PARLAMENTO
Vega pidió ser recibido ayer por la bancada de parlamentarios del partido que lidera Manini Ríos, en donde entiende que hay disposición a acompañar su iniciativa.
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El diputado César Vega, único representante del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) en el Parlamento, salió a buscar apoyo político de otros partidos para impulsar una comisión investigadora sobre los efectos de las vacunas contra el coronavirus que suministra el Estado uruguayo.
Vega pidió ser recibido ayer por la bancada de parlamentarios de Cabildo Abierto, en donde entiende que hay disposición a acompañar su iniciativa. El partido que lidera el senador Guido Manini Ríos, y que forma parte de la coalición de gobierno, tiene varios legisladores que han optado por no inocularse contra el COVID-19 por decisión personal, en el entendido de que las vacunas no son del todo seguras.
En el final de la reunión con Cabildo, Vega argumentó su propuesta. Según comentaron participantes de la reunión a El País, el diputado sostuvo que “ya en el propio ambulatorio del Parlamento hay varios funcionarios a los que se les pegan metales a la piel”.
El legislador, que es uno de los principales militantes políticos “antivacunas”, sostuvo que es necesario impulsar una comisión investigadora para tratar el tema “con seriedad y profundidad”, para evitar que se sigan “propagando los efectos adversos” de la vacuna “del imperio” en el Uruguay. Vega hizo referencia a que los procesos de “imantación” que se están observando según él en la sociedad, y del que el Palacio Legislativo no es ajeno, se deben íntegramente al proceso “acelerado de vacunación” con las dosis del laboratorio Pfizer.
El senador Manini Ríos tomó nota del tema, y como la reunión de bancada ya tenía hora de finalización, le informó que el asunto quedaría para tratar el jueves 16 en una nueva reunión. El tema será el número uno del orden del día para esa instancia, informaron al PERI desde Cabildo Abierto.
No vacunados.
La decisión de Vega de solicitar apoyo en el partido de Manini Ríos no es arbitraria ni aleatoria. El diputado mantiene conversaciones sobre el tema que le preocupa con varios de sus legisladores, con los que tiene coincidencias y dudas sobre las vacunas suministradas.
En concreto, la diputada y actual vicepresidenta de la Cámara de Representantes, Elsa Capillera, el representante de Tacuarembó Rafael Menéndez, y el diputado por Salto Rodrigo Albernaz, tomaron la decisión personal de no vacunarse contra el COVID-19.
Al ser consultada por El País, Capillera dijo que, más allá del planteo de la “imantación”, la propuesta de la investigadora fue “bien recibida” ya que es un tema de especial seriedad para la salud de los ciudadanos.
“En sí no nos parece mal la idea. Es la posición que tenemos algunos compañeros (de partido) y vamos a analizar cómo se dan las cosas. Tiene que ser un análisis profundo, científico y serio”, comentó la diputada de Cabildo Abierto.
Sobre su decisión personal de no vacunarse contra el coronavirus, Capillera argumentó que en parte se debe a razones religiosas.
“Yo por mi fe cristiana soy de inmunidad natural. A no ser la de la vacuna antitetánica, no tengo otras vacunas. Tampoco tomo medicación alguna. Tengo un cuidado personal de la salud”, comentó la vicepresidenta de la Cámara de Representantes.
“Falta información sobre el tema. Cabildo tiene un lugar protagónico en el gobierno por estar en el MSP y es una responsabilidad que no vamos a evadir”, dijo por su parte Albernaz. “Apoyamos esa instancia, que no puede ser de comisión investigadora porque no habría delito, pero sí comisión asesora”.
“Yo no soy antivacunas. Soy conocedor de la historia y sabemos el antes y el después de lo que han sido para la sociedad moderna las vacunas. Ahora, no por eso todas las vacunas son implícitamente buenas. Y más una vacuna con procedimiento nuevo, sobre lo cual falta mucha información”, explicó Albernaz. Y agregó: “En base a que la vacuna no es obligatoria y que no están aprobadas todas las etapas que tienen que ser, yo me tomo la libertad para no vacunarme”.
En julio, Vega llevó al Parlamento a dos mujeres que mostraron que se les pegaban metales en su cuerpo y planteó que podía deberse a la vacuna anticovid. En esa oportunidad pidió “suspender la campaña de vacunación y hacer análisis de verificación teórica en base a un montón de argumentos” que está dispuesto a brindar en una “discusión científica”.
Entre los científicos, sin embargo, hay consenso de que la postura del diputado no tiene asidero alguno.
El 1 de agosto Vega admitió en Santo y Seña que las dos mujeres no habían recibido la vacuna. Dijo, en tanto, que el proceso de imantación de monedas, tenedores y llaves se debe a los químicos que se utilizan en las plantaciones de alimentos en el país. “No hay pruebas de que la vacunación te esté haciendo bien”, dijo entonces, y ayer con los cabildantes recordó esa exposición.
“Ahora tiene que hablar el ministerio, no yo”, dijo argumentando la necesidad de la investigadora.