INTERCAMBIO LEGISLATIVO
Exposición de Bergara no preocupó a la coalición y se destacó el “tono” del intercambio.
Si había alguna duda -porque la había- acerca de qué unidad podía tener la coalición de gobierno durante la interpelación de ayer al ministro Luis Alberto Heber (Interior) y al cancillerFrancisco Bustillo, sobre las 19:15 horas ya estaban todas disipadas.
Porque algunos integrantes del oficialismo habían mostrado, en las últimas horas, que la expedición de un pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset el año pasado, cuando se encontraba detenido en Dubái -lo que motivó el llamado a sala del Frente Amplio- generaba, por lo menos, una necesidad de conocer más información de la que se había expresado públicamente. Y en Cabildo Abierto, incluso, se había advertido que este caso era comparable a la fuga de Rocco Morabito en 2019, y que no iban a avalar “conductas incorrectas”.
Pero a las 19:15 ya había terminado la conferencia de prensa tradicional en la que ambos ministros resumieron lo expuesto con todos los senadores de la coalición detrás, y el presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, se bajó del estrado comentando que “las explicaciones fueron contundentes”. Por lo que los liderados por Guido Manini Ríos ya tenían claro que no manifestarían durante lo que quedaba de la sesión intervenciones con mayores críticas -como han hecho en otras oportunidades-, salvo por algún comentario que haría sobre el final el propio Manini, referido a la falta de concientización nacional sobre los peligros y el avance de la drogadicción y las bandas narco.
Pero no hubo cuestionamientos internos al eje de la convocatoria. “Debo adelantar que entiendo que fue absolutamente regular” la expedición del pasaporte, fue en resumen lo que terminó diciendo Domenech. “Y, si tenía alguna duda, la he despejado en las intervenciones de los ministros. Yo quería estar absolutamente seguro -agregó el cabildante- de que no había ninguna aceleración del trámite, ninguna aceptación indebida que pudiera poner en duda el comportamiento de la administración de este gobierno”.
El senador interpelante, Mario Bergara, centró su cuestionamiento en la “mancha de reputación” que este episodio puede, a su criterio, tener para Uruguay, al margen de que se haya actuado en el marco de la ley, un hecho que la oposición no puso en tela de juicio. Porque en todo caso lo que se señaló fue que la norma, un decreto de 2014 que el gobierno cuestiona por su laxitud, tampoco obligaba a actuar como se hizo.
“Nos preocupa que los ministros no reconozcan que las cosas había que analizarlas de otra manera y que no vean que este episodio afecta la imagen de Uruguay en la comunidad internacional”, dijo Bergara, y ese fue uno de los momentos más críticos de su ponencia.
El “tono” del cuestionamiento de Bergara fue incluso resaltado por ministro Heber, que a su turno pidió que “ojalá” que este tono fuera “el del resto de la sesión”, algo que después también advirtió el senador colorado Germán Coutinho, quien aseguró que quería “destacar la intervención seria, consistente, responsable que tuvo el senador Bergara”.
Lo mismo señaló el nacionalista Jorge Gandini cuando tomó la palabra sobre las 22:15 para decir que entendía que había habido un “buen desempeño” de interpelante e interpelados, y que luego la oposición había buscado “ganar un partido que se había perdido”.
La realidad es que el discurso de Bergara generó molestias en algunos senadores frenteamplistas, que en su intervención se vieron obligados a levantar justamente el “tono”.
Uno de los más duros en ese sentido fue Daniel Caggiani. Este dirigente del MPP ya venía siendo en la previa el principal crítico al pedir en varias oportunidades la “renuncia” de los secretarios de Estado, al tiempo que también había cuestionado al presidente Luis Lacalle Pou por no haberse referido al tema en los últimos días.
“Estamos ante una situación de una gravedad importante”, aseguró Caggiani, antes de calificar este asunto como “un triste episodio para nuestra democracia” y un “escándalo internacional y nacional”. “Tengo que ser franco: la sensación que tengo es que se destapó una olla a presión, que hay una gran caja de pandora”.
Lo que habían expuesto los ministros Heber y Bustillo consistió, básicamente, en contar y detallar los pasos dados entre setiembre y noviembre de 2021 -Bustillo presentó una línea de tiempo (ver aparte) -, y ambos admitieron la “indignación” que generó el caso en el gobierno, pero su lectura es que todo ocurrió de forma inevitable debido al decreto 129 de 2014 -de la administración de José Mujica-, porque solo exige que los solicitantes en el exterior no tengan causas abiertas, requisitoria o antecedentes judiciales en Uruguay, condiciones que no tenía Marset a la hora de pedir su pasaporte.
“No se puede decir que el decreto es una excusa, porque si no cumplo con él estoy interpelado en este lugar porque actúo ilegalmente”, señaló Heber, mientras que Bustillo aseguró que en octubre de 2021 Marset “era un uruguayo más”, pese a que entonces era pública su carrera delictiva y la noticia de su detención en Dubái.
El contacto entre Drogas y Cancillería
Parte de la polémica sobre el tema residía en que al mismo tiempo que el gobierno le otorgó un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset mientras se encontraba detenido en Dubái por portar documentación paraguaya falsa, la Brigada Antidrogas no solo lo tenía en la mira, sino que intercambiaba información sobre él con otras agencias o unidades de investigación de la región.
Esto no fue negado ayer en la interpelación, porque la tesis del gobierno es que los investigadores no pueden revelar detalles de sus investigaciones a otras dependencias ministeriales. No obstante, un dato aportado ayer por el ministro Luis Alberto Heber (Interior) no se conocía hasta el momento. Informó que el 10 de setiembre, la dirección de la Brigada Antidrogas consultó a Interpol si Marset había sido detenido en Dubái, y la respuesta fue que se encontraba libre. Entonces, al no creer en ese dato, esta unidad, por medio del subsecretario Guillermo Maciel, pidió que Cancillería chequeara la información. “Y la señora subsecretaria (Carolina Ache) contesta que (Marset) estaba preso”, dijo Heber.