Redacción El País.
Los aportes que hace el Estado y el dinero que donan o se les retiene a los militantes, dirigentes y cargos de confianza son dos mecanismos habituales que utiliza el sistema político para financiarse.

Mediante esos rubros los seis partidos con representación parlamentaria lograron ingresar a sus arcas más de $ 138 millones en el último ejercicio declarado. Sin embargo, según las rendiciones de cuentas entregadas a la Corte Electoral, al menos tres de ellos enfrentan números “en rojo”.

Uno de ellos es el Frente Amplio. La fuerza opositora afirmó ingresos por $ 66,4 millones en 2022, el último, con registros consolidados en poder del organismo de contralor. El 68% corresponde a “aportes de cargos políticos” y de “adherentes”, más unos $ 12 millones por “contribuciones” y “otros”. No obstante, el Frente Amplio tuvo egresos por $87 millones en varios ítems. Unos $ 32 millones se destinaron a gastos de funcionamiento y remuneración de funcionarios. Otros $ 23,1 millones los invirtió en la campaña por el referéndum, que finalmente fracasó en su apuesta por derogar 136 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Unos $ 21 millones fueron para aportes a coordinadoras y departamentales, y $ 8 millones en el funcionamiento de su presidencia, mesa política y comisiones.

Cabildo Abierto declaró ingresos por $ 35,5 millones en 2022. El 77% fue por aportes de cargos políticos, cesiones de partidas de legisladores y afiliaciones. Sin embargo, la fuerza liderada por el senador Guido Manini Ríos cerró el ejercicio con un saldo negativo de $ 3 millones. Entre las salidas, declaró gastos por $ 13 millones en salarios de los secretarios de los legisladores, $ 8 millones en los sueldos y honorarios para la gestión del partido y casi $ 4 millones en sedes, eventos y apoyo a sus agrupaciones. Además, otros $ 5 millones se perdieron por “diferencia de cambio”, según la declaración. Al igual que el Frente Amplio, el partido tuvo dos ejercicios negativos.

Otro con números deficitarios en los últimos ejercicios, según su rendición, fue el Partido de la Gente. En su caso fue en 2021. Declaró ingresos por $ 537 mil de aportes públicos, y debió pagar más de $ 1 millón por “reintegro de gastos de campaña electoral”. Sin embargo, como declaró un saldo inicial de $ 1,2 millones, cerro el ejercicio con un saldo positivo de $ 687 mil.

Lo mismo le sucedió al Partido Independiente en 2022. Tuvo ingresos de $ 6,5 millones, en su mayoría, por aportes de dirigentes y cargos. Pero sus egresos fueron por $ 7,3 millones entre gastos de funcionamiento, eventos y campañas. En la campaña de la LUC, el partido invirtió $ 1 millón. Pero, como inició el año con $ 6 millones, también finalizó en positivo.

El Partido Nacional es la fuerza política que declaró mejores resultados. Con un saldo inicial de $ 24 millones, en 2022 declaró ingresos por $ 48 millones. El 67% fue por aportes de cargos políticos y adherentes.

Por su parte, los nacionalistas declararon egresos por $ 43 millones, de los que $ 14 millones fueron para sueldos de funcionarios, $ 7 millones para apoyo a los sectores y $ 3,5 millones para la campaña en defensa de la LUC, entre otros. Su balance de 2022 culminó con $ 23,2 millones en positivo.

El Partido Colorado declaró ingresos por $ 12,5 millones, en su mayoría, por aportes de cargos políticos y legisladores. Con eso financió $ 8,9 millones para gastos de funcionamiento, retribuciones, reuniones, eventos, sesiones de la convención y aportes a las departamentales. Los colorados presentaron así una diferencia positiva de $ 3.6 millones en su balance.

El Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) declaró ingresos en 2022 por $ 4 millones, en su mayoría, generados por aportes públicos. La agrupación gastó $ 3,5 millones en alquileres, traslados y arrendamiento de espacios radiales. Pero, como presentó un saldo inicial de $ 10,9 millones, al cierre del año pudo exhibir un resultado positivo de $ 11,4 millones en su rendición de cuentas.