Informe

¿Cuánto invierte el sistema educativo por cada niño que va a la escuela?

En promedio son $ 70.000, pero la cifra difiere según el centro educativo; el 88% del dinero es para el pago de salarios

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Inicio de clases con pandemia de coronavirus
Escolares acudiendo a clases.
Foto:Francisco Flores/Archivo El Pais

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Por Maite Beer
El presupuesto anual de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para el año 2022 fue de US$ 2.300 millones y el 88% de este presupuesto se destinó a los salarios de los maestros y otros trabajadores de los centros educativos. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) publicó un informe sobre el costo salarial anual por alumno en Educación Inicial y Primaria, que en promedio equivale a $ 70.000.

Si bien este cálculo deja por fuera el gasto en materiales de estudios, luz, agua, alimentación (si la hay) y otros gastos de funcionamiento, esto en conjunto solo representa el 12% del total de la inversión anual por estudiante, es decir que la mayor cantidad se destina a la financiación de los docentes.

Esto sucede “en todo el mundo”, explicó a El País Héctor Bouzón, que encabeza la Dirección Ejecutiva de Gestión Institucional de la ANEP y dijo que el capital humano es lo más costoso de cualquier institución educativa, dejando de lado la inversión inicial para la construcción de la escuela. Lo que sí mueve la aguja es si el centro brinda servicios de alimentación.

Más allá de que la mayor parte de la inversión por alumno es para salarios, este dinero varía mucho dependiendo del tipo de centro (ver gráfica). En el caso de las escuelas rurales el gasto salarial asciende a $ 142.000 por estudiante, mientras que las escuelas urbanas comunes esto tienen un costo de $ 54.000 por año.

El incremento del gasto en las escuelas rurales se debe a que los grupos son muy reducidos (incluso son clases multigrado), por lo que la relación entre la cantidad de alumnos y los gastos fijos aumenta lo volcado en total por alumno. Además, se le otorga incentivos a las maestras y algunas de ellas incluso deben quedarse a dormir en el centro por ubicarse muy lejos de la ciudad.

Los otros dos centros que tienen un mayor gasto son las escuelas de tiempo completo (de ocho horas) y de tiempo extendido (de siete horas) que tienen inversiones salariales por alumno de $ 100.000 y $ 97.000. La diferencia en comparación a las escuelas urbanas comunes, que tienen un gasto anual de $ 54.000 por alumno es, por tanto, que las maestras dan clases doble horario. Además, en estos centros se cuenta con almuerzo, lo que aumenta aún más el costo global.

Por otro lado, los jardines de infantes hacen un gasto de $ 65.000 por niño y en las escuelas del programa Aprender (Atención Prioritaria en Entornos con Dificultades Estructurales Relativas) de $ 60.000. Por último, los centros de práctica tienen una inversión salarial anual por cada alumno de $ 54.000.

Uno de los datos más llamativos del informe es que en las escuelas que tienen una menor asignación de recursos, con un gasto por alumno de entre $ 31.000 y $ 51.000 por año, se concentra el 30% de la matrícula total de la ANEP. En tanto, en las escuelas con mayor inversión -con una inversión promedio de $ 132.000- está solo el 10% del alumnado.

Es más, las escuelas Aprender reciben casi la misma cantidad que las escuelas urbanas comunes, con más de 85.000 alumnos en 237 centros, y aun así la inversión por alumno es menor que en otros tipos de centros educativos.

El Ineed, justamente, enfatiza este dato e indica que las escuelas Aprender “a pesar de ser parte de una política focalizada con el fin de atender a la población más vulnerable, no se ubican dentro de los tramos más altos de gasto salarial por alumno e incluso se encuentran por debajo del promedio nacional”. Desde esta óptica, la Ineed destaca que este resultado es “muy relevante y alarmante” porque va en contra de “la idea de equidad en la distribución de recursos”.

Sin embargo, una fuente del Codicen apuntó que no tiene sentido comparar a las escuelas Aprender con las de tiempo completo o tiempo extendido porque a mayor carga horaria, mayor costo.

