Las Bases Programáticas presentadas por el Frente Amplio (FA) mencionan 29 veces la palabra “acuerdo”. La palabra “diálogo”, en tanto, aparece otras 20. En líneas generales, esos términos también están incluidos en los programas de los demás partidos, con al ánimo de poder llegar a un consenso en grandes temas considerados de Estado.

Sin embargo, llevarlo a la práctica no ha sido sencillo y los antecedentes históricos no auguran que se puedan concretar, al menos todos.

En los últimos 20 años, el sistema político solo fue capaz de lograr y llevar a la práctica en su totalidad uno de muchos acuerdos intentados. Fue el que alcanzó una comisión interpartidaria sobre energía, que finalizó su trabajo en febrero de 2010. En menor medida, los partidos destacan el acuerdo que dio origen a la actual ley Marco de Defensa Nacional, aprobada durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez en 2006, con el voto de todos los partidos. En el resto de los intentos o el acuerdo fracasó, o no se llevó a la práctica, o dejó fuera a una parte sustancial del sistema.

El FA ya ha dicho que entre las primeras acciones que tomará si vuelve a ser gobierno será convocar un “amplio, democrático y genuino diálogo social” para reformar nuevamente el sistema de seguridad social. Es el camino por el que optó la mayoría de la izquierda, que no aprueba el mecanismo de reforma constitucional elegido por el Pit-Cnt y algunos sectores de la oposición política. Ese “diálogo” sería entre “todas las organizaciones políticas y sociales representativas de la sociedad”. Su antecedente directo está en la “comisión de expertos”, de la que a inicios de esta administración emanó el anteproyecto de reforma previsional hoy vigente.

Entre las pautas fijadas de antemano por la oposición está la de ampliar la cobertura del sistema, con el foco en los trabajadores independientes, unipersonales y nuevas formas de relación laboral garantizando “pisos básicos” de protección. Entre otros aspectos, se irá por revisar en su totalidad el régimen de financiación del sistema y reformar a todas las cajas paraestatales. Además, se “generarán condiciones” para el acceso a la jubilación a los 60 años e impulsar un sistema basado en un pilar solidario y no contributivo, otro intergeneracional y otro de ahorro, no lucrativo. Todo, se aclaró, supeditado al “marco constitucional vigente al 1º de marzo de 2025”, y que recogerá el resultado que tenga el plebiscito del 27 de octubre.

El FA promueve además acuerdos “de amplio alcance social y político” para lograr un programa “integral y superador” en seguridad pública. A inicios de su segundo mandato Vázquez lo impulsó -de lo que solo se llevó a la práctica una parte- y el actual gobierno de Luis Lacalle Pou también, varios de cuyos puntos no fueron aceptados por el FA ni por Cabildo Abierto.

Por otra parte, el FA planteó que recurrirá a “acuerdos sociales e interpartidarios amplios” para diseñar e implementar una “Estrategia Nacional” de Educación. Algunas de sus bases ya fueron descartadas por el oficialismo, como la de retomar el diseño de “cogobierno” en la enseñanza, con la presencia de los sindicatos.

Otra de las propuestas del FA apunta a “acuerdos sociales y políticos amplios” en política exterior como política de Estado, a través del “diálogo democrático, inclusivo y participativo” de la sociedad, de forma de contribuir al “desarrollo integral del país y la defensa de su soberanía”.

Otro de los “grandes diálogos” que promoverá el FA es relativo al agua. Con una “mirada a largo plazo”, se pretende incluir allí temas como el consumo humano y de producción, el saneamiento en el interior y la recategorización de cuencas. El FA pretende “suprimir definitivamente toda posibilidad de lucro con el agua en el servicio público de abastecimiento para consumo humano”, y a priorizar la concreción del Proyecto Casupá y otras iniciativas complementarias.

Foto: Leonardo Mainé

El Programa de Gobierno del Partido Nacional menciona la promoción de tres tipos de acuerdos que deberían llevarse adelante en un segundo mandato.

Uno de ellos hace referencia al compromiso de “seguir promoviendo la negociación colectiva” en todos los sectores de actividad, buscando la “modernización” de las relaciones laborales.

Los blancos consideran que la negociación colectiva resulta ser un instrumento de “suma importancia” a la hora de asegurar el desarrollo de relaciones laborales óptimas, basadas en el “diálogo social”.

Por otra parte, los nacionalistas plantean, en su propuesta de ir hacia un “segundo piso de transformaciones”, la introducción del concepto de Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (ALTV), como un “pilar fundamental” para la formación continua de los trabajadores, sobre todo para los que buscan empleo o recién ingresan al mercado laboral.

La promoción de este concepto como política pública, se afirmó en su programa, requiere que existan compromiso político y sobre todo de “diálogo social” para abordar las reformas pendientes y elaborar las respectivas políticas intersectoriales.

Otro de los “diálogos sociales” promovidos por los blancos está orientado a actores educativos, cientistas sociales, expertos en tecnología y ciencias de datos, para estudiar la implementación de “maneras más efectivas” de aprender, enseñar y evaluar el pensamiento computacional y las habilidades y competencias en ciencia, tecnología e ingeniería.

El actual partido de gobierno también se propone elaborar una nueva normativa aduanera, para lo que piensa llevar adelante una “mesa de diálogo” con los principales actores privados para analizar las modificaciones que serían necesarias contemplar en una nueva legislación.

En tanto, el Programa de Gobierno del Partido Colorado menciona la promoción de las mesas de seguridad y convivencia ciudadana como espacio de “interacción y diálogo” en materia de seguridad pública. Una vez creado este espacio de intercambio, los colorados indicaron en su programa que debería estar conformado por autoridades, policías y vecinos. Y luego se hace especial hincapié en que la discusión y el debate entre estos actores debe estar exclusivamente enfocado en desarrollar soluciones y no en un excesivo análisis de lo que ocurrió durante las anteriores administraciones.

Foto: Ignacio Sánchez