La jornada parlamentaria de ayer fue histórica. En la mañana, la bancada de senadores del Frente Amplio (FA) anunció que promovería la expulsión del senador nacionalista Gustavo Penadés de la cámara alta, horas después de que la Justicia le imputara 22 delitos, entre ellos violación. Dos horas más tarde el Partido Nacional (PN) expresó en un comunicado su “solidaridad con las víctimas y sus familias” y la “condena” a Penadés. Caía así uno de los referentes históricos del Parlamento.
Al mismo tiempo que se difundía la declaración del PN, senadores de la coalición acordaban con el FA votar por unanimidad su expulsión del Senado en aplicación del artículo 115 de la Constitución, por “actos de conducta que le hicieren indigno de su cargo”. La unanimidad fue valorada como una “señal institucional”. De todas maneras, colorados y cabildantes chocaron con los blancos por la forma en que el partido de gobierno procesó el tema. Sería el primero de los dos cortocircuitos del día en el Senado entre los socios de la coalición, y las discrepancias quedaron en evidencia por el silencio de los legisladores del Partido Colorado (PC) y Cabildo Abierto (CA). Ni uno de ellos habló ayer en la cámara alta.
Solo hablaron blancos y frenteamplistas en la sesión de las primeras horas de la tarde, cuando se justificó el pedido de expulsión de Penadés. Luego, la coordinadora de la bancada blanca, Graciela Bianchi, pidió un cuarto intermedio para -como dijo Rodrigo Blás, quien quedó en lugar de Penadés- “respirar”.
Segundo round
Al valorar la relevancia del asunto, las bancadas habían acordado suspender la actividad de las comisiones y también el orden del día, pasarlo para la sesión siguiente, con el objetivo de que el FA fundamentara por qué pedía además la renuncia del ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
Además, los coordinadores pactaron extender el tiempo de oratoria de los legisladores. De esa manera, varios opositores expusieron diversos argumentos para solicitar la dimisión de Heber. El FA desplegó entonces su artillería contra el secretario de Estado, pidió que lo cesen por “acción u omisión” puesto que, sostuvieron, hubo una “investigación paralela” en la Policía para obstruir la que se desarrollaba contra Penadés. Otra de las razones esgrimidas para solicitar que dimitiera fue expuesta, entre otros, por el senador socialista José Nunes, quien planteó que Heber respaldó en el Parlamento “a su amigo” cuando se conoció la primera denuncia en sus contra.
Mientras hablaban los senadores opositores, en la bancada de la coalición multicolor se percibían más cortocircuitos; es que aún en la tarde no había una estrategia acordada de defensa del ministro, por lo que pidieron un segundo cuarto intermedio. Cuando los legisladores del oficialismo reunidos discutían qué postura tomar, llegó el mensaje del presidente Luis Lacalle Pou, quien respaldó a Heber y negó la “investigación paralela” en la Policía.
Minutos después, en conferencia de prensa, el ministro también defendió la gestión de la Policía en este caso y señaló a un par de efectivos por conductas ilegales.
Al volver a sala, el senador Aníbal Pereyra, del MPP, acusó al presidente de “mentir” e insistió en llamar “investigación paralela” a las conductas de, al menos, un par de policías. En defensa de Heber, en filas de la coalición multicolor, solo habló Blás en el Senado, y lo hizo en la misma línea que el ministro, usando sus mismos argumentos.
Finalmente, el FA no logró los votos para que el Senado le pida la renuncia a Heber, pero dejó en evidencia ciertas dudas que genera la gestión de seguridad en la coalición multicolor. El silencio de otros blancos en sala, más allá de Blás, de colorados y cabildantes, así lo revela. Oficialismo y oposición avizoran un nuevo round: una interpelación a Heber por parte del FA, en la que la coalición deberá confirmar hasta dónde llega su respaldo al ministro.
Diputados
La jornada legislativa no terminó con la sesión del Senado, sino que continuó de tardecita en la Cámara de Representantes, puesto que Penadés había asumido al principio de la legislatura como diputado, banca que no ocupaba por estar en el Senado desde marzo de 2020, cuando suplantó a Heber en la cámara alta, quien pasó a integrar el Ejecutivo.
La comisión de Asuntos Internos de Diputados consideró pertinente “remover” a Penadés también de la cámara baja por “actos de conducta que lo hacen indigno de su cargo”, moción que fue aprobada por unanimidad, por los 85 diputados presentes en sala.
A su vez, diputados del FA plantearon discutir como asunto político “el involucramiento que se ha develado en las últimas horas del Ministerio del Interior en investigaciones de alta sensibilidad en curso”, en particular porque la fiscal Alicia Ghione “relata que entre las personas que están detenidas y están siendo investigadas por obstaculizar a la Justicia y estafa procesal” está el director del ex Comcar, Carlos Taroco. El debate en la cámara baja por este asunto se extendió, al menos, hasta la noche, como preámbulo de una probable interpelación contra Heber, que algunos senadores frentistas prevén que se concrete la semana próxima.
Solo Dios
“Lo político sin esperar lo jurídico”. Ese fue el argumento de senadores blancos para promover la expulsión de Penadés de la cámara alta. La decisión comenzó a tomar fuerza en la noche anterior, apenas se conoció su imputación, y tomó forma a partir de las 8 de la mañana, con un intenso intercambio en el grupo de WhatsApp de la bancada.
