Prof. Dr. Christian Adel Mirza (Diputado por el FA)
El pasado domingo 12 de enero de 2024, la nota editorial de este periódico señalaba: “¿el vínculo con la comunidad judía será el mismo…o el antisemitismo que impulsan, entre otros, Christian Mirza, con odio y violencia”.
¿Quiénes destilan odio? ¿Quiénes producen sistemáticamente y de manera planificada la violencia y la muerte en Gaza, Cisjordania y el Líbano? ¿Quiénes son los que atacan con total impunidad los Cascos Azules de la ONU? Nadie debería permanecer callado en un contexto dramático para el pueblo palestino que viene siendo masacrado por el Estado de Israel, dejando decenas de miles de asesinados, heridos, desaparecidos bajo los escombros, entre los cuales miles de niños y niñas; a lo que se agrega la destrucción masiva de hospitales, escuelas, universidades y barrios enteros. Nadie debería permanecer callado, porque la causa palestina es la causa de la humanidad toda.
¿Cuál es el objetivo al catalogarme como antisemita e impulsor de odio y violencia? En rigor, de manera infundada se ataca a un solo legislador con nombre y apellido de manera insidiosa, denostándome y estigmatizándome sin fundamentos. ¿Acaso se pretende deslegitimar mi voz?
En este escenario resulta inadmisible aceptar las acusaciones de antisemitismo, por ser una muletilla, un argumento insostenible y absurdo cuando se trata de confrontaciones de un Estado contra un pueblo de “raíz semítica”. No tengo espacio aquí para desarrollarlo conceptualmente, pero es preciso impugnar esta línea argumental engañosa y sin sustento, cuyo único fin apunta a cancelar las voces que se alzan en defensa de los derechos humanos del pueblo palestino.
Por otra parte, en noviembre del 2024, una declaración de la Corte Penal Internacional sentenció de manera contundente a quienes cometen crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como la Corte Internacional de Justicia investiga acusaciones de varias naciones por cometer genocidio. Ambos organismos son reconocidos sin lugar a sospechas por el ordenamiento jurídico a nivel mundial. ¿Son sus portavoces también antisemitas?
Hace más de cuarenta años que junto a centenares de uruguayos y uruguayas defiendo el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino; nadie me hará retroceder un milímetro.
Solo un auténtico proceso de negociación que culmine reconociendo y garantizando los derechos del pueblo palestino en toda su plenitud, el fin del genocidio en curso, la retirada completa de los territorios ocupados y el respeto irrestricto a los derechos humanos cercenados, podrá conducir a una paz justa y duradera para todos. Se lo merecen dos pueblos hermanos.