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Causas “rápidas” y “quietas”: la Fiscalía en la mira tras las críticas de Lacalle Pou

Los fiscales de Flagrancia tienen, en promedio, 700 casos en lista de espera; el intercambio de Whatsapp de Pablo Iturralde a Gustavo Penadés reabrió la polémica.

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Fiscalia General de la Nacion
La fiscal subrrogante Mónica Ferrero prepara la instalación de una cuarta Fiscalía de Homicidios.
Foto: Leonardo Mainé

"Hay causas que van a 180 kilómetros por hora y otras o no van o están quietas. Voy a decir una para que no diga que es al voleo: (Rocco) Morabito. ¿Hace cuánto que se escapó por la puerta de la cárcel y todavía no sabemos nada?”.

El reclamo no es nuevo, porque ha estado en la conversación pública impulsado por la coalición de gobierno en más de una oportunidad, pero esta vez el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, decidió expresarlo con una claridad inusual. La queja oficialista es que algunos casos que investiga la Fiscalía tienen resultados concretos -con las consecuencias políticas que eso genera en esta sociedad y con este nuevo Código del Proceso Penal (CPP), que es público y hace visible los procesos judiciales y las partes claves de las investigaciones- y otros no, o se demoran, o se diluyen sus efectos mediáticos, o el actual oficialismo no puede cobrarle cuentas a la actual oposición, como el mandatario sugirió que ocurre, por ejemplo, con la causa que indaga qué ocurrió en el invierno de 2019, cuando el famoso mafioso se fue caminando de Cárcel Central y Eduardo Bonomi puso su cargo a disposición.

La respuesta de Lacalle Pou fue en un contexto determinado, y en un momento en que la agenda estaba puntualmente detenida en la renuncia de Pablo Iturralde como presidente del directorio del Partido Nacional, luego de que se conociera una conversación que había tenido con Gustavo Penadés en marzo de 2023, cuando el exsenador recién había sido denunciado por abuso sexual por Romina Papasso, y en ese intercambio se insinuaba que el entonces presidente nacionalista buscaba incidir en la designación de la fiscal que asumiría en este caso.

Esto llevó a inmediatas criticas del Frente Amplio, y a una respuesta de Lacalle Pou, que también incluyó: “Yo no quiero que todas (las causas) vayan lentas. Lo mejor, para que la gente tenga Justicia, es que vayan lo más rápido posible”. El juicio, en tiempos electorales, hoy no es necesariamente unánime dentro del Partido Nacional. De hecho, y por poner un caso, el precandidato a presidente Jorge Gandini dijo en entrevista con El País que no tenía hoy “la misma opinión” que la del mandatario y otros “colegas” blancos.

Inauguracion de terminal de Grupo Navios
Luis Lacalle Pou, presidente de la República.
Foto: Darwin Borrelli

“Hay muchos buenos fiscales y la Fiscalía tiene problemas intrínsecos a la gestión que le hemos encomendado y al marco que le hemos dado. Y además vamos aprendiendo con la práctica: nos pidieron US$ 80 millones para instrumentar el cambio que legalmente establecimos. Le dijimos que no y les dimos US$ 10 millones. Eso quiere decir menos fiscales de los necesarios, menos capacitación, menos asistentes, menos adjuntos, menos administrativos, menos fiscalías”, dijo Gandini. Y agregó: “Después, hay tendencias (políticas), sí, pero tampoco dramatizo eso”.

Sin embargo, es extendida la opinión en el oficialismo de que no solo la causa de Morabito no ha registrado avances; hay otras, como la que indaga las irregularidades cometidas en el Hospital Policial que tampoco ha tenido novedades, o varias denuncias que ha presentado el Ministerio de Desarrollo Social durante la gestión de Martín Lema -contra la coordinadora de ollas por mal manejo de los alimento o por maltratos en el Sistema de Cuidados identificados al asumir- que tuvieron igual destino: escaso o nulos avances. Mientras que en otras -favorables a la oposición- como el caso Marset o Penadés, si bien están en trámites, la opinión pública ya ha conocido o detalles de la causa o hacia dónde apunta la indagatoria.

