Después de varias idas y vueltas de los principales socios del Partido Nacional en la coalición de gobierno, los colorados dieron en la tarde de ayer el “sí” y la reforma de la seguridad social sería un hecho. El texto con sus respectivas modificaciones fue enviado a la noche desde Torre Ejecutiva a la vicepresidenta Beatriz Argimón, quien ya se lo hizo llegar al presidente de la Cámara de Representantes, Sebastián Andújar.
El proyecto hoy se empieza a votar desde las 10 de la mañana en comisión de Diputados, y el plan es arrancar y terminar en esta jornada. El lunes, también desde las 10, se pondrá a consideración del plenario de esta cámara. Y el martes, a una hora a definir dependiendo de cuánto se extienda la sesión del día anterior, ya pasaría a votarse en el Senado con las correspondientes modificaciones.
Luego de que Cabildo Abierto negociara de forma directa con el presidente Luis Lacalle Pou y lograra realizar algunas incorporaciones en la redacción de la reforma -como que la tasa de reemplazo para el cálculo jubilatorio bajara de 25 a 20 años y que la posibilidad de las AFAP de invertir en el exterior pasase a debatirse por separado, en la Rendición de Cuentas-, el Partido Colorado puso el grito en el cielo y también pidió cambios.
A la interna de los colorados esto abrió un debate. ¿Qué pedir? ¿Cuánto pedir? ¿Y qué posibilidad había de meterse con aquellos puntos que ya habían sido negociados por los cabildantes? Tras un intenso ida y vuelta, se resolvió no tocar los puntos que ya habían sido negociados por el partido liderado por Guido Manini Ríos. En cuanto a la cantidad de medidas, primero se habló de 10. Luego, a instancia de Ciudadanos, pasaron a ser cinco. Y finalmente se presentaron tres.
El martes estos puntos fueron llevados al presidente en Torre Ejecutiva por una delegación de colorados, encabezada por Adrián Peña (Ciudadanos), Germán Coutinho (Batllistas), Conrado Rodríguez (Batllistas) y Jorge Alvear (Ciudadanos), que en una negociación en la que por momentos participó el mentor del proyecto, Rodolfo Saldain, se aceptaron parcialmente.
Luis Lacalle Pou ya estaba enterado al momento del encuentro de cuáles iban a ser estas modificaciones, porque la comunicación con los colorados fue permanente durante el pasado fin de semana y durante el día lunes.
Pese a esto, luego de que los colorados salieron de Torre Ejecutiva y dieron a conocer al resto de los legisladores cuál había sido el resultado de la negociación, hubo cierto inconformismo. Algunos legisladores de Ciudadanos expresaron molestia de que las propuestas no se aceptaran incambiadas. La diferencia estaba en un pedido de los colorados para que las personas que entren en el nuevo sistema y tengan 35 años de trabajo puedan jubilarse a los 63 en lugar de a los 65. Presidencia aceptó, pero cambió la cantidad de años de trabajo a 38.
Esta modificación llevó a que se llevara a cabo una reunión de la bancada de Ciudadanos en la tarde, en la que finalmente se aceptó el cambio sugerido por Presidencia por unanimidad. Luego de este encuentro Ciudadanos y Batllistas tuvieron un nuevo encuentro y después dieron una conferencia de prensa en conjunto en la que confirmaron que votarían la reforma.
“Entiendo que los cambios son bien positivos, porque la noticia que tenemos para dar es que pudimos incorporar mejoras. Son mejoras del proyecto, que además permiten que todos los colorados lo apoyen”, dijo luego Peña en declaraciones a El País. Quien más había expresado dudas, Gustavo Zubía, lo votará.
Los cambios
A propuesta de los colorados, entonces, se corre la edad jubilatoria para aquellas personas que tienen más años de trabajo. Pueden jubilarse a los 63 quienes tengan 38 años de servicios computables, a los 64 quienes tengan 35 y a los 65 quienes tengan 30. Esto, entiende Peña, servirá entre otras cosas para evitar la informalidad.
En segundo lugar, lo reclamado por el Partido Colorado permitió solucionar lo que ellos definieron como un “error de diseño” de la reforma. El plan que se iba a poner a consideración de los diputados preveía que aquellas personas nacidas hasta el 31 de diciembre de 1972 configuraran causal jubilatoria a los 60, mientras que los nacidos desde el primero de enero de 1973 lo hicieran a los 63. Con los cambios de los colorados quienes nazcan en 1973 se jubilarán con 61 años, los de 1974 con 62 y así hasta llegar a los de 1977, que lo harán con 65.
Por último, los colorados lograron que se incorpore una baja casi inmediata del Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS). Lacalle Pou aceptó una reducción en la primera franja del impuesto que será de un 10% en este 2023, de 8% a partir de 2024 y de 6% desde 2025.
Cabildo Abierto ya comunicó a los colorados su conformidad con los cambios incorporados, de modo que la reforma es un hecho.
“Teníamos un litro de leche, se le echó agua, pero sigue siendo leche”
“Avanzamos, fuimos acordando. No tuvimos aporte de la oposición, y es una lástima. Estamos en los últimos metros antes de llegar a un acuerdo total entre los cinco partidos”, dijo el presidente Luis Lacalle Pou ayer, en referencia a la reforma jubilatoria, en una rueda de prensa durante el acto oficial por el Desembarco de los 33 Orientales en la playa de La Agraciada.
El presidente sostuvo que el Poder Ejecutivo presentó “un litro de leche”, en referencia al texto original del proyecto, y que después se le fue añadiendo “agua”, referenciando a las negociaciones que se mantuvieron a la interna de la coalición de gobierno. “Nosotros teníamos un litro de leche, se le fue echando agua, agua, agua, pero sigue siendo leche. Cuando sea agua no se tiene reforma. Entiendo las posiciones de todos los partidos”, señaló.
El mandatario aseguró que las modificaciones no cambian el “espíritu” de la reforma y que si eso sucediera “sería mejor no tener reforma”. “Se van modificando cosas que nosotros creíamos a priori que no deberían modificarse. La realidad es muy fuerte. Tras los aportes de los partidos políticos debemos preguntarnos si es una buena reforma. Mi respuesta es que sí, porque para empezar es mucho mejor que lo que tenemos y es sostenible”, dijo, aunque advirtió también que la propuesta inicial era “económicamente más sustentable” que el texto que se apresta a ser acordado.
Consultado sobre cómo manejó las discusiones a la interna de la coalición, dijo: “A mí me guían tres palabras: prudencia, paciencia y equilibrio. Mi rol es el de gobernar el país y sostener una coalición que se comprometió a determinadas cosas. Todo lo que esté alineado con ese rol lo voy a hacer”.