El presidente electo, Yamandú Orsi, confirmará a todos los sectores del Frente Amplio (FA), a más tardar entre jueves y viernes, losnombres de ministros y subsecretarios que integrarán su Consejo de Ministros. El objetivo del futuro mandatario es presentar a sus colaboradores públicamente a los que serán sus colaboradores el próximo lunes. En ese sentido, el secretario general del Partido Comunista (PCU), Juan Castillo, dijo a El País que existe la "firme posibilidad" de que, en su caso, sea el próximo ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Así se habló en dos reuniones que el partido mantuvo con el futuro secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez. En la primera instancia al PCU —al igual que al resto de los grupod se les pidió que identificaran las "áreas de responsabilidad" en las que podrían proponer nombres. En una segunda, el gobierno electo les informó la manera en que se iba conformando el "puzzle" de nominaciones.
El nombre de Castillo para la cartera de Trabajo venía siendo manejado desde hace varias semanas aunque en las últimas horas esta posibilidad ha crecido sensiblemente. El secretario general del PCU dejó en claro, de todas formas, que esa designación no ha sido confirmada por "ninguna de las dos partes". Será confirmado recién en una tercera reunión, en las próximas horas.
En ese cargo le tocaría lidiar, ya al arranque de su gestión, con varios temas fundamentales. Entre ellos, el rol de articular el "diálogo social" que el futuro gobierno pretende convocar, a partir del 2 de marzo de 2025, para reformar una vez más el sistema de seguridad social.
Salario y empleo
Castillo estuvo la semana pasada en Pekín, en donde expuso ante el IV Foro del Partido Comunista de China y los partidos políticos de América Latina y el Caribe. Allí trazó algunos "parámetros" vinculados a las relaciones laborales que, dijo, forman parte de sus principios. "La dicotomía entre trabajo y salario no debe formar parte de nuestra agenda", sostuvo, al señalarla como una "falsa oposición".
"Cuando escuchamos que se crean miles de fuentes de trabajo tendemos a evitar preguntarnos cuál es el salario de esos nuevos empleos, cuáles son las condiciones laborales, cómo resolverán las trabajadoras los cuidados de sus hijos", señaló.
Para Castillo, no se puede "priorizar el trabajo a cualquier costo", al señalar que los derechos de los trabajadores —como el acceso a la seguridad social, a la jubilación y a las pensiones dignas— son responsabilidad del Estado y de los sindicatos. Allí planteó otra pregunta, que forma parte de un viejo debate en Uruguay: cómo deberían tributar las "máquinas" que contribuyan a la destrucción de empleos.
"Entendemos que los avances tecnológicos no deben ser considerados como instrumentos facilitadores de la reducción de costos", prosiguió. "El capitalismo no tiene problemas en sustituir la mano de obra por tecnología, pues su principal cometido es garantizar la acumulación". Según Castillo, "para los comunistas uruguayos, es el Estado y sus instituciones las que deben garantizar en forma permamente la formación de los trabajadores", tarea que si se deja en manos de "otros actores" esto generaría "una contradicción que no dudarían en resolver en favor del capital".
"Si creen que para eso puedo ser útil y servir yo no lo saco el bulto", había expresado Castillo en reportaje que le hicieron en Canal 5, en donde trazó algunas líneas de lo que se puede esperar de su eventual gestión. "En realidad, me gusta la negociación colectiva, me gusta resolver conflictos, buscar la forma en que los trabajadores puedan vivir mejor y que se respeten los derechos", dijo.
Castillo habló allí de la "defensa de la industria nacional, de los pequeños y medianos productores", ya que sin ellos "no tendríamos trabajo". El dirigente sostuvo que existe una "forma más equitativa de hacerlo" y que está dispuesto a "cumplir con el programa del Frente Amplio".
"No les hace mucha gracia a muchos" respondió, cuando le consultaron si los empresarios uruguayos son "duros" a la hora de negociar aumentos. "Pero asumen que es la cuota parte que les corresponde. El movimiento sindical, los trabajadores, no quieren que les regalen nada". Castillo sostuvo que también existe un empresario que "se sienta a negociar y asume responsabilidades" más allá de que "siempre tienen un librito de quejas hacia determinados derechos".