SEGÚN RADAR
El partido que postula a la Presidencia a Guido Manini Ríos, el excomandante en jefe del Ejército destituido por Tabaré Vázquez, lleva menos de dos meses en la contienda política.
Puede que falten precandidatos u201ccomo los de antesu201d, puede que falten debates u201ccomo los de antesu201d o puede que falten electores convencidos a ir a votar en las internas, como antes. Pero si hay algo que no escasea en esta campaña electoral en curso son las sorpresas y el entretenimiento, como hacía tiempo no se daba. Ahora el protagonista es Cabildo Abierto.
El partido que postula a la Presidencia a Guido Manini Ríos, el excomandante en jefe del Ejército destituido por Tabaré Vázquez, lleva menos de dos meses en la contienda política y, a juzgar por la última encuesta de Radar -difundida este jueves en VTV-, ya se colocó como la cuarta fuerza política con 6% de intención de voto. Incluso superó a algunas colectividades que hoy cuentan con representación parlamentaria.
¿Cómo es posible? En Cabildo Abierto parecen confluir dos tipos de electores: u201cLos nostálgicos de la dictadura y los que no les interesa la política pero que reclaman mano durau201d. Así lo entiende el director de Radar, Alain Mizrahi. Prueba de ello, el ascenso del partido de Manini Ríos coincide con la caída del Partido de la Gente de Edgardo Novick, ese que llena carteles con el eslogan u201ctolerancia cerou201d.
Como sucede con Novick, en Manini puntúa más el candidato -a título personal- que el partido que representa. Tanto es así que en algunas simulaciones que lo comparan con otros precandidatos, el excomandante trepa al 11% de adhesión. Es el caso de un escenario ficticio en que los competidores fueran Daniel Martínez (FA), Jorge Larrañaga (PN) y Ernesto Talvi (PC).
Ante el sacudón de Manini, Mizrahi prefirió ser cauto y aclaró que u201ctodas las conjeturas sobre si entrará al Parlamento, si sacará un senador, quién perderá o ganará, son temerarias porque el 1° de julio, el día después de las elecciones internas, el escenario será distintou201d.
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Aun así, las encuestas vienen mostrando algunas tendencias marcadas. La última medición de Radar insiste en que el Frente Amplio pierde intención de voto desde febrero (cae de 40% a 36%), pero su caída no es capitalizada por la oposición. Es que la baja en la coalición de izquierda es proporcional al ascenso de los indecisos y quienes dicen que votarán en blanco o anulado.
u201cEl Partido Nacional no le saca votos al Frente Amplio, tampoco el Partido Coloradou201d, explicó el director de la consultora. Tras cierto ascenso a mediados del año pasado, los colorados parecen haber encontrado un techo en el 13%. Y los blancos no crecen desde febrero (hoy tienen 25%).
La literatura científica dice que los partidos que tienen competencia interna, fruto de múltiples candidaturas, suelen favorecerse a esta altura de la contienda electoral. Pero esta campaña de u201csorpresasu201d y u201centretenimientou201d, parece ser la excepción que confirma la regla. El efecto Juan Sartori agita más la interna blanca que lo que alborota hacia afuera. Y, en cambio, partidos como el PERI (2%), con candidatos únicos, aparentan llegar más fortalecidos a la recta que los separa de las elecciones nacionales.