"DEBERÍA ESTAR AL BORDE DEL CESE"
En Cabildo Abierto creen que el jerarca ya debería estar “al borde del cese”.
En otro momento los cuestionamientos que ha recibido públicamente el canciller Francisco Bustillo tendrían otra resonancia. De eso no caben dudas tanto en la coalición de gobierno como en el Frente Amplio. Todo el espectro político coincide en que la campaña por el referéndum que pondrá a consideración 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) suscita toda la energía y atención, en el caso de la oposición, y en el oficialismo a eso se le agrega la necesidad de mantener la unidad hasta el la consulta popular del 27 de marzo.
Como es un recurso frecuente, políticos de todos los partidos recurren a la ya trillada imagen de un jugador de fútbol que ya recibió “varias tarjetas amarillas” -más de dos, que es lo que señala el reglamento de ese deporte-, que ameritarían una expulsión, pero también señalan que por el contexto y la “especial” relación que une al secretario de Estado con el presidente Luis Lacalle Pou, Bustillo se mantiene en el cargo.
“Si no fuera por el referéndum, Bustillo ya no sería ministro”, se limitó a opinar por ejemplo el senador frenteamplista Daniel Caggiani, que días atrás fue el legislador que convocó al Parlamento al canciller para que diera explicaciones sobre algunas decisiones tomadas en política exterior -particularmente sobre Mercosur y las negociaciones con China para un tratado de libre comercio-, instancia en la que llamó a Bustillo “ministro sin cartera”.
Es que desde que asumió Bustillo en julio de 2020, el ministro acumuló más de un episodio incómodo que puso en aprietos a la Torre Ejecutiva, y que en algunos casos fue capitalizado por la oposición, que hoy ya entiende que se trata de “un ministro débil”, al decir del senador del Frente Amplio Enrique Rubio.
Primero fueron los pasos en falsos dados en organismos multilaterales -en setiembre de 2020 al acompañar una condena a Israel en la ONU, y hace bien poco al no acompañar en una primera instancia una resolución de la OEA condenando la invasión de Rusia a Ucrania-, y ahora su nombre volvió a titulares de prensa por situaciones que sugieren irregularidades en la Cancillería.
Ayer jueves El Observador informó que el canciller se trasladó en auto oficial del ministerio al menos en 22 ocasiones desde el Palacio Santos hasta Punta del Este durante el verano, con el consiguiente pago de viáticos a su chofer; y el semanario Búsqueda, en tanto, que el Ministerio de Relaciones Exteriores expidió en enero un pasaporte a un peligroso narcotraficante uruguayo, cuando se encontraba detenido en Dubai por tener justamente documentación falsa.
Sin embargo, todo esto no produjo demasiado ruido en el gobierno. “Ahora no hay que hacer olas, estamos en un momento muy especial”, sintetizó un legislador del Partido Colorado.
Porque además del momento y del respaldo del presidente -que ayer aseguró en rueda de prensa que iba a “hablar” con Bustillo sobre los últimos temas- también hay varios convencidos de que el ministro es víctima de una campaña en su contra. Así lo cree el senador Guillermo Domenech, presidente de Cabildo Abierto.
“Es la impresión que nos da. La Cancillería es un ministerio muy competitivo y muy despiadado”, afirmó Domenech, pese a lo cual dijo que igualmente esperaba una explicación de Bustillo, al menos respecto al uso del auto oficial para viajes personales a Punta del Este, lo que le parece algo “muy censurable”.
“Si es realmente así como se informó, debería estar al borde del cese”, evaluó en ese sentido Domenech. Y aventuró: “Si fuera mi caso, por más excelente relación que yo pueda tener con el senador Guido Manini Ríos, esto sería algo que no se me toleraría”, señaló en referencia a la relación de Bustillo con el presidente Lacalle Pou.
En el Partido Nacional, mientras tanto, hay convicción de que a Bustillo “no le sale una bien”, pero que es claro que “salvo que explote una bomba, no va a haber ningún cambio en el gabinete hasta el 27 de marzo”.
“No hay ambiente” para cambiar al canciller
En el gobierno ayer reinaba el silencio. El presidente Luis Lacalle Pou viajó a Chile, acompañado del canciller Francisco Bustillo, para despedir al mandatario saliente de ese país, Sebastián Piñera, y asistir a la asunción de Gabriel Boric. En tanto, fuentes de gobierno señalaron a El País que “hoy no hay ambiente” como para cesar al ministro de Relaciones Exteriores, y que pese a que se entiende que ha cometido “algunos errores”, al menos de manera inmediata no se esperan consecuencias. De todos modos, todos sostienen que “el único que tiene la llave” en cuanto a lo que pueda suceder con esta situación es Lacalle Pou, que recientemente ha respaldado al ministro. Días atrás Bustillo puso su cargo a disposición del presidente, luego de no respaldar una sanción de la OEA contra el gobierno ruso en medio de la invasión a Ucrania. Después, en entrevista con Telemundo (Canal 12), Lacalle Pou señaló que no se le pasó por la cabeza pedirle que dejara el cargo.
Analizan convocatoria y denuncia a la Jutep
En el Frente Amplio las críticas al ministro Francisco Bustillo no fueron el principal tema de preocupación en las últimas horas, en parte porque el Parlamento no funciona con su ritmo normal, producto, también, de la campaña y recorrida que hacen por todo el país los legisladores de todos los partidos.
No obstante, la oposición evalúa de todas formas algunos pasos a seguir respecto al canciller y las irregularidades que se le señalan.
El senador Enrique Rubio entiende, al igual que varios dirigentes del oficialismo, que Bustillo es víctima de “una interna dura” en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en donde predomina “el serrucho”. Por eso dijo que su partido debería tener cuidado de “subirse” sin más “a rencillas políticas de otras características o a pases de facturas que tengan que ver con la Cancillería u otros organismos”.
Más allá de eso -continuó Rubio- “nadie puede justificar que viaje en auto oficial”. Y añadió que tampoco puede olvidarse lo “muy mal parado” que quedó Bustillo en el concierto internacional cuando el presidente Luis Lacalle Pou debió intervenir para corregir la decisión de Uruguay de no acompañar una resolución dura y condenatoria contra Rusia por su invasión a Ucrania en la OEA.
Pero en cuanto al último episodio, dijo que “son cosas que generalmente tienen un eco y una trascendencia parlamentaria, pero por la reducción drástica de la actividad debido a la campaña no hay muchos espacios para plantearlos”.
No obstante, el senador cree que es un asunto que deberá ser abordado por la bancada del Frente Amplio, y que el próximo paso debería ser una “convocatoria” del canciller para que dé explicaciones sobre sus viajes a Punta del Este y por expedir un pasaporte a un narcotraficante.
Como sea, Rubio también da por sentado que Bustillo “es un ministro débil”, al igual que otros integrantes del gabinete, “como el ministro del Interior, Luis Alberto Heber”.
El senador Daniel Caggiani, por su parte, afirmó que “no se descarta” plantear lo de los viajes al este ante la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), y que, como dijo Rubio, todo probablemente sea analizado en la reunión de bancada que mantendrá el Frente Amplio en los próximos días.