En una y otra tienda recuerdan el dato a las risas por su carácter pintoresco y anecdótico: en las elecciones nacionales de 2019 Cabildo Abierto obtuvo 25 votos más que el Partido Colorado en el departamento de Canelones. Una diferencia insignificante, solo explicable por los votos observados que aportaron luego del primer escrutinio los militares que custodiaban las urnas de todo el departamento y que se inclinaron por las listas del partido de Guido Manini Ríos.
Ambos lograron sacar dos diputados -los colorados al hoy senador Adrián Peña y Jorge Alvear, y los cabildantes a Álvaro Perrone y Carlos Testa- por lo que fue un empate técnico. Pero, tal como se están encaminando las cosas en la larga negociación que vienen manteniendo los socios de la coalición multicolor para replicar la alianza oficialista en todos los departamentos, una diferencia así de exigua en las elecciones de octubre de 2024 puede perfectamente definir quién será su tercer candidato a intendente por Canelones.
Porque el acuerdo al que de a poco van llegando los líderes blancos, colorados, cabildantes e independientes es que la demostración de fuerzas en las elecciones nacionales (de octubre de 2024) va a determinar la distribución de los tres cupos que la Constitución habilita a cada lema para los comicios departamentales. Los blancos, se da por sentado, van a ser mayoría: si duplican la diferencia con el que les siga en segundo lugar, les corresponderán dos lugares, pero si la distancia es mayor eso no va a significar que tengan tres candidatos.
Si se da lo que todos estiman, el segundo más votado en el departamento va a tener el cupo restante y es aquí que entra el indudable “mano a mano” que ya proyectan colorados y cabildantes, los dos aspirantes a ese tercer lugar.
Entonces, ¿qué nombres se perfilan ya como candidatos para ir en ese podio, y qué figuras tienen hoy los blancos para disputarle la Intendencia canaria al Frente Amplio, que gobierna el departamento desde hace casi 20 años?
En los colorados ya volvió a surgir el nombre de Peña, quien en entrevista con El País el domingo pasado aseguró que la decisión de apartarse como una opción para las elecciones nacionales y dejar su lugar al titular de ANEP, Robert Silva, “iba unida” a “otras decisiones” tomadas en este departamento, que no es otra cosa que su determinación de volver a internar una candidatura a intendente, algo que buscó en 2020 pero tuvo que abandonar a mitad de camino para asumir como ministro de Ambiente.
Perrone leyó con atención este mensaje, se sintió hasta interpelado y entonces puso su maquinaria a rodar. Comenzó a pasar el aviso en la interna de Cabildo Abierto de que quiere pista para intentar de nuevo la candidatura, como también hizo en 2020, sin mayor suerte.
“Se viene un mano a mano (con Peña) reñido, pero a la vez es motivante, porque nos dará más chance de llegar a la Intendencia”, dijo a El País el diputado, que agregó que “habiendo posibilidades reales” de ganar en 2025 cree tener el “merecimiento de ser candidato otra vez”. Ya se imagina el escenario: “Esto será a pura militancia, propuesta y convencimiento y ganará el que tenga que ganar”.
Los blancos, por su parte, también van delineando su disputa. Las dos listas más fuertes son la 33 (del Herrerismo), que lidera el hoy presidente de la Cámara de Diputados, Sebastián Andújar, y la 400 (Aire Fresco), cuyos referentes son el senador Amin Niffouri y el representante nacional Alfonso Lereté.
El nombre de Andújar, señalaron fuentes nacionalistas, ya se está proyectando como probable candidato, mientras que en la 400 están esos dos nombres pero también ha surgido desde hace tiempo la posibilidad del presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, hombre muy cercano al secretario de la Presidencia y futuro precandidato a presidente, Álvaro Delgado.
