Con la renunciade Adrián Peña a la cartera de Ambiente en las últimas horas, los colorados acumulan cuatro salidas de ministros en lo que va del gobierno de coalición. El también coordinador de Ciudadanos anunció el lunes un paso al costado tras reconocer que no contaba con el título de Administrador de Empresas expedido por la Universidad Católica.
Este caso, que sigue generando polémica y “fuego amigo” a la interna de los colorados, tiene varios antecedentes y se suma a una lista de salidas de altos jerarcas de gobierno que pertenecen a esta colectividad. La primera renuncia de los colorados en la administración de Luis Lacalle Pou llegó a los cuatro meses de comenzar su mandato.
Ernesto Talvi, fundador y líder del sector Ciudadanos, renunció al cargo de canciller el 1° de julio de 2020.
“Ha sido un privilegio servir a los ciudadanos del Uruguay desde Cancillería en este tiempo en el que hubo que enfrentar desafíos sumamente complejos”, remataba Talvi en su carta formal de renuncia, aludiendo a su labor para lograr que uruguayos en el exterior puedan retornar al país en plena pandemia.
Días después, Talvi daba un anuncio aún más inesperado: su retiro de la arena política. El economista que había irrumpido meses antes con un nuevo sector, y había posicionado al Partido Colorado como tercera fuerza —a muy poca distancia de Cabildo Abierto— en las elecciones de 2019, anunciaba que “volvía al llano”.
En una carta que publicó en la noche del domingo 28 de julio de ese año, Talvi comenzaba su redacción con un mensaje monolítico: “He decidido dejar definitivamente la política activa, renunciar al Senado, no ocupar ningún cargo público y no presentarme en el futuro para ningún cargo electivo”. Desde entonces, no ha hablado públicamente sobre los motivos de su salida, y solo ha hecho análisis económicos como miembro del Real Instituto Elcano, de España. El puesto que dejó vacante Talvi fue ocupado por Francisco Bustillo, de filas nacionalistas.
La siguiente salida ministerial de cupo colorado del gabinete ocurrió casi un año después. Carlos María Uriarte renunció al cargo de ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca el 27 de junio de 2021 a pedido del sector Ciudadanos, lo que debió “acatar como corresponde” aunque aseguró que la decisión lo sorprendió. El dirigente blanco en su concepción política había llegado al cargo por Talvi.
El País había publicado en mayo de ese año que Uriarte, muy vinculado con el sector ganadero uruguayo, contaba con varias “amarillas” y no tenía buena sintonía con el subsecretario del MGAP, Ignacio Buffa, del Partido Nacional. Uno de los motivos de su salida fue un error con el etiquetado de carne del frigorífico BPU enviada a China.
Eduardo Barre, exdirector general de Servicios Ganaderos, no había dado directivas claras a los frigoríficos sobre las nuevas disposiciones de etiquetado para el envío de carne al gigante asiático. El presidente Lacalle Pou le pidió a Uriarte que resolviera el problema, pero este se resistía, hasta que finalmente echó a Barre.
Por este caso, China rechazó primero el envío de contenedores de carne y luego suspendió otros hasta el 1° de julio de ese año. Esta situación le significó al frigorífico un perjuicio de millones de dólares. El relevo de Uriarte fue el colorado Fernando Mattos, también con vasta experiencia en el mundo ganadero.
Pero las salidas no quedaron allí, casi dos meses después ocurrió la tercera renuncia: el ahora diputado Germán Cardoso dejó la titularidad del Ministerio de Turismo el 20 de agosto de 2021, acorralado por cuestionamientos en torno a su gestión. Uno de los principales hechos que motivó su salida fue la polémica generada en torno a las compras directas de publicidad que se conocieron tras la remoción del exdirector de Turismo, Martín Pérez Banchero, también colorado. En su gestión, Turismo autorizó la compra de US$ 700.000 en publicidad digital (a las firmas Kirma, Cisneros y Mediamath).
“Acá hay una gran campaña de enchastre”, aseguró Cardoso al anunciar su renuncia y pidió la activación de una comisión investigadora de su gestión y la anterior —del Frente Amplio— para salvaguardar su “honor”. Después de un intenso debate, el informe final fue remitido a la Justicia y a comienzos de diciembre el fiscal Gilberto Rodríguez archivó la causa en su contra. Esto porque “si bien puede haber eventuales irregularidades desde el punto de vista administrativo”, no vio que las haya desde el punto de vista penal. El cargo de Cardoso fue ocupado por otro colorado: el senador y exintendente de Rivera, Tabaré Viera.
La cuarta renuncia de un ministro fue la de Peña este lunes. Sin embargo, estuvo envuelto en la polémica desde el jueves, cuando el semanario Búsqueda informó que no era licenciado en Dirección de Empresas y que incluso había firmado documentos con esa atribución. El viernes se reunió con Lacalle Pou y a la salida sostuvo que era licenciado y que así se lo había demostrado al mandatario, al mismo tiempo que fue un “error” haberse presentado así.
Sin embargo, la situación tuvo un giro el domingo cuando el mismo semanario informó que le falta un curso breve para recibirse. Al día siguiente, en el prime time de los informativos anunció su retiro porque, aseguró, debía dar “el ejemplo”. Su cargo será ocupado por el también colorado Robert Bouvier, vicepresidente de Antel.
Además de las cuatro renuncias de ministros colorados, el 20 de diciembre pasado la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, renunció antes de que el sector Ciudadanos se lo pidiera luego de que se cuestionara su accionar en el caso de Sebastián Marset, por el cual el narcotraficante uruguayo obtuvo a fines de 2021 un pasaporte cuando estaba preso en Emiratos Árabes Unidos, y desde entonces se encuentra prófugo.
El exsenador colorado Pedro Bordaberry respaldó a Ache públicamente en varias oportunidades. Aseguró que “le hicieron la cama” a la dirigente y después aseguró en una columna de El País que el canciller Bustillo y otros funcionarios de esa cartera mintieron, y estaban al tanto de quién era Marset al momento en que tramitó el pasaporte. El caso motivó una interpelación parlamentaria y tuvo duros cruces políticos.
Pero la respuesta no quedó allí, porque Ache tomó el guante en los últimos días y presentó críticas aludiendo a Peña en sus redes. “Duros con los de abajo, tibios con el de arriba”, tuiteó el jueves, y ese mismo día agregó: “Levantaron tanto la vara ética, que pasan por abajo”.