PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

En su borrador de plan político 2022-2023, el Frente Amplio plantea como principal tarea “fortalecer el perfil opositor”, “estableciendo una impugnación permanente y sistemática” del modelo oficialista, y mostrándose como alternativa para recuperar el poder.

El documento titulado: “Esquema borrador de cara al proceso de elaboración del plan 2022-2023” -al que accedió El País- tiene seis páginas y supone un insumo para una primera discusión de cara al proceso de elaboración de un plan político a aprobar en el Plenario Nacional del próximo 4 de junio. El texto surge de los intercambios realizados en el Secretariado y la Mesa Política, así como de una reunión con las presidencias de las comisiones realizada el pasado martes 10.

En el borrador se reconocen dos modelos contrapuestos de país: por un lado, el que definen como el de “la coalición conservadora” -que afirman es “concentrador y excluyente”-; y del otro, “el del bloque social y político de los cambios”, denominación que se utiliza para describir la alianza entre el Frente Amplio, el Pit-Cnt y otras organizaciones sociales.

“El modelo de país del bloque de poder, que expresa políticamente la coalición conservadora, ha dejado claro su rumbo en la Ley de Urgente Consideración (LUC), en el recorte social del Presupuesto Nacional y en la política salarial”, subrayan. En ese marco, indican que dentro de la coalición de gobierno “hay dificultades para implementar su proyecto con consensos sociales” y como ejemplo mencionan otra vez la LUC.

De todos modos, reconocen que el bloque opositor tiene “debilidades en la articulación” y “dificultades para construir un marco unitario que admita la enorme diversidad” que supone el espacio. Según sostienen, el proceso de referéndum “es un testimonio condensado de las potencialidades y dificultades”. Como meta, hablan de la necesidad de “recomponer confianzas” con sectores con los que el FA se había distanciado: feminismo, capas medias, periferia en todo el país, ruralidades, mundo de las artes y la academia, y las juventudes.

Desde el FA se identifica a la Rendición de Cuentas como “un mojón” para establecer nitidez respecto a la existencia de dos proyectos de país. “Es necesario articular el debate parlamentario con un fuerte proceso de movilización e intercambio con la sociedad en todo el país”, aseguran.

Por otro lado, señalan que “es necesario reconocer la incapacidad del gobierno para establecer un ámbito de diálogo y una propuesta de reforma integral para la seguridad social”. En tanto, se propone realizar el sábado 11 de junio una jornada nacional de movilización frenteamplista donde se debata el plan político en reuniones abiertas.

Para el año 2023, el FA no se propone armar el programa ni definir candidaturas, pero sí establecer “el marco unitario” para volver al gobierno nacional y recuperar gobiernos departamentales y municipales. En ese marco, llaman a que los debates se hagan en un clima de “enorme fraternidad” que permita “prepararse” para que el FA en 2024 “esté en condiciones de disputar las elecciones en un contexto de adversidad de recursos y medios”.

Además, el FA se propone aumentar la cobertura de la red de comités de base (alcanzando los 500) y la cantidad de militantes activos (para llegar a 15.000). A su vez, que los mismos se conecten de forma permanente con “45.000 compañeros y compañeras en todo el país” para el desarrollo de actividades específicas en momentos de campaña.