Redacción El País
El uso de la palabra “dictadura” para Venezuela hizo que el Parlamento —mejor dicho, la comisión permanente que actúa durante el receso— no pudiera realizar una declaración unánime de condena al mediodía del martes. Pese a que hubo un cuarto intermedio de 15 minutos al comienzo de la sesión para acercar las partes, los legisladores volvieron a sus bancas con dos proclamaciones, una del Frente Amplio y otra del oficialismo.
Dado que el oficialismo tiene la mayoría en la comisión permanente, su declaración consiguió más votos con seis de los 10 legisladores. Por lo tanto —y tras la discusión en sala—, se declaró que “hoy nadie puede negar” que en Venezuela se vive una “dictadura”, que debe asumir la Presidencia Edmundo González Urrutia, y que el juramento de Nicolás Maduro fue la “configuración de un golpe de Estado al desconocer la contundente victoria de la oposición”.
También se denuncia que hay “violaciones a los derechos humanos sistemática, con torturas, desapariciones forzadas —incluyendo el ciudadano uruguayo Fabián Buglione—, ataques a las libertades y el desconocimiento de los más básicos derechos que configuran las bases de una democracia, cometiendo delitos de lesa humanidad que son pasibles de ser sancionados por la Corte Penal Internacional”.
La senadora del Partido Nacional, Graciela Bianchi, al comienzo de su alocución indicó que se hizo “todo lo posible” para tener una declaración conjunta con el Frente Amplio —y que le “consta el esfuerzo” del coordinador de la bancada de la oposición, Daniel Caggiani. No obstante, ambos bloques tienen “muchas posiciones diferentes que, al momento de sentarse a escribir, se traducen en palabras que no todos están dispuestos a aceptar”.
“El gobierno que está encabezado por Maduro es ilegítimo. No quiero tener discusión con nadie puntual de la oposición pero no se puede hablar de gobierno venezolano cuando es usurpador”, indicó, y remarcó: “No existe un gobierno en Venezuela”.
La moción que presentó el Frente Amplio
Por su parte, el Frente Amplio buscó declarar que el “gobierno venezolano ha profundizado su alejamiento del marco institucional impulsado por la propia Constitución aprobada en 1999”, y que el juramento de Maduro —“sin las auditorías de verificación correspondientes al proceso electoral tal como exige la legislación y solicitadas por los organismos especializados que observaron las elecciones y la comunidad internacional”— “erosionan la legitimidad del resultado y cuestionan cualquier tránsito democrático”.
A su turno —y después de que hablaran varios del oficialismo—, el senador Caggiani expresó: “¿Por qué el oficialismo no acompaña la declaración del Frente Amplio? Sé que hay muchos integrantes del oficialismo que la harían y que también es una hoja de ruta para este gobierno y el próximo. Es una señal importante que daría el Parlamento, o al menos esta comisión permanente. Pero no hay voluntad porque muchas veces algunos trabajan para los acuerdos y otros para las cámaras. Y me parece que eso tiene que quedar claro”.
También argumentó sobre la diferencias en las declaraciones: “Lamentablemente quien terminó primando es el desacuerdo. Creo que no es el conjunto de la posición de quienes nos tocó trabajar y desarrollar un importante intercambio. Pero muchas veces también nosotros respondemos a nuestras orgánicas, a nuestras fuerzas políticas y a las bancadas correspondientes, y muchas veces las bancadas no son las que terminan resolviendo”.
Caggiani, además, señaló que les “preocupa” la “situación en Venezuela” y la “situación de desamparo de los más de 8.000 uruguayos” que viven en el país. Así como también indicó que están “dispuestos a sacar una declaración concreta sobre el uruguayo del que hoy no se sabe su paradero”.
“Me toca de cerca. Mi pareja es venezolana, madre de mis dos hijos. Cuántas veces me tocó ver llorar a mi esposa por no poder ir a distintas celebraciones familiares, cuántas veces nos tocó tomar un avión a distintos lugares para ver a la familia. De hecho, cuando se dieron las elecciones, se ilusionaron. Estábamos de vacaciones con mi familia y en el hogar se dio un encuentro de varias familias venezolanas. Todos comentaban que sentían un compromiso de volver a su país para levantarlo. Todos se acostaron con una victoria y se levantaron con una derrota. Uruguay tiene el compromiso de seguir insistiendo. Lo que sucede en Venezuela es imposible de negar”.
“Hay democracia o no la hay, y si no hay, como está claro, es una dictadura y hay dictador. Uruguay no debería tener dos posturas. No debería haber tanto problema para hacer una declaración en conjunto condenando la dictadura venezolana. Lo dice el mundo entero. Hoy, usted mira el mapa de América Latina —y parafraseando algún vicepresidente que tuvo esta casa—, y la verdad es que si es dictador, si es tirano, si hay terrorismo de Estado, es de izquierda. A los cómplices no los voy a juzgar yo, a los cómplices de los tiranos lo juzga la historia y la conciencia de cada uno cuando ve lo que está pasando con otro ser humano y mira para el costado andá a saber con qué interés. Porque para mí no puede haber un interés más fuerte que la vida de las personas”.
“Algunos legisladores que han hecho grandes discursetes acá, le exigen más al Frente Amplio que a su propio gobierno porque, de hecho, Cancillería sacó una declaración el 10 de enero que no utiliza la palabra dictadura sino que usa los mismos términos que nuestra declaración. Si algo le tienen que reclamar de tibieza o de sospecha es a su propio gobierno o a su propia Cancillería. Pídanle la renuncia al Canciller o llámenlo a sala. No nos exijan a nosotros lo que ustedes mismos no hacen siendo gobierno”.