No va a responder. Está abocado cien por ciento al gobierno”, avisó de arranque el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, que en seguida procuró dar tranquilidad a la militancia. “Lo vamos a convencer, más adelante”. Se refería a la candidatura presidencial de Álvaro Delgado, en un acto en el que el secretario de la Presidencia se negó a confirmar lo que todos dan por hecho. Fue ayer en un evento de su lista, la 404, “un grupo de amigos”, como lo definió la senadora Graciela Bianchi al ser “entrevistada” por las animadoras del evento.
La premisa del acto fue clara y así se manifestó en los discursos con miras a que en 2025 “un blanco le pase la banda a otro blanco”. Y también que Delgado “será el próximo presidente de todos los uruguayos”.
La 404 -que celebra sus 15 años de existencia- se considera, en palabras del ministro de Transporte, José Luis Falero, “el corazón del gobierno”.
Fue por ello que durante el evento las referencias al gobierno fueron recurrente, buscando colocar al sector como el fiel reflejo de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou, cuya figura registra altos niveles de aprobación entre los uruguayos, según las encuestas.
Esa intención llegaba hasta los aspectos organizativos, a cargo de funcionarios que durante el día trabajan en la Torre Ejecutiva. También en cuanto a las presencias destacadas. Varios ministros, el secretario personal del presidente y hasta Lorena Ponce de León asistieron desde la primera fila al evento en respaldo a Delgado. En primera fila también estaban dos “recién llegados” al grupo: el exdiputado frenteamplista Darío Pérez y la exsecretaria general de Adeom, Valeria Ripoll.
Durante su oratoria, Delgado reivindicó su identificación con el gobierno que integra y apuntó a la Lista 404 como la “columna vertebral” del Partido Nacional y de la gestión liderada por Lacalle Pou. “Estamos orgullosos de nuestro presidente”, señaló.
Aunque evitó hacer referencias explícitas a 2024. Delgado dijo que aún no es tiempo de campaña, pero reconoció que a nivel electoral se están “calentando motores”.
El secretario de Presidencia articuló su discurso en tres ejes temáticos. Por un lado, habló de un gobierno que llegó para “ordenar la casa” pero que enseguida debió hacer frente sucesivamente a “cinco crisis” en lo que va de la gestión: la pandemia, la invasión rusa a Ucrania, la sequía en el verano, la reciente crisis hídrica y la brecha cambiaria con Argentina. “La gente nos votó para hacernos cargo”, aseguró.
Aun con todo, subrayó, este gobierno se embarcó en transformaciones. “Y también bajamos impuestos”, recordó. Entre las transformaciones, mencionó a la ley de Urgente Consideración (LUC). “Nos otorgó más libertad y derechos”, aseguró. También la reforma educativa, las obras que permitirán un nueva fuente de agua potable a partir del proyecto Neptuno y la recuperación de la confianza y la inversión internacional. “Uruguay se fortaleció como modelo y está pronto para avanzar hacia nuevos horizontes”, destacó.
Luego Delgado se preguntó qué hubiera pasado con todo esto si en 2019 el gobierno hubiera quedado en manos del Frente Amplio. “La casa está en orden”, aseguró el secretario de la Presidencia, para el que ahora es tiempo de poner en marcha una agenda de desarrollo “superadora”.
Mirando a una bandera con su nombre junto a la palabra “presidente”, Delgado subrayó que ese día no iba a responder a esos pedidos. Y de hecho, lo que hizo fue realizar una advertencia a la militancia: hay mucha gente, sin vinculación partidaria, que está comenzando a evaluar al gobierno. E hizo un “pedido enorme” a la militancia: que salgan a la calle y “le cuenten a la gente lo que hicimos, que cumplimos lo que prometimos y que valió la pena cambiar”. Y, sobre todo, que sientan que vale la pena “renovar la confianza” en esta línea de gobierno. “Para eso, siempre cuenten conmigo”, concluyó.
Un pedido y una advertencia: “No nos olvidemos de Montevideo”
Antes de que comenzara a hablar Delgado, varios dirigentes de Aire Fresco desfilaron por el estrado relatando la historia del grupo y qué significa pertenecer a él. Ninguno despertaba mayor interés hasta que habló la secretaria de Derechos Humanos de Presidencia, Sandra Etcheverry. Con la mira del sector puesta en renovar el gobierno nacional en 2024, la jerarca realizó un pedido específico a su grupo: “No nos olvidemos de Montevideo”, reclamó.
El planteo era claro. Los nacionalistas carecen hoy de una figura de proyección específica para las próximas departamentales capitales, luego que Laura Raffo optara por pasar al ámbito nacional en busca de una candidatura presidencial. Varios integrantes de la 404 recordaron al instante que, de manera informal, en el sector se ha mencionado la posibilidad de que uno de sus referentes, el ministro Martín Lema, pueda correr la carrera por Montevideo. Por el momento, no existe ningún planteo ni ofrecimiento formal, alguno, pero el nombre del ministro es prácticamente el único que hoy se menciona en esas filas.
Los blancos, al igual que el resto de la coalición, deberán definir primero si competirán junto a los socios de la coalición de gobierno bajo un lema común a las departamentales, ya sea en todo el país o en casos puntuales. Si así sucede, deberá crearse un nuevo lema y sus candidatos no podrán postularse por sus respectivos partidos en octubre de 2024, lo que supone un desafío estratégico.
Etcheverry insistió, en medio de aplausos y comentarios de aprobación: ganar en Montevideo es posible. “Se puede ganar, si se quiere”, concluyó.