La decisión política tomada ya hace tiempo en la coalición multicolor es caminar por un proceso de maduración que lleve a la alianza a ser también una realidad departamental, y que el lema termine siendo una opción instalada en las próximas elecciones municipales.

La Corte Electoral ya aprobó la utilización del lema el pasado 6 de marzo, y el objetivo, por el que se venía trabajando durante el año pasado, era presentarse en los 19 departamentos, sin excepción. Pero las excepciones fueron saltando una a una conforme pasaba el tiempo -tanto a nivel de “cúpulas” como de los dirigentes locales- a un punto tal que hoy, si se pintara en un mapa, solo tres departamentos estarían en verde: Montevideo, Canelones y Salto.

Porque una cosa es el acuerdo político y otra cómo llevar al terreno ese acuerdo y las consecuencias electorales concretas que eso tiene.

Los líderes de los partidos, por separado, siguen repitiendo que “la voluntad” es acordar en todos lados; mientras que los dirigentes departamentales -que en muchos casos son intendentes, favoritos a ser intendentes o exjefes comunales-, sostienen que aunque la votación dentro de un mismo lema no sea posible, la coalición en tanto alianza política es o puede ser una realidad que se refleja en la gestión y en la elección de los jerarcas de sus gobiernos.

Y esto es lo que ocurre, por citar dos casos, en Paysandú y en Rocha. Ambos intendentes nacionalistas comparten, además, un similar análisis de su coyuntura. Los dos visualizan la dificultad que implica “la reserva” de dirigentes en las elecciones internas, para que luego puedan competir en las departamentales -ya que la ley no permite comparecer en lemas distintas en ambos ciclos electorales.

Pero también hay razones políticas.

En el departamento del litoral, el intendente blanco Nicolás Olivera, por ejemplo, dijo a El País que se considera “a favor de la coalición” como concepto, y que en su gestión ocupan roles personas “de todos los partidos”. “Lo que yo digo es ‘coalición sí’, pero primero pensando en las ideas que cada uno tenga para aportar, y después pensando en la gente que tenga la capacidad para plasmar esas ideas en la realidad”, afirmó.

Pero ante la consulta de por qué en Paysandú no es posible que esa coalición que existe en los hechos se manifieste en forma de lema común, su respuesta fue clara: “Me parece que hoy Paysandú no está maduro para tener un lema distinto de los que hasta ahora nos han convocado”. ¿Por qué? En parte por los dirigentes que quedan impedidos de participar en las elecciones de junio, pero además porque le molesta que “se quiera imponer” fórmulas acordadas desde Montevideo. “Me parece que están pensando más en ganar y en la repartida de cargos que para lo que tiene que servir una coalición, que es primero diseñar las mejores ideas y luego llevarlas adelante con los mejores. Esto no se trata solo de ganar”, se quejó el sanducero, que advirtió: “Si las cosas se quieren imponer de arriba hacia abajo diciendo ‘si no es así, no es’, el proyecto nace fallido”.

En Rocha, mientras tanto, otro departamento en donde la competencia con el Frente Amplio es reñida -como lo es en todos los casos en donde habrá coalición o se buscó puntualmente-, el intendente blanco Alejo Umpiérrez señaló que se está en “proceso de diálogo” con todos los partidos de la coalición multicolor y que, como Olivera, la existencia de esta alianza está asegurada, aunque no necesariamente con la comparecencia bajo el lema de Coalición Republicana. Porque indicó que una opción que se maneja es que la comparecencia en conjunto sea bajo el lema más votado en los comicios de octubre.

“El tema es el formato”, dijo Umpiérrez, que reparó en “todas las complicaciones” de logística electoral detrás de la necesidad de guardarse nombres para junio: “No tenemos capital humano para todo, es imposible”.

Sobre el tema de fondo, al igual que Olivera, dijo que su gestión está integrada por jerarcas de todas las tiendas políticas, y que es afín a definir “fórmulas” conformadas por todos los socios en las elecciones de mayo.

“Un candidato titular -explicó- puede ser del Partido Nacional, y sus cuatro suplentes del resto de los partidos; la idea es que no haya fórmulas químicamente puras”.

En el resto de los departamentos, hoy la Coalición Republicana no es opción. Rivera, por seguir nombrando casos, es un departamento que los colorados ofrecieron como moneda de cambio en las negociaciones de varios departamentos, pero, al no cerrarse acuerdos, los colorados se quedarán con su bastión. Y la misma colectividad, según informó La Diaria el 12 de abril, se bajó de toda posibilidad de acuerdo en Río Negro por disconformidad con los blancos por la lentitud de las conversaciones.

Foto: Estefanía Leal

En Montevideo, Canelones y Salto el panorama no solo es distinto, sino que en muchos casos están casi que definidos varios de los candidatos que se presentarán bajo el lema Coalición Republicana.

En Montevideo, y como ya ha informado El País, la figura que suena como el candidato de mayor consenso en el Partido Nacional es el diputado Martín Lema, con un equipo en el que también destaca la exsindicalista Valeria Ripoll. La definición formal se tomará a mediados de año, señalaron fuentes políticas, pero los apoyos al exministro de Desarrollo Social dentro de los blancos siguen creciendo. Este viernes, por ejemplo, en declaraciones a Radio Universal, la precandidata Laura Raffo -y excandidata a intendenta de la capital en 2020 por la coalición multicolor- señaló que Lema “es una gran figura” para competir por el sillón municipal de Montevideo.

Resta definir qué nombres propondrá el Partido Colorado -en donde aparece el diputado colorado Felipe Schipani con intenciones de largar, y suena también la diputada Elsa Capillera, excabildante que hoy apoya al precandidato Andrés Ojeda- y Cabildo Abierto.

En Canelones está casi definido que uno de los candidatos que tendrán los blancos es Leonardo Cipriani, el presidente de ASSE, aunque todavía faltan reuniones dentro del sector Aire Fresco para formalizar la decisión. Y se sabe que si los nacionalistas duplican en votos en las elecciones nacionales de octubre, pondrán dos nombres, y el tercero será para el Partido Colorado o Cabildo Abierto, también en función de los votos que cada uno de estos partidos logre en las elecciones nacionales.

Pero aquí se abre un panorama de incertidumbre, genera- da por la impensada muerte del senador Adrián Peña, que era un posible candidato colorado. Porque este había llegado a un acuerdo con el diputado Álvaro Perrone, que es el nombre de Cabildo Abierto para la intendencia: el que ganara en las elecciones de octubre, así fuera por un voto, sería el candidato, pero llevaría al otro como primer suplente.

Con la ausencia de Peña, Perrone buscará llegar al mismo acuerdo con los colorados -que por el momento no tienen una figura tan clara para el sillón de Canelones como lo era Peña-, según supo El País.

Y en Salto, por último, la grilla está bastante clara ya de antemano: Carlos Albisu es el candidato de los blancos -cuenta con el directo apoyo del precandidato Álvaro Delgado-, el senador Germán Coutinho es el nombre los colorados, mientras que el diputado Rodrigo Albernaz es el elegido por Cabildo Abierto.

Para quedar habilitada como lema, la Coalición Republicana necesita que en las próximas elecciones internas (del último domingo de junio) reciba al menos 500 votos. Eso es lo que está estipulado en la ley. El núme-ro parece alcanzable, pero no es tan fácil, porque en los hechos se requiere de 500 militantes que sacrifiquen el voto a su partido para darle vida a un lema y convertirlo en un partido real, con convencionales y autoridades. En 2019 La Concertación quedó por el camino por no sortear el escollo que ahora se buscará evitar.

Foto: Francisco Flores

Foto: Estefanía Leal