Canelones siempre ha sido mirado con atención por todo el sistema político uruguayo, por aquello de quequien gana en este departamento gana también la elección nacional -lema que en los hechos no siempre se cumplió pero que igualmente integra el manual de frases hechas de todo dirigente canario.
Pero en este período de gobierno, Canelones ha constituido una especial preocupación de los dirigentes de la coalición de gobierno y, sobre todo, del Partido Nacional, porque por un lado ven una chance política de ganar la intendencia en 2025 -ya sin el precandidato a presidente Yamandú Orsi en carrera-, y por otro el desafío de vencer en un departamento habitualmente esquivo para los nacionalistas -y para el resto de sus socios.
Este análisis ha estado presente en los últimos días entre los diputados blancos que apoyan al precandidato Álvaro Delgado, incluso en conversaciones mantenidas dentro de la sede de campaña del sector “Uruguay para Adelante”, ubicada en Bulevar Artigas.
La preocupación de algunos dirigentes de este departamento apunta a que el “conocimiento” que tienen de Delgado los canarios, si bien es considerado “bueno” dentro del comando del precandidato, no está en los niveles óptimos.
Sobre todo porque, de acuerdo a mediciones e informes de opinión pública que manejan algunos blancos consultados para esta nota -que apoyan tanto a Delgado como a la precandidata Laura Raffo-, la figura del exsecretario de la Presidencia es menos conocida que dirigentes políticos de primera línea. Antes que él están, por ejemplo, el intendente Orsi -hoy favorito a ganar la interna del Frente Amplio-, el expresidente José Mujica y el actual mandatario Luis Lacalle Pou, entre otros, según indicaron a El País fuentes parlamentarias.
Complejidades
Son más, sin embargo, los desafíos que en este año electoral tienen los blancos en Canelones, departamento que en el comando de Delgado consideran “clave”.
Para empezar, porque disputar Canelones implica desafiar un ya histórico bastión electoral frenteamplista -junto con Montevideo-, además de que se trata del segundo departamento más poblado luego de la capital, con más de 30 municipios y otro tanto de localidades.
Y para seguir porque, debido justamente a esa dimensión geográfica, hay una “dispersión muy grande de dirigentes”, como sostuvo otro de los dirigentes blancos consultados, que agregó: “Al haber muchas localidades no hay liderazgos fuertes sino muchas comarcas. Y eso genera falta de tracción porque se depende de que todo el aparato militante se mueva”.
Es en este sentido que, por su parte, el senador Amin Niffouri también señaló a El País que es importante el trabajo fuerte a nivel de la “militancia” en esta zona, y no tanto el aporte que pueda hacer Delgado desde su posición como precandidato.
Sea como fuere, Delgado y su equipo están terminando de delinear la agenda de las visitas que se harán próximamente en Canelones. Un concepto ya definido es que el precandidato -distanciado en las encuestas de quien lo sigue, que es la economista Laura Raffo- visite al menos todas las semanas una localidad o pueblo de este departamento y al otro día otro punto de Montevideo.
La sensación entre los blancos, en definitiva, y especialmente entre los referentes de este departamento, es que el partido tiene la “oportunidad” de votar mejor que en 2019, cuando la colectividad logró la representación de cuatro diputados: Sebastián Andújar, Alfonso Lereté, Javier Radiccioni y Álvaro Dastugue.
“Creo que el gobierno ha hecho mucho por el departamento y que si trabajamos y mostramos eso podemos llegar a tener cinco diputados”, sintetizó Niffouri.
“Llegamos a todos los rincones del país”
En plena gira por el interior del país, Álvaro Delgado insistió con un concepto que ha sido frecuente en los primeros discursos de campaña, desde que salió a recorrer el territorio nacional a mediados de enero: la “descentralización”. Porque, de acuerdo a su visión como exjerarca del gobierno de Luis Lacalle Pou, en esta administración nacionalista hubo otra mirada y atención con las demandas del interior.
“Llegamos a todos los rincones del país con un concepto de descentralización que a mí me gusta, que es el de la igualdad de oportunidades”, dijo Delgado ayer desde la localidad de Cufré, en el departamento de Colonia.
“En todos los estamentos del Estado hemos tenido ese objetivo: que vivas donde vivas, en el lugar más alejado de la capital, puedas tener igualdad de condiciones e igualdad de oportunidades”, agregó el precandidato, que pasó a criticar, aunque indirectamente, a los anteriores gobiernos del Frente Amplio.
“Hay que entender y querer para después poder establecer políticas públicas -dijo Delgado en este sentido-, de acuerdo a lo que la gente necesita y no de acuerdo a lo que se planifica en los escritorios de Montevideo, porque así terminan con grandes inversiones que no tienen retorno porque no tienen sustento social”.
Y concluyó: “Nadie está inventando nada; es tener la humildad de saber escuchar a la gente”.
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