Cumbre en Bruselas: las razones por las que Lacalle va sin expectativas y el gobierno critica la organización

En Presidencia cuestionan la “improvisación” del cronograma y que los mandatarios no expongan.

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El presidente Luis Lacalle Pou.
Presidente Luis Lacalle Pou.
Foto: Estefania Leal/Archivo El Pais

Si al presidente Luis Lacalle Pou se le pregunta qué espera de lacumbre de la que participará este lunes y martes en Bruselas (Bélgica) y que congregará a presidentes y jefes de Estado de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mandatario alza sus hombros en señal de resignación. Y diría que no espera “nada”, porque entre otras cosas no habrá un plenario en el que hablen los presidentes, indicaron a El País fuentes de Presidencia.

Pero además son muchas las dudas que desde hace días hay en el gobierno uruguayo sobre la efectividad de este encuentro mundial entre dos organismos que solo se han reunido dos veces, y que ni siquiera está claro, al menos a 48 horas de la primera jornada, el cronograma de esta reunión, que ha tenido “idas y venidas” en su organización.

“Hay muy pocas expectativas en esto, además de mucha improvisación”, agregaron los informantes.

El interés, en todo caso, estará centrado en lo que ocurra por fuera de la agenda formal de la cumbre, que tendrá varias mesas redondas en las que participarán las distintas delegaciones para tratar asuntos que van desde la problemática del narcotráfico y la delincuencia transnacional, hasta la transición energética, las finanzas sostenibles y los mercados de bonos.

Pues como se sabe desde hace tiempo, y en Uruguay lo tienen presente particularmente como un momento “clave” para terminar de conocer si habrá chances o no de un avance concreto, lo que estará de fondo son las dilatadas negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea para alcanzar un acuerdo de libre comercio convenido en 2019 pero todavía no ratificado.

La UE todavía espera una respuesta del bloque sudamericano a una adenda con explícitas exigencias ambientales que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ya ha definido que es “inaceptable”, razón por la cual se presentará una contrapropuesta -esto al menos lo aseguró en la cumbre del Mercosur del pasado 3 y 4 de julio en Puerto Iguazú-, pero eso aún no ha ocurrido y los europeos aguardan expectantes.

Para Lacalle Pou es esencial que haya un progreso en este sentido porque su estancamiento es otra confirmación del “inmovilismo” del Mercosur, que a su criterio no avanza en ninguna dirección que permita visualizar una mayor apertura e inserción internacional. Y porque, si se puede confiar en la palabra de Lula -que en Argentina y ante los socios del Mercosur se comprometió a “concluir” este acuerdo-, luego de culminar este proceso él lideraría entonces un acercamiento con China para que todo el bloque negocie el ansiado Tratado de Libre Comercio (TLC) con el gigante asiático que Uruguay ya está intentando por sí solo desde setiembre de 2021.

El uruguayo, señalaron las fuentes, tiene la intención de insistir en Bruselas con su visión de que “más de 25 años de negociación en el mundo moderno no es lógico, (con) todas las cosas que han cambiado en este tiempo”, como dijo también en la cumbre de principios de mes al pedirle a Lula que genere “optimismo” sobre la suerte de esta negociación en curso en la que su gobierno es profundamente pesimista. Y espera transmitir, al igual que en el encuentro del Mercosur, que cerrar este acuerdo también es necesario porque se requiere “credibilidad” de los actores involucrados.

"Compromisos”

El embajador de la UE en Uruguay, Paolo Berizzi, aseguró este jueves en una reunión informativa dirigida a periodistas, en la sede del bloque ubicada en Bulevar Artigas, que definitivamente “en la cumbre (de Bruselas) no se va a cerrar ningún acuerdo entre la UE y el Mercosur”, aunque añadió que creía que se van a “reforzar compromisos” al respecto y a “expresar la voluntad de cerrarlo lo antes posible” o, al menos, a finales de este año.

Berizzi recordó también que a lo que se arribó en 2019 fue un acuerdo “técnico” pero no “político” entre los bloques y opinó que la adenda que enviaron los europeos el 7 de marzo pasado responde a “consideraciones medioambientales que se fortalecieron” debido al acelerado cambio climático. “Lo que hace ese instrumento -afirmó- es aclarar la manera en que interpretamos lo ambiental, pero no introduce cosas particularmente nuevas”.

El embajador sí reconoció que ambos bloques tienen en sus manos una “ventana de oportunidad muy fuerte” para ratificar lo cerrado cuatro años atrás y que, de concretarse, habría algo más que un acuerdo comercial; sería, dijo, una “asociación muy fuerte” que profundizaría el “relacionamiento” entre los continentes.

La cumbre de Bruselas tiene mesas de trabajo que sesionarán este lunes y martes

Además de participar en mesas redondas, está previsto que Lacalle Pou tenga reuniones con importantes jerarcas de la UE, según dijo el jueves el embajador Berizzi. Habrá, aseguró, “un encuentro con la presidenta de la Comisión Europea (Ursula von der Leyen), otro con la presidenta del Parlamento Europeo (Roberta Metsola)” y un tercero con “el presidente del Banco Europeo de Inversiones (Werner Hoyer)”. Este último versaría sobre un eventual acuerdo de inversión sostenible.

Prioridades de UE en reunión con Celac

La primera prioridad que tendrá la UE en la cumbre que se inicia este lunes, de acuerdo a la exposición que hizo el embajador Berizzi en la sede de su bloque en Uruguay, es “política”.

“Lo que queremos hacer en la cumbre es reforzar los lazos políticos, lo que significa hacer (luego) cumbres periódicas y tener un verdadero mecanismo de coordinación permanente con la Celac que no existe al momento”, señaló el diplomático. Otra prioridad es intensificar el intercambio comercial con la Celac a través de la profundización y “modernización” de distintos acuerdos que ya existen con América Latina.

También estará arriba de la mesa el compromiso con la democracia y los derechos humanos, pese a que en esta cumbre “se invitó a países que no son propiamente campeones” en este tema, como Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Asimismo, para la UE es importante generar una “asociación dinámica entre ciudadanos” de ambos continentes, lo que involucra aceitar intercambios en materia de educación e investigación, así como la fomentación de “redes interculturales y las iniciativas culturales conjuntas”, como se afirma en una gacetilla de prensa.

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