Colorados: polémica por sucesión del ministro Tabaré Viera puso en relieve una interna en disputa

La frustrada designación del hijo de Sanguinetti en el Ministerio de Turismo puso de relieve una interna en disputa.

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Julio Maria Sanguinetti
Pariente lejano: Sanguinetti debió impulsar otra opción frente a resistencia que generó su hijo.
Foto: Juan Manuel Ramos/El País.

El Ministerio de Turismo le sigue generando dolores de cabeza al Partido Colorado. O, si se quiere, a causa del Partido Colorado. Tras una jornada plagada de idas y vueltas, finalmente se supo que Eduardo Sanguinetti será el nuevo titular de esa cartera y sustituirá a Tabaré Viera cuando renuncie, el 11 de marzo, para dedicarse a la campaña electoral. El anuncio de su designación cerró -por el momento- una fuerte polémica en filas de esa histórica colectividad, luego que el expresidente Julio María Sanguinetti propusiera que a ese lugar fuera su hijo, Julio Luis.

En diálogo con El País, el expresidente explicó que su hijo “desistió” finalmente del ofrecimiento, luego que la oferta trascendiera su nominación, temprano en la mañana, por Radio Sarandí. “No quería neutralizarse políticamente”, explicó el exmandatario al señalar que la intención de Julio Luis es participar activamente de la campaña electoral. Algo para lo que había renunciado en octubre del año pasado a su cargo como vicepresidente de UTE y que, en cierta manera, le iría a resultar complicado si asumía la titularidad de la secretaría de Estado. Más allá de que “a algunos les pueda gustar y otros no”, Sanguinetti descartó que la designación de su hijo fuera a provocar algún inconveniente político.

Más temprano el expresidente había confirmado a El País la designación de su hijo. “Es claro que Julio Luis representa la continuidad de la gestión muy exitosa de Tabaré Viera”, había asegurado el exmandatario.

La posible designación de Julio Luis Sanguinetti generó un inmediato repudio en otros sectores colorados en donde, sin hacer mención explícita, se sugirió que configuraba una acción de nepotismo. Las críticas fueron especialmente duras en el caso de uno de los precandidatos, Gabriel Gurméndez. “El Partido Colorado por el que trabajo estará al servicio de los uruguayos y del futuro del país. No es esto”, dijo el expresidente de Antel, cuya candidatura se nutrió con dirigentes que antes militaban en Batllistas y en Ciudadanos.

“No se transfiere el poder de padre a hijo, no es un tema de familia”, remarcó Gurméndez, mientras desde la cuenta oficial de su campaña en las redes sociales se apuntaba explícitamente: “los cargos no se heredan”. Tras esas y otras críticas, Sanguinetti hijo optó por afirmar que la oferta lo honraba pero fundamentó su decisión de no ir al Ministerio de Turismo. “He decidido no aceptar para trabajar por la victoria de la Coalición Republicana este año”, afirmó el exvicepresidente de UTE, que solo reaccionó ante un comentario crítico de Pedro Bordaberry a su posible designación. “Un error muy grande, una mala decisión, inexplicable”, dijo el exlíder colorado. “¿Lo decís por tu huida política, que dejó al partido en banda?”, le replicó Sanguinetti hijo.

Lo cierto es que su posible designación era un secreto a voces hace varios meses en filas coloradas, en donde el nombre de Sanguinetti hijo no generaba demasiados consensos. En particular en filas del propio sanguinettismo.

Su designación como sucesor de Viera había sido planteada al presidente Luis Lacalle Pou por el exmandatario colorado durante la semana de Carnaval. Sanguinetti también trasladó el planteo al propio Viera, quien, de acuerdo a lo que dijeron fuentes coloradas, manifestó sus reparos. El argumento del actual ministro fue la necesidad de alguien con un perfil “más técnico” para asumir esa responsabilidad. Viera le advirtió al expresidente, además, que la designación de su hijo en el ministerio iba a generar un más que seguro problema político.

En tiendas coloradas era muy conocida la falta de sintonía entre Viera y Julio Luis Sanguinetti y sus problemas de relacionamiento político desde hace varios años. En filas coloradas se recuerda la intención del hijo del expresidente de impulsar -finalmente sin éxito- al economista Ignacio Munyo como precandidato del sanguinettismo.