Pero todavía no hay nada resuelto, mucha agua queda por correr debajo del puente y los escenarios que abrirán las elecciones presidenciales son muy diferentes: porque distinto será si, por ejemplo, renuevan el gobierno y entonces Cipriani podría seguir ligado a la gestión de la salud, algo que le gustaría y así lo ha deslizado en conversaciones entre blancos, según supo El País.
Lereté, mientras tanto, activo en la agenda canaria y con un perfil de firme opositor al intendente Orsi, tiene claro lo que quiere: “Si me vienen a golpear la puerta y me dicen de jugar de titular, yo voy a decir que quiero jugar de titular”, dijo apelando a la clásica metáfora futbolera.
Niffouri, que es otro de los que ya compitió en 2020, todavía se muestra más cauto. Afirmó que aunque está “dispuesto” a volver asumir el reto, es de los que entiende que los nombres tienen que nacer fruto “del consenso”, que “no hay que autoproclamarse” y que llegado el momento “se verá”.
En lo que sí hay una definición muy avanzada, agregó el senador y confirmó El País al consultar lo mismo en diferentes filas, es que como las negociaciones que quedan por delante son complejas y habrá varios actores que quedarán fuera de juego (ver recuadro), en este caso no se usará un lema común de la coalición -lo que implica la engorrosa tarea de validarlo con 500 votos en las elecciones primarias de junio próximo, sacrificando así electores que definen una interna apretada- sino que irán todos bajo el lema del partido menos votado en octubre. “No hay que ir con un lema accidental en Canelones”, precisó Niffouri.
Las opciones que se analizan para contemplar al excluido
En el Partido Nacional tienen asumido que una cosa es el acuerdo político y otro el electoral. Es decir, todos quieren coalición departamental porque es la única manera de ser competitivos con el Frente Amplio en aquellos departamentos donde la victoria les viene siendo esquiva desde hace años, como Montevideo y Canelones. Pero esto no puede hacerse de cualquier manera, ya que implica una “ingeniería electoral” compleja, razón por la cual en filas blancas insistirán a partir de ahora en que las “reglas de juego” acordadas por la coalición estén escritas para que no haya dudas. Así, este consenso de que la ponderación de los candidatos a intendente para las elecciones departamentales estará definida por el desempeño electoral que cada partido tenga en los comicios de octubre, tiene que figurar a texto expreso para que la alianza termine por cristalizarse, señalaron a El País fuentes del Partido Nacional. Pero no termina acá y lo que viene explica lo lento que será este proceso de negociaciones.
Las matemáticas dan que si la coalición tiene cinco socios -blancos, colorados, cabildantes, independientes y los integrantes del Partido de la Gente, que aunque están más relegados por la salida de la política de su líder Edgardo Novick siguen siendo parte de la alianza- es probable que haya tres que no tengan expresión en ninguna de las dos candidaturas -las dos probables nacionalistas y la que se disputarán colorados y cabildantes.
¿Cómo se hace para contemplar a los que queden por fuera, de forma tal de que no queden desmotivados y su falta de militancia conspire contra el objetivo final, que es que gane la coalición con la suma de los votos de todos? Esta es la pregunta instalada entre los dirigentes de esta alianza. Por eso se analiza que los municipios, que hoy son 32 en Canelones y 10 están en manos del Partido Nacional, entren a formar parte del reparto y de hecho el lema pase a tener 15. Y también se estudia que las suplencias de los candidatos vayan para los que no tengan expresión propia en la contienda.
Niffouri a Orsi: “molesta bastante las formas”
Las agrupaciones canarias del Partido Nacional han denunciado en estos días lo que consideran como “clientelismo” por parte del intendente Yamandú Orsi, quien ya se ha llevado varios dirigentes nacionalistas par sus filas. El senador Amin Niffouri señaló en este sentido que “molesta bastante las formas” del dirigente del MPP. “Se están pasando para apoyar su candidatura nacional y a los pocos días aparecen con contratos en la Intendencia. Los canarios no tenemos por qué bancar su candidatura”, cuestionó.