LUC
La discusión de la ley de urgente consideración, que ingresó el jueves pasado al Parlamento, suma otro desencuentro entre el gobierno y el Frente Amplio.
El Frente Amplio lleva 55 días como oposición y los choques con el gobierno no han cesado. Primero fueron las críticas por el ajuste de tarifas, después los cuestionamientos a la negativa de otorgar al Pit-Cnt una cadena de radio y televisión el 1° de mayo, le siguieron las diferencias por las remociones de directores en ASSE y el nuevo round tendrá lugar en el Parlamento con el ingreso de la ley de urgente consideración (LUC).
En el medio de todo esto quedó la pandemiay el intento de la izquierda por plantear un conjunto de medidas, que no fueron tenidas en cuenta hasta ahora por el gobierno. Entre ellas, el pago de una renta básica para los cuentapropistas.
Una primera reunión entre el presidente Luis Lacalle Pou y una delegación del Frente Amplio encabezada por Javier Miranda fue auspiciosa, pero en el Parlamento al día siguiente frentistas y blancos se pasaron factura por la propuesta del Movimiento de Participación Popular (MPP) para que el descuento del 20% a cargos políticos —destinado al Fondo Coronavirus— fuera permanente.
En este mes y medio la lista de desencuentros fue mucho mayor a la de acuerdos. Dentro de los segundos se puede incluir los 34 cargos que le concedió el gobierno al Frente Amplio, con discusiones de por medio sobre el número y los lugares en Antel y Colonización.
El director de Factum Óscar Bottinelli dijo a El País que en los primeros 13 días el rol del Frente Amplio fue “clásico”, pero con la llegada del coronavirus se instaló un “juego doble” entre el oficialismo y la oposición. Como ejemplo, dijo que el gobierno de Lacalle Pou no convocó al diálogo al Frente Amplio, de la misma forma que lo hizo el expresidente Jorge Batlle en la crisis del año 2002.
Bottinelli opinó que “de ninguna manera hay una oposición dura”, aunque puede haber una parte del oficialismo que quiera presentar al Frente Amplio de esa forma. En ese marco, indicó que sin ser el presidente y su entorno “hay figuras del gobierno” que salieron a cobrar cuentas del pasado.
El director de Factum dijo que él percibe un Frente Amplio, más debilitado de lo que está y por otro lado “no se le ve una conducción fuerte” ni individual, ni colectiva a la izquierda. El hecho de que sus tres principales figuras (Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori) están en cuarentena voluntaria por el coronavirus es un factor de peso. Sumado a eso, la estrategia de la izquierda también es “poco clara”, lo que le puede dar la idea al gobierno de no tener una oposición enfrente, indicó.
Pase de factura.
El secretario general del Partido Comunista Juan Castillo dijo a El País que “formalmente” el gobierno nunca respondió ni al Frente Amplio ni al Pit-Cnt las medidas planteadas para enfrentar la pandemia. “Lo fundamental sigue siendo resolver los ingresos de los uruguayos, para que tengan lo mínimo indispensable. Lo sigue sin entender el gobierno a pesar de que hasta el papa Francisco lo planteó”, dijo.
“Se hace un discurso a un llamado a la unidad, pero a la unidad de ellos solos. La señal que nos da el gobierno no es la mejor, en cada aparición pública de los ministros no se hace otra cosa que pasarnos factura”, aseguró Castillo. En ese marco, cuestionó que se remita al Parlamento una ley de urgente consideración que no tiene ninguna medida para atender la situación de los trabajadores en la pandemia. “Uno reclama pero no se escucha”, insistió.
Castillo dijo que si se vive una emergencia nacional “no es serio” discutir más de 500 artículos en un plazo acotado. “Por más revancha política, no es justo con la democracia de nuestro país llevarnos de pesado o llevarnos a los ponchazos”, concluyó.
El vicepresidente del Frente Amplio y diputado José Carlos Mahía (Asamblea Uruguay) dijo a El País que la izquierda “se está readaptando” tras años de gobierno y esto “supone un cambio muy fuerte”. “Hemos actuado con responsabilidad porque cerramos filas en lo sanitario con el gobierno y presentamos un documento con alternativas, pero el problema es que el gobierno no tomó nota de esa actitud”, dijo.
Mahía consideró que “a veces”, Lacalle Pou desliza mensajes críticos con el Frente “sin nombrarlo” y algunos ministros “hacen un discurso mirando la gestión anterior”. “En las conferencias de prensa hablan de las bondades de las clases virtuales y no se animan a decir Plan Ceibal, ni siquiera lo nombran”, subrayó. En tanto, consideró que el envío de la LUC al Parlamento es “un punto de inflexión entre el gobierno y la oposición”. También dijo que se promovió la creencia de que el Parlamento no quiere trabajar, cuando en realidad no se acepta el formato de urgencia. Sobre el debate de fondo pronosticó un “enfrentamiento duro”.