A este factor, indicaron a El País fuentes políticas, se le sumó en las últimas semanas la decisión de Julio Luis Sanguinetti de trabajar en favor de la precandidatura de Andrés Ojeda. Sobre todo su voluntad de recorrer el país en favor de esa postulación, que en las últimas semanas derivó en la captación de algunos dirigentes de Batllistas. A él le atribuyen la gestión para que la Lista 2215 de Tacuarembó, liderada por la vicepresidenta de OSE, Susana Montaner, dejara de respaldar la precandidatura de Viera Y pasara a apoyar al abogado.

Finalmente, aseguran las fuentes, ante la fuerte resistencia política que generaba su nombramiento -principalmente en el caso de Gurméndez- la opción fue bajar su nombre e ir por otro camino.

Fue allí que surgió la designación de Eduardo Sanguinetti. “Un pariente lejano”, como lo describió el expresidente: “Un hijo de un primo segundo”. El expresidente destacó que se trata de un “abogado con una buena trayectoria”, que acompaña a Viera como asesor desde hace dos años. Y ratificó que Eduardo Sanguinetti asegura la “continuidad” de la gestión iniciada por el actual ministro.

Gurméndez, en tanto, celebró el desenlace de la polémica. “Estamos trabajando muy duro por un partido renovado hacia el futuro, y esta era una señal al pasado”, dijo a El País el precandidato colorado, sobre la voluntad del expresidente de impulsar a su hijo como titular del Ministerio de Turismo. “Una mala decisión, que no compartíamos. Afortunadamente, se generó una reflexión y no se avanzó por un camino que era inconveniente” concluyó Gurméndez y dijo dar por “cerrado” el asunto.

A las críticas se había sumado previamente otro precandidato colorado, Guzmán Acosta y Lara. “Lo anticipamos. Nuestra decisión de alejarnos de Batllistas y tomar un nuevo camino tiene mucho que ver con estos manejos de otra época”, afirmó el exdirector nacional de Telecomunicaciones que dejó ese cargo, justamente, cuando se alejó del sector.

“Estamos luchando para dejarlos atrás” ratificó Acosta y Lara, que impulsa su propia postulación en el sector Vientos de Cambio.

“La realidad es más fuerte” comentó otro dirigente colorado, crítico con la gestión partidaria del expresidente.

El Poder Ejecutivo, en tanto, estuvo durante toda la jornada al margen de un debate que, en la práctica, se circunscribió a la interna colorada, y se limitó a avalar todo lo que iban decidiendo Sanguinetti y el sector Batllistas en un ministerio adjudicado por cuota política.

Eduardo Sanguinetti

Frente Amplio ya lo citó al Parlamento

Eduardo Sanguinetti será el tercer ministro de Turismo en lo que va de esta administración, en una de las secretarías con mayor rotación desde 2020. La cartera fue motivo de severos problemas para los colorados, cuando en agosto de 2021 su primer titular, Germán Cardoso, debió renunciar al verse afectado por acusaciones de irregularidades en la contratación de publicidad durante su gestión en el ministerio.

Sanguinetti deberá asumir con prácticamente un año de gestión por delante, y encarará la última temporada turística de esta administración. Pero antes de ser oficializado, ya enfrenta un seguro llamado a sala por parte de la oposición.

De acuerdo a las fechas pautadas para su asunción, será el que deba liderar la convocatoria que planteará el diputado frenteamplista Sebastián Valdomir (MPP). En diálogo con El País, el legislador anunció que pedirá que Sanguinetti concurra a la Comisión de Turismo de la Cámara de Representantes.

El futuro ministro deberá fundamentar en nombre de su secretaría el reciente decreto por el cual el Poder Ejecutivo implementará el cobro de un “precio” de US$ 2,10 más IVA a todos las personas que ingresen o salgan del país por vía fluvial o marítima, y así financiar el anunciado nuevo sistema de control migratorio.

La decisión aparece cuestionada tanto en la oposición política como desde el sector turístico y la academia.

Sanguinetti será el tercer ministro que deberá responder por este tema ante el Parlamento. Valdomir también anunció que convocará cuando se retome la actividad legislativa el 1º de marzo a Nicolás Martinelli (Interior) y a Azucena Arbeleche (Economía y Finanzas).

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