Crysol, la organización que nuclea a los ex presos políticos encarcelados antes y durante la última dictadura, rechazó en el Parlamento el proyecto de ley que otorga el beneficiode la prisión domiciliaria preceptiva, “de oficio y sin más trámite” a “aquellos delincuentes” que, siendo mayores de 70 años, están encarcelados por delitos vinculados al terrorismo de Estado. Y lo hizo con graves cuestionamientos hacia Cabildo Abierto, el partido que fue el propulsor original de esa iniciativa.

El presidente de la organización, Gastón Grisoni, definió a los liderados por Guido Manini Ríos como "fervientes defensores públicos de los terroristas estatales" que han sido procesados por la Justicia y que hoy cumplen pena en la Unidad 8 Domingo Arena. De allí que, aseguró, la intención del proyecto está clara. A su juicio, los cabildantes pretenden beneficiar a estos militares, muchos de ellos camaradas de armas, con un "alivio importante" en sus condiciones de reclusos. Lo hacen, aseguró el militante, ante la imposibilidad de promover un nueva ley de "amnistía" para impedir nuevos procesamientos y formalizaciones de los responsables de violaciones a los derechos humanos.

El planteo fue realizado este martes en la Comisión de Constitución y Legislación del Senado, que viene analizando el tema. Grisoni acusó por otra parte a los senadores de Cabildo Abierto de desconocer los principios básicos de la normativa internacional referida a los derechos humanos. Allí, el integrante de Crysol recordó que los presos de Domingo Arena han sido condenados o formalizados por delitos que la normativa internacional, ratificada por Uruguay desde el Tribunal de Nüremberg, considera gravísimos. Apuntó a su vez que todos, en su momento, tuvieron todas las garantías legales que ofrece la democracia uruguaya al momento de ser juzgados.

También que están alojados en una cárcel en la que tienen garantizadas las mejores condiciones posibles, sin hacinamiento, con todas las comodidades básicas y la debida atención médica. Condiciones "envidiables" que, dijo, cumplen con la máxima artiguista: "Clemencia para los vencidos".

Al igual que otras organizaciones que rechazan el proyecto, Crysol sostuvo que el instituto de la prisión domiciliaria ya se aplica y varios de los represores condenados han podido acceder a ese beneficio. Grisoni mencionó entre ellos a varios "delincuentes" como Juan Modesto Rebollo, Mario Aguerrondo y Ricardo Arab.

Otorgarles ahora ese beneficio en forma preceptiva a muchos de ellos, aseguró, violentará el legítimo derecho de las víctimas a la Justicia, "degradará" a la democracia uruguaya y favorecerá a los "peores criminales" del país: Jorge "Pajarito" Silveira, Eduardo Ferro, Lawrie Rodríguez, Ricardo Medina o José Sande Lima, entre otros.

El pedido de Crysol fue concreto: el proyecto debería excluir en forma específica a todos los condenados y procesados por violaciones a los derechos humanos durante el pasado reciente, cualquiera sea la tipificación penal que se haya usado.

El senador cabildante Guillermo Domenech acusó recibo de los señalamientos. "No soy amigo de los que están en Domingo Arena, no los conozco, no he visitado esa cárcel y no tengo ninguna relación con ellos", aseguró. El legislador rechazó que él o su partido sean sus defensores y sostuvo que los encarcelados en esa prisión ya han tenido un "castigo social" además del jurídico.

Domenech aseguró que, de la misma manera que condena la "locura" de los que en el pasado reciente decidieron empezar a "poner bombas, secuestrar gente, robar bancos y matar a inocentes", también condena la "locura" de las violaciones y torturas ocurridas durante la dictadura. "También les digo que estas situaciones se vivieron repetidamente, y siempre terminaron con leyes de amnistía o perdón, porque yo me puedo pelear con el vecino, pero no puedo vivir peleado con él".

El senador llamó a superar la etapa histórica del pasado reciente. "Ahora tenemos el problema del agua, de la frontera, de los uruguayos que se van a vivir a Argentina porque es más barato", dijo. "Estos son los problemas de los uruguayos de hoy, y no creo que sea bueno echarles en la mochila los problemas de los uruguayos que ya somos un poco viejitos", apuntó. "No podemos vivir en los rencores de esa época".

Ante sus interlocutores, Domenech trató de explicar la intención de su partido detrás de esta iniciativa, que en su versión actual fue reformada a partir de un proyecto presentado por el Partido Nacional. "Es un espíritu de reconciliación y de superar el pasado", aseguró. "Comprendo que si a mí me mataron un familiar, si me violaron o si me torturaron, yo tenga en mi fuero íntimo ese enojo, esa molestia, ese dolor. Pero ya pasó mucho tiempo". Y, como "amante" del derecho romano, recordó que ese sistema legal incluye los institutos de la prescripción y de la amnistía.