El trabajo

La fiscal de Corte subrogante Mónica Ferrero actualmente tiene una agenda de trabajo completa, “casi sin respiro”, señalaron allegados a la jerarca. En estos días, el Ministerio Público está próximo a instalar la cuarta Fiscalía de Homicidios con conversión de recursos propios, una resolución tomada este año por Juan Gómez -de licencia médica- a principios de año, para canalizar la alta demanda de investigación de asesinatos que tiene el organismo.

Pero la demanda es alta en todas las Fiscalías, aunque este problema ha estado presente prácticamente desde noviembre de 2017, que fue cuando entró en vigencia el nuevo CPP.

Actualmente, las Fiscalías de Flagrancia tienen un promedio de 700 casos en lista de espera, según indicaron a El País fuentes del Departamento de Políticas Públicas de este servicio descentralizado. Y en las Fiscalías de Delitos Económicos, por poner otro caso, el número varía según las oficinas, pero en la que está a cargo de Alejandro Machado, por ejemplo, la cifra suele estar por arriba de 1.600, y esto hace que causas de peso político no puedan ser todo lo priorizadas como querría su equipo. Esto, a juzgar por el presidente del gremio de fiscales, Willian Rosa, es excesivo y no tiene otra solución que el apoyo con recursos.

Para buena parte de los socios de la coalición hoy incide mucho la politización de los funcionarios -lo que Rosa niega. También ven como un problema que la Fiscalía esté en manos de una sola persona, cuando podría ser dirigida por un triunvirato -iniciativa que se debate en el Parlamento.

Rocco Morabito fue detenido en Uruguay. Foto: Polizia di Stato.
MAGISTRADOS

Gremio cuestiona negativa a crear Fiscalía Anticorrupción

Para el presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay, Willian Rosa, no tienen cabida las acusaciones que apuntan a que determinados colegas suyos actúan en función de un interés político. “Es algo que se cae por su propio peso. Son muchas veces funcionarios que tienen 30 años de servicio. ¿Quién estaría dispuesto a tirar al piso su carrera?”, preguntó Rosa, fiscal adscripto de Flagrancia.

En alusión al caso del mafioso Rocco Morabito, causa que desconoce, aseguró que, como todo caso de corrupción tiene una complejidad inherente, y que el paso de tiempo conspira contra su esclarecimiento. “Hay un montón de factores que están en juego, y probablemente lo mismo ocurra en otros países y tampoco se encuentre nada”, afirmó.

Luego, apuntando a Luis Lacalle Pou, rechazó que se opine sin saber, y que el gobierno haya negado la creación de una nueva fiscalía dedicada a la corrupción.

“Si el presidente está interesado debería averiguar qué elementos hay en esa investigación o qué evidencias se han recolectado. Porque él y el sistema político luego impidieron que se creara una Fiscalía dedicada a atender casos de corrupción como este”, reclamó Rosa.

Antel Arena
Antel Arena.
Foto: Estefanía Leal

JUSTICIA

Principales causas de peso político

Rocco Morabito

Este caso copó los titulares de prensa en junio de 2019, cuando el mafioso se escapó caminando de la cárcel. El caso fue tomado por el fiscal Ricardo Lackner, quien tuvo la causa hasta enero de 2023, cuando fue derivada a una unidad especializada en ciberdelincuencia. Todo lo que logró fue la imputación de un policía de la Guardia Republicana, que la actual fiscal de esta indagatoria, Silvia Porteiro, sobreseyó.

Charles Carrera

Tras el trabajo de una comisión investigadora en el Parlamento, el Senado elevó en octubre a la Fiscalía las irregularidades encontradas en el uso que le dieron los jerarcas de los gobiernos anteriores al Hospital Policial. La fiscal también es Porteiro y no han habido novedades, aunque fuentes del caso indicaron que podría haberlas en el corto plazo.

Antel Arena

Tras un primer dictamen de Alejandro Machado conocido semanas atrás, el fiscal no encontró delito en el proceso de constricción del Antel Arena, pese a eventuales irregularidades administrativas. El gobierno pidió la revisión del caso, y ahora es el fiscal Enrique Rodríguez quien analiza la misma evidencia.

Pasaporte de Marset

El fiscal Machado también investiga si hubo delito en la entrega de un pasaporte a Sebastián Marset en octubre de 2022, mientras el narco se encontraba detenido en Dubái, y si el gobierno intentó ocultar información sobre este proceso destruyendo un documento público.

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