LA PANDEMIA DEL COVID-19
La mayor preocupación que despierta la variante del nuevo coronavirus es la posibilidad de que las vacunas creadas hasta ahora no sirvan para combatirla.
Tal como sucedió con la variante p.1 y luego con la Delta, a pesar de que la pandemia del COVID-19 está en las vísperas de su segundo aniversario, Uruguay enfrenta una nueva amenaza sanitaria y esta vez se llama Ómicron. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya indicó que la nueva variante del virus representa un riesgo “muy alto” y, a partir de esto, decenas de países están cerrando sus fronteras y reforzando medidas, ¿qué pasará en Uruguay?
Por el momento, tanto en lo local como en lo internacional, son más las preguntas que las respuestas acerca de Ómicron. Lo que sí se sabe es que la cepa está desplazando a la Delta, que hasta el momento era la más contagiosa.
En total, son 50 las mutaciones en el virus que presenta la nueva variante y, de esas, 32 se encuentran en la proteína Spike, que es la que atacan principalmente las vacunas. Más allá de los tecnicismos, el punto está en que ni la Delta ni la p.1 presentan más de 15 mutaciones en total con respecto a la forma original del virus que se halló a fines del 2019 en Wuhan, China, por lo tanto, para los expertos, Ómicron pone en jaque al mundo una vez más.
“Desde lo genético es muy llamativo la acumulación de mutaciones que tiene, porque lo esperable es que la evolución sea más gradual y no se vean escalones tan grandes de diferencias entre cepas. Hasta ahora, todas las variantes tenían una acumulación gradual de estos cambios, pero ninguna significa un salto tan grande como Ómicron”, dijo a El País el director del laboratorio de Genómica Microbiana del Instituto Pasteur, Gregorio Iraola.
El salto de escalón tan abrupto, según la inmunóloga Lucía Vanrell, posiblemente indique que “haya muchas otras variantes en el medio que se escaparon y aún no fueron detectadas”. A pesar de que no se sabe con exactitud qué efectividad lograrán las vacunas contra la nueva variante, “por la cantidad de mutaciones es esperable que no funcionen igual de bien”, indicó Vanrell.
En el caso de la variante Delta, los estudios de la vacuna de Pfizer indicaron que, a pesar de que esta bajaba un poco su capacidad de prevenir el contagio, seguía teniendo un efecto de protección. Ahora, por la cantidad de mutaciones que supone Ómicron, no se sabe con exactitud si esa vacuna seguirá protegiendo de igual forma a quienes la recibieron.
En Uruguay, la mayor parte de la población recibió la vacuna de Sinovac y, el resto se vacunó con Pfizer. Además, quienes recibieron el esquema inicial con la vacuna china tienen la posibilidad de darse una dosis de refuerzo con Pfizer. “Lo cierto es que Uruguay está un poco jugado a lo que pase con la Pfizer, que hasta ahora viene respondiendo muy bien a otras variantes, pero tarde o temprano la nueva cepa va a llegar aquí”, sostuvo Iraola.
¿Marcha atrás?
Debido a su capacidad de transmisibilidad, la variante ya se detectó en varios países, entre ellos Brasil, y los científicos locales señalan que es “esperable” que Ómicron ingrese también a Uruguay.
Esto, señalan, podría acelerarse debido a que el país hoy tiene las fronteras abiertas a todos los extranjeros que cuenten con el esquema inicial de vacunación contra el COVID-19 y se espera que la temporada turística se asemeje a los años prepandémicos.
Consultado al respecto por El País, el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, destacó que “Uruguay no tiene vuelos directos con ningún país africano” y, por lo tanto, “en el caso de que ingrese la variante será de forma indirecta” y eso “opera como un tamiz”.
Monzeglio llamó a “no alarmarse” y además agregó: “En este momento a nadie en sus sano juicio se le ocurriría cerrar Uruguay, sobre todo por tener a casi el 80% de la población vacunada y determinadas exigencias al momento de ingresar. Reitero: no se está pensando en cerrar por el momento, pero a futuro no sabemos lo que pueda pasar”.
Por su parte, el catedrático en infectología Henry Albornoz dijo a El País que debido a que “no se conoce el comportamiento” de la variante, “no amerita cerrar las fronteras”. “Habrá una eventual llegada a poblaciones que hayan perdido la inmunidad o no hayan sido inmunizadas. En ese sentido Uruguay está bien posicionado, pero para eso es clave la tercera dosis, porque la buena posición cambia a medida de que pasa el tiempo y la inmunidad va disminuyendo”, explicó Albornoz.
