Hace casi cinco años, cuando el sistema político se encaminaba hacia la segunda vuelta de las elecciones nacionales y estaban en pugna los candidatos Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, la actual coalición multicolor -que de a poco va ganando como nombre Coalición Republicana- se gestaba bajo el compromiso de un documento programático que sería suscripto por el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido de la Gente.

En aquella amalgama de propuestas de todos esos socios que compartirían gobierno pocos meses después, hubo algunos planteos que se pusieron arriba de la mesa como innegociables, palabra que ahora nadie quiere usar, pero que en el fragor de las conversaciones finales siempre aparece. El texto se llamó Compromiso por el País, y entre las promesas establecidas por escrito figuraron cambios importantes en la legislación penal y la normativa policial, objetivos económicos como la Regla Fiscal, y metas en el plano internacional y la transparencia, que con mayor o menor grado de cumplimiento se aplicaron en este período.

Ahora el proyecto volverá a repetirse -se ofrecerá nuevamente a la ciudadanía como una nueva opción de gobierno- con, otra vez, el liderazgo del Partido Nacional, el socio mayoritario según todas las encuestas.

¿Pero cuáles serán los temas programáticos que la coalición ofrecerá ahora a sus votantes para el caso muy probable de un balotaje en noviembre?

Los dos precandidatos nacionalistas con reales chances de ganar las elecciones internas, Álvaro Delgado y Laura Raffo, ya definieron que hay al menos tres ejes de administración que serán prioritarios: la reducción de la pobreza infantil -es el primer objetivo de gestión para Delgado, el claro favorito a ganar la interna blanca-, bajar el costo de vida -un latiguillo que repite Raffo y que luego incorporó Delgado en sus discursos- y una lucha frontal al narcotráfico, con cambios en la política de seguridad, como la aplicación de un modelo antimafia que se ha usado en Italia, enfocado en el desmantelamiento de los clanes criminales -como prometió el exsecretario de la Presidencia- o recurriendo a la ayuda de militares para que, previo entrenamiento policial, se integren a la Guardia Republicana -propuesta de la economista.

A esto se sumarán lo que propongan el resto de los socios -el Partido Colorado, el Independiente y Cabildo Abierto, puesto que el Partido de la Gente ya no existe-, en donde, pese a que falta un obstáculo importante que superar -los comicios del 30 de junio- ya están pensando en qué prioridades pondrán arriba de la mesa, o en cualquier caso dieron señales sobre las claves de sus eventuales propuestas.

Los colorados son quienes tienen el escenario más incierto de estos tres partidos, ya que la conducción y la impronta de esta fuerza política pueden variar sustancialmente dependiendo de quién gane estas internas y se ofrezca como nuevo líder.

Para Andrés Ojeda, que ayer presentó su plan integral de gobierno y es el precandidato que va primero en las mediciones de opinión pública, “no hay nada innegociable, pero sí prioridades” que se pondrían sobre una eventual mesa de negociación. Y se refirió a tres cosas concretas: “la creación de 25 unidades o centros de salud mental”, habiendo al menos uno por departamento; mejorar el salario de los policías, sumar un programa de salud mental para los agentes y darles, además, acceso a formación académica; y fortalecer los ingresos en las pasividades más sumergidas, “aquellas que están por debajo del salario mínimo nacional”.

Robert Silva, la cara visible de la actual reforma educativa, dio por su parte claras señales de pretender ofrecer a la ciudadanía una visión de gobierno ligada a la enseñanza y a la meta de continuar la transformación que inició en la educación desde la conducción de la ANEP -sin ir más lejos, en el lanzamiento de su programa el viernes prometió crear 80 nuevos liceos y UTU, y educación virtual en varios niveles.

Ideas claras a proponer en un futuro texto programático también tiene el precandidato Tabaré Viera, quien adelantó a El País que, en caso de ser candidato, pedirá incluir la “definición del rol del Estado” que se pretende, para establecer a partir de allí la “reforma” necesaria, que aún no se ha hecho. “Tenemos que pensar en grande para poder tener un Estado real y eficiente, y para eso tenemos que trabajar en el diseño que queremos”, precisó.

Foto: Estefanía Leal

Por otro lado, Viera plantea crear una Dirección de Proyectos de Desarrollo que funcione “en la órbita de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, para diseñar políticas públicas para aplicar en distintas zonas del país”. Y señaló también como prioritario que el compromiso incluya la creación de un Sistema Integrado de Recuperación de Adictos.

Otro de los precandidatos colorados, Gabriel Gurméndez, en tanto, pediría, según dijo a El País: bajar impuestos, ir hacia la desmonopolización de Ancap -con “una apertura a la mayor competencia posible de la cadena de distribución de combustibles”, aumentar las potestades del Ministerio del Interior -“poniendo énfasis en la lucha contra el lavado de activos”-, una reforma carcelaria, aumentar la inversión en primera infancia y también en salud mental -“con la construcción de Centros de Rehabilitación en los 19 departamentos”.

Semanas atrás, Carolina Ache sostuvo que para ellas las prioridades están en mejorar la seguridad y crear “institucionalidad en comercio”.

En Cabildo Abierto, el socio más díscolo que han tenido los blancos en este período, se da por descontado que, pese a que no se va a imponer ningún “condicionamiento” para volver a suscribir un pacto como el de 2019, se contemplarán sus planteos en materia de seguridad.

“Son temas que creemos que la coalición los tendría que adoptar como poder tener éxito en la contienda electoral”, dijo el senador suplente, y encargado del programa cabildante, Marcos Methol en diálogo con El País. Y advirtió: “Sería descabellado no tomar muchas de las propuestas de seguridad de Cabildo Abierto, o lo que tiene que ver con el problema de la usura”.

Estefania Leal/Archivo El País.