Al tener en cuenta el desempeño, cuando se vincula la vulnerabilidad con el gasto salarial y la repetición, se ve que los centros con menos inversión presentan mayor repetición y, a su vez, son los más vulnerables.

Los investigadores también decidieron comparar a las escuelas de tiempo completo, que presentan un nivel de vulnerabilidad por encima del promedio nacional, con las escuelas de tiempo extendido, que reciben una población menos vulnerable: mientras que las primeras tienen un gasto por alumno algo por encima del promedio, en las segundas la inversión por niño es francamente superior al promedio nacional, lo que, en consecuencia, iría en contra de una distribución que busque mitigar las desigualdades de origen.

Antigüedad docente.

Al desglosar el costo salarial, el Ineed detalla que el 79% del peso de los sueldos está representado por la docencia directa, mientras que el porcentaje restante lo abarca la docencia indirecta (10%) y los funcionarios de gestión (11%). Dentro de la docencia indirecta, el 90% de lo que se gasta pertenece a los directores de los centros.

El instituto se detiene en un punto clave de la inversión salarial: el maestro que gana más es el que tiene más antigüedad, y este es el que tiene potestades de elegir primero en qué centro trabajar. A lo largo del tiempo esto ha generado cuestionamiento, pues hay quienes piensan que los maestros con más experiencia deben ir a las escuelas que más lo necesiten.

Los centros que concentran a más maestros con 20 años o más de ejercicio son las escuelas de tiempo completo, con un 44% de educadoras con esta trayectoria y le siguen las escuelas de práctica, con el 33% de profesionales antiguos. Por el contrario, las que concentran la menor cantidad de maestras experimentadas son las escuelas Aprender (24%) y las de tiempo extendido (22%).

Es decir que la mayoría de las maestras con mayor grado eligen dar clase en los centros de menor vulnerabilidad y, dado que esto implica mayor gasto salarial, resulta “en una situación contraria a una mayor equidad”, según Ineed.

Esto demuestra que los esfuerzos realizados por compensar a los docentes que trabajan en contextos más vulnerables no han sido suficientes ni atractivos para retener a los cargos docentes con mayores remuneraciones”, señaló el organismo.

Bouzón dijo que el incentivo para que los maestros elijan trabajar en los centros menos favorecidos es un aumento salarial de $ 5.000. Frente a la pregunta de si le parecía poco o mucho este incentivo, que según Ineed no es suficiente, señaló que “puede hacer la diferencia” al representar un aumento del 20% del suelo para los docentes más jóvenes.

Aun así, el instituto de investigación destaca que las escuelas con menor costo salarial son, en su mayoría, las menos vulnerables (quintil 5), pero para el resto de los quintiles del índice de vulnerabilidad social el costo promedio es similar. Además, también reconocen que, en términos de tamaño de grupo, los centros con más pobreza tienen las clases con menos estudiantes y la mayor cantidad de horas de docencia, lo que refleja una decisión que apunta a ofrecer mejores recursos para esta población.

$ 2.800 millones en infraestructura

Este año la ANEP destinará más de $ 2.800 millones en obras de infraestructura en centros educativos, de los cuales $ 1.047 millones serán para mantenimiento. Esta última cifra representa cerca del doble de lo destinado en 2020, cuando la inversión fue de $ 662 millones.

“Vamos a cortar menos cintas, que es lo que políticamente es redituable, pero estamos licitando miles de metros de azotea, cambios de mampostería, cerramientos, arreglo de humedades, etcétera, para darles condiciones de estudio a los estudiantes y de trabajo a funcionarios y docentes”, remarcó Robert Silva a El País en marzo.

Un informe de la Dirección Sectorial de Infraestructura del Consejo Directivo Central (Codicen) de ANEP, al que tuvo acceso El País, indica que en 2023 habrá unas 738 obras de mantenimiento por unos $ 1.047 millones. Esto implica un salto respecto a 2021 y 2022 cuando se destinaron unos $ 800 millones con este fin. Estas obras se realizarán en tres etapas a lo largo del año.

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