Colorados molestos tras la votación en las elecciones departamentales

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Julio María Sanguinetti en la Convención Nacional del Partido Colorado. Foto: Marcelo Bonjour

COALICIÓN

“El Partido Nacional debe entender que esto es una sociedad”, advierte el expresidente Julio María Sanguinetti.

Otra vez el Partido Colorado cosechó un magro resultado en las municipales del domingo. El peso de sus más de 180 años de historia no ha podido con el fantasma de la crisis de 2002, que lo sigue castigando.

Al analizar esto, los referentes del partido distinguen las falencias propias -como la súbita salida de Ernesto Talvi de la política y la incapacidad de construir otros liderazgos de renovación- de las que entienden fueron equivocaciones del Partido Nacional y también del gobierno de Luis Lacalle Pou.

“Con el presidente tenemos el mejor diálogo y el mayor de los respetos. Incluso admiramos la forma notable en que pudo afrontar la pandemia. Pero el Partido Nacional debe entender que esto es una sociedad”, sostuvo a El País el expresidente y secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Julio María Sanguinetti.

En el mismo sentido se expresó en declaraciones a El País el diputado Ope Pasquet, perteneciente a Ciudadanos -el exsector de Talvi. “Nosotros les ofrecimos desde 2012 (a los blancos) votar con un lema común en todo el país. Pero nos dicen que no, salvo en Montevideo. En la capital se vio que juntos es mejor. Y en Salto, si no fuera porque votamos por separado, se hubiera ganado”.

En las elecciones de 2015 el frentista Andrés Lima le ganó allí al colorado Germán Coutinho por apenas 1.500 votos. Esta vez los colorados salieron terceros, con 17.637, y Lima le sacó al Partido Nacional una ventaja de 4.764. En octubre de 2019, en tanto: el Frente ganó con 33.720, los colorados obtuvieron 22.001 y los blancos 21.681.

Sanguinetti y Pasquet critican que aunque se haya desistido de armar una alianza con todos los integrantes de la coalición, sí se hicieran acuerdos puntuales en Salto y en Rocha, donde los blancos se unieron a Cabildo Abierto y el Partido Independiente.

“Tres socios de la coalición se reunieron en contra del Partido Colorado y el resultado fue, desgraciadamente, el que temíamos. Lo nuestro no era un capricho. El Partido Colorado había salido segundo (en octubre), el Partido Nacional no había obtenido la banca en diputados; era lógica nuestra opción”, sostuvo Sanguinetti.

A los colorados también les molestó que el gobierno designase en abril pasado al candidato a la intendencia blanco, Carlos Albisu, como presidente de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. Y que Lacalle Pou asistiera a la inauguración del Polo Educativo Científico Tecnológico Binacional, ubicado en la CTM.

“Está claro que hacia el futuro debemos pensar de otro modo, porque la baja votación nuestra en algunos departamentos es porque la gente hace su propio balotaje”, advirtió el exmandatario.

Él y Pasquet creen que si los nacionalistas ganaron como lo hicieron en 15 de los 19 departamentos, esto fue porque muchos colorados dejaron de votar a su partido para que no ganara el Frente Amplio. “Es lógico que se vuelquen hacia la fuerza más potente de la coalición, que es la que tiene el gobierno”, dijo el diputado.

Los números

El Partido Colorado votó peor que en 2015 en nueve departamentos. Las caídas más estrepitosas fueron en Salto y Canelones -donde el Frente Amplio cosechó sus únicas victorias más allá de la de Montevideo. Allí perdieron 24.118 y 11.124 sufragios, respectivamente.

A nivel país, sin embargo, la histórica fuerza política logró aumentar su caudal de votos, pasando de 171.567 en la anterior elección departamental a 216.169 el domingo. Aunque cayó con respecto a octubre, cuando obtuvo 300.177.

En 2015 la coalición presentó tres candidatos (uno blanco, uno colorado y otro neutral), y esta vez decidieron ir con una candidatura única, la de Laura Raffo. Esto favoreció a los colorados en la capital, que el domingo, con el lema “Defensa de Montevideo”, un gran paraguas para todas sus listas, alcanzó los 92.268 votos, mientras que hace cinco años Ricardo Rachetti, el elegido por el partido, logró 15.837 adhesiones.

Gracias a esto es que en la Junta Departamental de Montevideo pasaron de no tener representación a ocupar cuatro sillas: dos por la lista 600 de Ciudadanos (34.382 votos); una por la 2000, la histórica lista de Sanguinetti (20.967); y otra por la 7009, del exfiscal Gustavo Zubía (19.043). Dos datos curiosos: la 15, del fallecido expresidente Jorge Batlle, obtuvo 9.274 votos; y la 10, que era la de Pedro Bordaberry, apenas dos.

A nivel de municipios, en tanto, los colorados, que tenían siete, se quedaron con solamente tres: San Antonio, en Salto; Minas de Corrales y Tranqueras, en Rivera. Este último departamento es, otra vez, el único que quedará en manos del histórico partido.

¿Cuál es la salida a esta crisis política? Sanguinetti no lo duda: el camino es la búsqueda de una figura que lo trascienda: “Una vez que nuestra generación dio el paso, lo que hemos tenido fueron problemas de liderazgo. Talvi se cerró sorpresivamente. Y lo de Pedro se interrumpió, aunque espero que en algún momento retorne”.

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