Lo que ha pasado en Artigas en estos días ha sido un dolor de cabeza para el Partido Nacional, pero de esos palpitantes, que cuesta remediar y que dejan secuelas a mediano plazo, aunque todavía sea todo muy reciente como para que los principales dirigentes de la fuerza política de gobierno puedan dimensionar el impacto de este escándalo al inicio de la campaña electoral rumbo a octubre. "Es un viento de tormenta en la frontera", graficó un legislador blanco.

Porque lo cierto es que las condenas por delitos de corrupción contra el hasta ayer de tarde intendente de Artigas Pablo Caram, la exdiputada blanca Valentina Dos Santos, y el exdirector general de la comuna Rodolfo Caram —todos por el caso de las fraudulentas horas extra otorgadas a funcionarios, y que totalizan una suma de US$ 8 millones— pegaron duro en la interna blanca. Y por más de un motivo.

El principal, además de la gravedad política que implicó la caída de tres dirigentes de primer orden de Artigas, fue la demora que supuso llegar a la conclusión de este episodio, que en gran parte se explicó por el tiempo transcurrido desde las sentencias acordadas con la Fiscalía entre el martes y el miércoles pasado y la postergada decisión de Caram de renunciar a la comuna, como lo obligó a hacerlo ayer de tarde la Corte Electoral al declararlo inhabilitado a ejercer un cargo público por tener suspendida la ciudadanía —en concordancia con la Constitución—.

El que estuvo encima de este tema fue el candidato Álvaro Delgado, quien como referente del Partido Nacional y líder activo de esta colectividad buscó que todo este escándalo se encauzara por los canales correspondientes en la última semana —procuró que Dos Santos y Rodolfo Caram renunciaran al partido, mientras que el caso del exintendente será analizado por la Comisión de Ética—, aunque no sin cierta dificultad.

Cansado por la dilatación en tomar la evidente decisión de dar un paso al costado, Delgado llamó este lunes sobre las nueve de la mañana al todavía intendente artiguense para pedirle que, "en el día", renunciara a la comuna. Allegados al candidato indicaron a El País que a pesar de que Caram estaba resuelto a esperar la definición de la Corte Electoral sobre su situación jurídica, lo que le respondió entonces era que no quería "complicar" al presidenciable, quien entonces le indicó que haría público que él aceptaba ese pedido, y que declararía a la prensa que sin más demora Artigas tendría nuevo intendente, y que el renunciante también desistiría de ser candidato a diputado.

Luego, Delgado comunicó que haría eso mismo en su comando de campaña que sesiona todos los lunes, en la sede de Bulevar Artigas.

Finalmente, antes de las 11 de la mañana, en una rueda de prensa que dio antes del acto homenaje a Luis Alberto de Herrera en Montevideo, el exsecretario de la Presidencia declaró que, tras hablar con Caram, le pidió que "renuncie a la intendencia de Artigas y que no se presente como candidato a diputado". "Nos parece importante dar esa señal y él aceptó y será efectivo en las próximas horas", agregó.

Foto: Leonardo Mainé

De esta manera, en lo que concierne al escándalo de Artigas, los blancos —sobre todo los más allegados a Delgado, que no han parado de calificar de "garrón" todo este episodio— esperan que el partido pueda pasar la página.

Pero hay quienes creen que quien asumió en lugar de Caram en las últimas horas, la escribana Elita Volpi —a quien le correspondía por la línea sucesoria luego de Dos Santos, impedida también de asumir—, no es tampoco la persona ideal, ya que ha sido indagada en un caso que terminó en la Justicia por estafa, y que ella intervino como escribana. Con lo cual, algunos dirigentes blancos hoy tienen dudas de que no quede entreabierta la puerta a nuevos cuestionamientos políticos, pese a que este caso ya tuvo un archivo (ver recuadro).

Al mismo tiempo, la defensa de todo el Partido Nacional contra los embates del Frente Amplio no fue abroquelada. Dirigentes que en otros momentos han sabido defender al partido a capa y espada, como por ejemplo el senador Sebastián Da Silva, han preferido el silencio —en el entendido de que este era un problema del sector oficialista y allí debía resolverse—, mientras que quienes salieron a respaldar a Delgado han sido figuras cercanas al candidato. Dentro de este grupo, ayer sobresalieron el diputado Martín Lema, quien valoró positivamente la forma como Delgado gestionó esta crisis y contrastó con lo que a su criterio ha hecho el Frente Amplio ante casos similares, y el asesor presidencial Luis Calabria, quien siguió la misma línea al afirmar que en el Partido Nacional "no se hicieron caravanas ni se justificó a nadie", a diferencia de la coalición de izquierda cuando reaccionó ante la corrupción en filas propias.

Por último, hubo ayer un mensaje duro, en un fuerte tono autocrítico, de parte del senador Luis Alberto Heber —quien en las internas militó por Laura Raffo— que disgustó a dirigentes delgadistas por el lugar y momento en que lo hizo, que fue en su discurso durante el homenaje a Herrera. Pero no menos cierto es que, para casi todos los dirigentes blancos, las palabras de Heber eran las que todavía no se habían pronunciado en esta fuerza política: "Para el Partido Nacional es una verdadera vergüenza la acción que han tenido el intendente y la diputada, ha sido vergonzosa para el honor y el orgullo" de esta colectividad. Y dijo más: "No hay un solo acto de corrupción de gobierno, ni uno solo, salvo este, que se podrá decir que no es del gobierno nacional pero no es excusa, hay un hecho de corrupción en un gobierno del Partido Nacional en el departamento de Artigas".

Foto: Intendencia de Artigas