Redacción El País
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se encuentra en Estados Unidos, invitado por el presidente Joe Biden para asistir a una reunión con otros mandatario del continente. Al bajar del avión este miércoles, tenía el celular lleno de mensajes. En Uruguay acababa de estallar una nueva bomba mediática dentro de la coalición de gobierno: el canciller, Francisco Bustillo, presentaría su renuncia tras darse a conocer audios que lo comprometen en la investigación por la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset.

Una de las primeras llamadas que hizo Lacalle -si no la primera-, sin saber en detalle aún lo que había ocurrido, fue a la vicepresidenta Beatriz Argimón -presidenta en funciones debido a este viaje del mandatario-, según indicaron a El País fuentes del Poder Ejecutivo.

Minutos después de que se conociera que presentó su renuncia al cargo de canciller, Bustillo emitió un comunicado en el que sostiene que no mintió ni se apartó de la verdad durante la interpelación y acusa a la exvicecanciller Carolina  Ache actuar "de mala fe". "Las cosas no son como se las ha mostrado, pero resultan suficientemente sensibles como para haberle presentado la inmediata renuncia al Señor Presidente", puntualizó.

La dimisión del canciller se conoció apenas minutos después de que el Frente Amplio analizara el tema y reclamara el retorno inmediato del presidente Luis Lacalle Pou desde Estados Unidos. También se exigió que el mandatario “se haga cargo” de la situación y convoque de inmediato a cumbre entre todos los partidos políticos que permita “recomponer la institucionalidad”, según expresó Fernando Pereira.

“Es un tema muy grave y hay que tratarlo con mucha sobriedad”, afirmó el presidente del Frente Amplio. “Queremos salir de este tema en clave institucional, en diálogo con todos los partidos y el presidente”, apuntó.