La definición de cuándo se tratará el proyecto de ley de corresponsabilidad en la crianza en la Cámara de Representantes sumió ayer a la coalición de gobierno en intensas horas de discusión. Entre acusaciones de estar “jugando a la mosqueta” y haber incurrido en “descortesías parlamentarias”, el Partido Nacional, el Partido Colorado y Cabildo Abierto -los tres socios mayoritarios de la alianza de gobierno- acordaron que finalmente la votación sea el próximo miércoles en una sesión extraordinaria.

La jornada comenzó con la reunión de los coordinadores de las bancadas oficialistas en Diputados. Como telón de fondo estaba la solicitud de uno de los representantes blancos en este ámbito, Álvaro Viviano, de aplazar el tratamiento por una semana para que no se superpusiera con la discusión de la reforma de la seguridad social. Además, según el legislador, el pedido respondía a que no estaban garantizados los 50 votos necesarios para que se apruebe la norma, impulsada por senadores blancos y cabildantes.

Sin embargo, Cabildo Abierto ya estaba decidido a no acompañar la propuesta porque entendía que, después de una anterior postergación, estaba zanjado que ayer sería la votación en el pleno.

“Yo no les firmo ninguna moción de correrla”, advirtió el diputado Álvaro Perrone a los demás coordinadores, y cumplió con su promesa. En un documento inicial que proponía que la sesión fuera el próximo lunes -firmado por Viviano, Pedro Jisdonian (Partido Nacional) y Conrado Rodríguez (Partido Colorado)- no figuraba la rúbrica del cabildante, constató El País. Después su partido sí acompañó el aplazamiento para el miércoles, con el resto del oficialismo, aunque Perrone dijo que fue para que el proyecto no se encajonara.

Fuentes del Partido Nacional al tanto de estas conversaciones remarcaron la “insistencia” del legislador en la coordinación, a pesar de que le plantearan una y otra vez que los votos no estarían garantizados si ese día se ponía a consideración la iniciativa.

Como había adelantado El País, Perrone igual pidió que hubiera una votación nominal para identificar con claridad qué diputados estaban a favor y quiénes estaban en contra.

El legislador, que fue quien acusó a algunos pares de “jugar a la mosqueta” por no definir una postura, aunque no quiso señalar quiénes, ratificó a El País que esta fue su posición en la reunión de la coalición. “El proyecto fue recontra discutido. Hay legisladores dando vueltas, vueltas y vueltas y no se la juegan. Que se hagan cargo, que entren a la cámara y voten. Terminemos con el ‘vuelterío’ de una vez”, apuntó ayer, durante unos de los dos cuartos intermedios de la sesión.

Las diferencias sobre todo persistían en el sector Ciudadanos del Partido Colorado. Después de una reunión que se extendió hasta las 23 horas del lunes, la bancada se dividió en dos, con cuatro legisladores a favor y cuatro en contra. María Eugenia Roselló, diputada que se opone al proyecto de ley tal como está redactado, fue quien apuntó contra la “descortesía parlamentaria” de no haber tratado en comisión las modificaciones propuestas por parte de la bancada de Ciudadanos.

Por estas horas el Partido Nacional espera limar diferencias. Según las fuentes, esto podría suponer que se incorporen algunos cambios sugeridos, lo que permitiría ampliar la base de apoyos para que se apruebe el texto. Perrone, en tanto, rechazó la posibilidad.