Deuda Justa”. Y añadió: “Sé que esta vez no va a ser diferente y que gracias a ustedes una vez más, vamos a llegar”.