La justificación es que el Senado tiene facultades para juzgar a sus integrantes, más allá de lo que indique el Poder Judicial. Legisladores plantearon que Penadés está “condenado por la opinión pública” y que no había cómo sostenerlo, porque renunció al partido a principios de junio y por lo “aberrante” de los delitos por los que se lo acusa. En la bancada blanca admiten que se trató de una decisión política, sobre la base de una “convicción” de que cometió estos delitos.
Colorados y cabildantes no estaban convencidos de votar la expulsión y, en los hechos, la aprobaron por seguir a los blancos. El senador colorado Adrián Peña se quejó en la reunión de la coalición, debido a que los nacionalistas “anunciaron a los medios” su propuesta de expulsarlo antes de ser discutida por la bancada multicolor. “Nos embretaron”, admitió.
Los colorados plantearon que, jurídicamente, Penadés debe presumirse inocente, ya que no fue condenado. Si bien “nadie pensaba defender a Penadés”, alertan que “si lo jurídico está por encima de lo político”, deberían haberse esperado los fallos correspondientes. “Es un precedente expulsar a alguien sin condena; nuestros asesores jurídicos no lo recomendaban”, reconoció Peña.
Similar postura mostró el senador Guillermo Domenech, de CA. Los tres votos cabildantes, dijo, fueron determinados por la “voluntad de su propio partido de expulsar a Penadés”. “Ellos deben conocer más que nosotros sobre su situación. No conocemos el expediente ni tenemos ninguna prueba para acusarlo; solo el auto de imputación”, alegó, y citó el artículo 4 del Código del Proceso Penal, que establece que “ninguna persona a quien se le atribuya un delito debe ser tratada como culpable, mientras no se establezca su responsabilidad por sentencia ejecutoriada”.
“Solo Dios sabe si es responsable de lo que se le imputa”, estimó el cabildante. De todas formas, Domenech sostuvo que correspondía el cese de Penadés en aplicación del artículo 80 de la Constitución, puesto que estipula que la ciudadanía se suspende cuando existe una posible pena de prisión, lo que haría que el exsenador no pudiera cumplir una condición indispensable para ser legislador.
Desconozco
Lacalle dijo que “la Justicia se ha pronunciado”, que “hay un inicio de pronunciamiento al respecto”. “No es un día fácil, es un día muy triste. De confirmarse en una sentencia esta situación, es una persona que desconozco. No es la persona que uno conoció”, agregó. Al ser consultado sobre su respaldo a Penadés tras la primera denuncia en su contra, dijo que “la situación ha cambiado”. Luego, criticó al FA por pedir la renuncia del ministro -lo que la coalición de izquierda hace por tercera vez-, y defendió a Heber y el accionar de la Policía, porque, “lejos de encubrir o mirar para el costado, hace la investigación y aporta estos elementos para que se pueda saber lo que existía”.
Por su parte, el ministro dijo en conferencia de prensa que se sintió “dolido, traicionado y engañado” por Penadés, quien “no es la persona” que conoció. “La fiscal dice que es quien incautó el celular” del senador, “y tiene razón, pero ella no es quien desgraba y analiza la información; es la Policía”, la misma fuerza, destacó, que identificó a los efectivos que sacaron datos de forma ilegal del sistema de seguridad pública para dársela a Penadés. Además, negó una “acción de la Policía de seguimiento a las dos víctimas conocidas” que dicen que se “sienten seguidas y vigiladas”.
En la tarde, la vicepresidenta Beatriz Argimón se había distanciado del ministro, al decir en sala, sin nombrarlo, que “cuando alguien habla o plantea un abuso, lo primero es no desacreditar a quien lo dice, sino escuchar con atención”. Heber había acompañado a Penadés cuando en una conferencia de prensa negó en marzo que hubiera abusado de menores. El ministro había apuntado contra Romina Celeste, su denunciante, por “difamación”. Cuando Nunes, del FA, recordó ayer que Penadés dio aquella conferencia en el Parlamento junto a Heber, Argimón lo corrigió: “Acá no se le permitió hacerlo; en esta casa, sí, pero no en el Senado”. (Producción: Fabián Cambiaso y Pamela Díaz)
Sebastián da Silva - senador del Partido Nacional (lista 40)
“Es hora de pedirle perdón a cada una de las víctimas de este espantoso episodio. No nos dimos cuenta que estábamos al lado de un monstruo. Tengo culpa de no haberme percatado de lo que estaba pasando. No puedo evitar mi propia culpa, pese a que nunca le creí”.
Daniel Caggiani - senador del Frente Amplio (MPP)
“El presidente una vez más se equivocó: decidió ratificar (a Heber). Perdió la oportunidad de decir ‘nos equivocamos’. Debería haber dejado investigar a la Justicia sin hacer declaraciones. Capaz algunos van a tener que empezar a agrandar la cárcel de Florida porque van a quedar más adentro”.
Guillermo Domenech - senador de Cabildo Abierto
Senadores del Partido Nacional “deben conocer más que nosotros sobre la situación” de Gustavo Penadés. “No conocemos el expediente ni tenemos ninguna prueba para acusarlo; solo el auto de imputación. Solo Dios sabe si es responsable de lo que se le imputa”.
Adrián Peña - senador del Partido Colorado (Ciudadanos)
“Nos embretaron” los blancos con su declaración de la mañana sobre Gustavo Penadés, sentenció el líder del sector Ciudadanos. Aunque “nadie pensaba defenderlo, es precedente expulsar a alguien sin condena; nuestros asesores jurídico no lo remendaban”, subrayó.