A pesar de que aún se desconoce el efecto de la vacunación hacia Ómicron, reforzar la inmunidad con una dosis adicional “seguramente ayude de alguna manera”, destacó Vanrell e hizo referencia a que en Uruguay se constató que los anticuerpos aumentan hasta 20 veces más después del refuerzo con Pfizer.
El problema de fondo.
Según Iraola, la aparición de variantes de preocupación del COVID-19 habla de un “problema de fondo y a largo plazo a nivel de salud pública mundial” referido al acceso a la vacunación en algunos países.
“Las variantes se crean gracias a las personas no vacunadas o parcialmente vacunadas, entonces el control total de la pandemia no se va a lograr solo controlando los brotes en países con buenos niveles de vacunación”, sostuvo en referencia a la Ómicron detectada en África. Iraola dijo que el “carácter mundial” de las pandemias merece un “plan de ayuda para regiones de bajos recursos”.
Iraola, por otro lado, dijo que el Instituto Pasteur continuará monitoreando la aparición de variantes en Uruguay mediante la secuenciación genómica. Al momento el 100% de las dosis que se analizan son de Delta.
Tal como lo anunció hace dos semanas el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, Uruguay permitirá, a partir de hoy, que los extranjeros que se encuentren actualmente en territorio nacional puedan agendarse para recibir la vacuna contra el COVID-19.
Debido a que es necesario contar con el esquema inicial de vacunación para ingresar, las autoridades esperan que quienes decidan vacunarse en Uruguay lo hagan para recibir una tercera dosis. También se aguarda que menores de entre 12 y 18 años -no inmunizados en sus países y que igual pueden ingresar- también opten por vacunarse. Para poder acceder a la agenda, los extranjeros deberán haber estado ya al menos cinco días en Uruguay.
“Es difícil hacer futurología sobre la cantidad que se agendará, pero creo que es una gran medida que de alguna manera va a posibilitar que vengan más turistas de los que preveíamos, aunque no sabemos cuántos específicamente”, dijo a El País el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio.
Aquellos turistas que deseen acceder a la vacuna deberán agendarse en la web del Ministerio de Salud Pública (MSP) con su documento de identidad, sea este del país que sea.
Delgado aclaró en su momento que no están incluidos los extranjeros menores de 11 años, a pesar de que Uruguay aprobó la vacunación para esta franja etaria la semana pasada.
Además, el secretario de Presidencia señaló que la cartera de Salud Pública dispondrá de algunos vacunatorios especiales para turistas ubicados en las distintas vías de entrada al país. En total, son 200.000 las dosis que Uruguay pondrá a disposición de los turistas.
Las posturas de Pfizer y Moderna sobre la eficacia de sus vacunas
Quizá la preocupación mayor que despierta la variante Ómicron es la posibilidad de que las vacunas creadas hasta ahora contra el COVID-19 no sirvan para combatirla. Estas podrían tener “dificultades”, según declaró Stephane Bancel, presidente del laboratorio estadounidense Moderna, al diario Financial Times, quien agregó que llevaría meses ultimar un nuevo inmunizante eficaz contra esa cepa.
Bancel dijo ayer que los datos sobre la eficacia de las vacunas actuales contra la nueva cepa llegarán en las próximas dos semanas pero que, aun así, los científicos no son optimistas. Moderna está trabajando en un inmunizante específico contra Ómicron. Lo mismo está haciendo el laboratorio Pfizer.
El jerarca de Moderna explicó que los investigadores están preocupados porque 32 de las 50 mutaciones halladas en la cepa se encuentran en la proteína de la espícula, una parte del virus que las vacunas usan para reforzar el sistema inmunitario contra el coronavirus.
Bancel indicó que podría producirse una “disminución importante” de la eficacia de las vacunas actuales contra el COVID-19.
Por su parte, Ugur Sahin, fundador y CEO del laboratorio BioNTech, que desarrolló la vacuna distribuida por Pfizer, dijo al Wall Street Journal que “es poco probable que Ómicron cause enfermedades graves en personas vacunadas” contra el COVID-19.
El ejecutivo llamó a la calma en relación al surgimiento de la nueva variante, pero remarcó la necesidad de apuntalar y acelerar las campañas de vacunación y refuerzo contra el COVID-19.
Sahin explicó que Ómicron podría eludir los anticuerpos que generan las vacunas y que ello podría llevar a más contagios (por una reducción de la efectividad), pero agregó que el virus seguiría siendo vulnerable a las células inmunitarias que lo destruyen.