Cumbre regional para frenar al crimen organizado; Martinelli defendió enfoque dual y firmó acuerdo con EE.UU.

El Banco Interamericano de Desarrollo aportará asistencia técnica, capacitación, datos científicos y tecnología a una alianza de 12 países que combatirán los flujos financieros de los grupos delictivos.

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Ministro del Interior firmó acuerdo con representante de Estados Unidos.
Ministro del Interior firmó acuerdo con representante de Estados Unidos.
Foto: Twitter de Nicolás Martinelli.

El crimen organizado y la violencia son un obstáculo para el desarrollo y el crecimiento de los países de América Latina. La seguridad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la violencia ha debilitado a los Estados, ha aumentado el costo para hacer negocios y le cuesta a la región el 3,5% del PIB. El problema no es nuevo y los líderes políticos lo saben. Coinciden en que los grupos delictivos están más organizados, más interconectados, no respetan fronteras y se necesitan esfuerzos extras para combatirlos. Bajo esas premisas, ayer fue que se inauguró la Cumbre Latinoamericana de Seguridad en Guayaquil, una de las ciudades más inseguras de Ecuador, que va del año y acumula el 45% de los homicidios de todo el país. Para el evento, viajó una delegación uruguaya encabezada por el ministro Nicolás Martinelli.

“Sabemos que no existe una fórmula única para responder al crimen organizado, sobre todo cuando esas organizaciones evolucionan rápidamente”, dijo Ilan Goldfjan, presidente del BID, que propuso crear una alianza regional para fortalecer la seguridad y la justicia en la región, coordinar la implementación de políticas públicas y la movilización de recursos. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay se sumarán a la Alianza y Ecuador se comprometió a asumir la primera presidencia. El BID anunció que ejercerá la secretaría técnica.

El objetivo es cortar el oxígeno al crimen organizado a través de tres ejes: limitar su influencia entre las poblaciones más vulnerables, fortalecer las instituciones del Estado y suprimir su flujo financiero. El desafío de todo proyecto es movilizar recursos. El BID propone apoyar a los países con asistencia técnica, capacitación, datos científicos y tecnología. “Tenemos que usar herramientas de análisis e inteligencia basado en evidencias para saber dónde está el crimen, dónde hay que concentrar los recursos, porque enfrentamos a grupos más sofisticados”, explicó el presidente del BID.

En ese sentido, la institución también anunció en Guayaquil un acuerdo con el Banco Mundial y el CAF —banco de desarrollo de América Latina y el Caribe— para profundizar la colaboración y cooperación para generar conocimiento y apoyar las políticas públicas en los países de la región relacionadas con el crimen organizado transnacional.

La discusión también giró en torno al análisis de los otros ejes de negocio que usan los grupos de delincuencia organizada para maximizar sus ganancias ilícitas y la facilidad que tienen para llegar a los mercados. “El Clan del Golfo estaba dedicado solamente al tráfico de cocaína; ahora está involucrado en el tráfico ilícito de migrantes, en la trata de personas, y vemos a más grupos usando minería ilícita para lavar sus activos”, dijo Candice Walsh, representante de la Unodc para la región Andina, en uno de los foros. El país anfitrión puede dar fe de ello.

Hace menos de una semana, hubo una masacre en una mina en la ciudad de Ponce Enríquez, en la provincia de Azuay. Seis personas fueron asesinadas en los enfrentamientos entre grupos delictivos que se disputan el control del yacimiento. “Un efecto negativo de la globalización es también la globalización del crimen; las estructuras criminales no son de un país, ni de una ciudad o barrio, sino que ocupan regiones enteras y tienen cadenas de logística intercontinentales”, dijo Daniel Noboa, presidente de Ecuador y anfitrión de la Cumbre.

Otro objetivo es disminuir las oportunidades de estos grupos para reclutar a niños y jóvenes. El BID anunció su cooperación en un programa de prevención y respuesta a la violencia y criminalidad en Ecuador, similar al que se ha implementado en Costa Rica y Brasil, para crear centros de servicios sociales integrados para jóvenes en riesgo, y un nuevo modelo de servicio policial especializado. “El BID también debe modernizarse y cambiar. Debemos adaptarnos”, añadió Goldfjan. Las diferentes organizaciones que participaron en el foro coincidieron en la necesidad de implementar mecanismos de control del flujo financiero. “Esa es la sangre que circula, y a menos que tengamos transparencia en el financiamiento, no vamos a tener control sobre el flujo y la corrupción”, dijo Tuesday Reitano, subdirectora de la Global Initiative Against Transnational Organized Crime.

La Cumbre cerrará hoy 20 de agosto, día en el que se expondrá el contexto en el que opera el crimen organizado, así como las estrategias de prevención y fortalecimiento comunitario en territorios afectados por la violencia criminal.

Uruguay

Desde Ecuador, el ministro Martinelli dio a conocer las pautas para el combate al crimen organizado que Uruguay expuso en la Cumbre. La base de su discurso ante los delegados de los otros países de la región estuvo en el llamado enfoque dual, el método defendido por este gobierno para luchar contra la delincuencia, que implica atender las causas del delito, a través de políticas de prevención, pero también las consecuencias, o sea la represión. "Esto es algo con lo que venimos insistiendo en Uruguay: en el trabajo interinstitucional como parte de un enfoque dual", sostuvo el jerarca.

Consultado por El País, Martinelli señaló que "lo más destacable (de la Cumbre celebrada en Ecuador) es que el BID propuso un cambio en la forma de encarar la seguridad pública en la región. Le llaman enfoque interinstitucional y es lo mismo que nosotros estamos haciendo bajo el enfoque dual”. E insistió: "O sea que estamos en el camino correcto".

Martinelli, además, anunció en redes sociales que firmó un acuerdo con Estados Unidos llamado Preventing and Combating Serious Crime, que "permite cooperar en el combate de delitos graves y complejos y contra el crimen trasnacional, avanzando hacia un nivel de cooperación e intercambio de información sin precedentes entre ambos países".

Tras la firma de este instrumento, dijo Martinelli, "Uruguay concluye una serie de acuerdos necesarios para ser readmitido en el programa de exoneración de visados en los Estados Unidos (Visa Waiver). La incorporación efectiva al programa podrá lograrse una vez que los mismos se encuentren en plena implementación y se dé cumplimiento a una serie de requisitos establecidos por el programa".

Con información de El País de Madrid

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