De caras largas a rostros esperanzados: Frente Amplio no festejó y espera concretar acuerdos

La coalición de izquierda fue la más votada, pero lejos estuvieron de festejar. "Nos falta poco, triunfaremos", dijo Yamandú Orsi al final de su discurso.

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Yamandú Orsi
Yamandú Orsi en las elecciones nacionales 2024.
Foto: Leonardo Mainé.

El Frente Amplio (FA) logró bien avanzada la noche de ayer transformar las caras largas en rostros esperanzados, con cierta dosis de fe. Pero lejos estuvieron de registrarse festejos.

Desde el cierre de las mesas votación, la coalición de izquierda pasó de esperar una tormenta a vislumbrar un día soleado con pasajes de nubosidad, a medida que los números de la jornada electoral fueron llegando.

Los primeros datos que se conocieron por parte de las encuestadoras, ubicando al Frente Amplio en el entorno de 44%, fueron un cimbronazo para la coalición opositora, que en los días previos daba casi por segura la mayoría parlamentaria y hasta se permitía soñar con un triunfo en primera vuelta. Los ajustes que algunas consultoras hicieron sobre la marcha permitieron recuperar el espíritu y, según comentó un dirigente, “ver el vaso medio lleno”.

Lo cierto es que los números primarios de ayer impactaron en la militancia, que ya se sentía muy cerca de alcanzar el gobierno. Fue necesario que algunos dirigentes, experientes en cálculos electorales, intentaran mostrar, con números, que el FA se encuentra mejor posicionado que en 2019. Y que, sobre todo, mejoró en varios puntos su votación con respecto a la pasada elección.

“Había en los días previos un triunfalismo tal vez un poco excesivo”, admitió a El País un alto dirigente frentista, en una reflexión común a otros referentes que aguardaban expectantes en el lobby del hotel NH Columbia, muy cerca del Templo Inglés, donde el FA instaló su búnker. El mismo lugar en que la izquierda celebró en 2009 el triunfo de José Mujica y donde ayer tenía pensado festejar el resultado.

Yamandú Orsi y Carolina Cosse
Yamandú Orsi y Carolina Cosse.
Foto: Ignacio Sánchez.

En paralelo, además, se empezó a dar otro análisis. Cada sector comenzó a usar la calculadora para saber cómo quedará configurada la interna en el Parlamento. El Movimiento de Participación Popular (MPP) ya se sabía ganador y solo quería conocer con qué ventaja. El Partido Comunista pretendía confirmar el segundo lugar. Convocatoria Seregnista - Progresistas, el sector liderado por Mario Bergara, saber si entraba tercero. Un lugar al que también aspiró La Amplia, que apunta a consolidar un espacio “cossista” en el FA.

Hubo tiempo también de lecturas sobre el panorama en las otras tiendas políticas. Allí, si bien se reconoció que el Partido Nacional votó mejor de lo esperado, también se destacó que lo hizo por debajo de lo que alcanzó en 2019 con Luis Lacalle Pou.

También se visualizó que el desplome de Cabildo Abierto respondió al retorno de Pedro Bordaberry al Partido Colorado.

Yamandú Orsi, que ingresó junto a su familia por la parte trasera al hotel poco antes que cerraran los locales de votación, se refugió en las habitaciones que tenía reservadas en los niveles superiores del edificio, y recién bajó cuando su comando entendió que era necesario que diera su mensaje.

Lo mismo hizo Carolina Cosse, que llegó por su lado al hotel y que también tenía asignado otro lugar. La intención original es que el mensaje del frenteamplista fuera el último en conocerse. Pero, la demora del blanco Álvaro Delgado y el colorado Andrés Ojeda en hacer lo propio abrieron el temor de que prolongar la aparición del postulante hiciera desistir a muchos militantes de seguir esperando.

La organización, ante eso, optó por entretenerlos apelando a música cada vez más fuerte y bailable.

Finalmente, a las 22:30, tanto la Presidencia del FA como el comando de campaña coincidieron en que no era posible esperar más. Orsi y Cosse -aún apoyada en una muleta, por el esguince que sufrió hace una semana en una acto en Canelones- fueron trasladados al estrado. En conjunto, sus discursos no superaron los 18 minutos. Fueron, además, una mezcla de apelación a la más pura esencia frenteamplista con la mano tendida a votantes de otros partidos, indispensables para el próximo 24 de noviembre. “Hay que sumar voluntades y buscar coincidencias”, resumió Cosse.

La candidata a vicepresidenta fue quien apeló de forma más directa al votante frentista. Por eso que recurrió a la última figura histórica del Frente Amplio. “Les ruego que no se rindan”, pidió, parafraseando a Tabaré Vázquez y su último discurso como presidente, aquel 28 de febrero de 2020, cuando recitó en la Plaza Lafone, en La Teja, el poema atribuido a Mario Benedetti.

“Vamos a trabajar sin pausas para que seas el próximo presidente”, prometió Cosse, dirigiéndose a su compañero de fórmula.

El candidato del Frente Amplio había ido bosquejando su discurso durante el fin de semana. Ya tenía las líneas generales, pero ensayó distintos énfasis según fuera la situación que marcaran los resultados.

“Nos espera un tiempo en el que acercarnos es imperioso. Donde la unión de los orientales es imprescindible”, agregó. Y la palabra que más utilizó Orsi en su breve mensaje fue, precisamente, unión. Ni Orsi ni Cosse emitieron una palabra de crítica hacia sus contrincantes.

“Nos falta poco, triunfaremos” aseguró Orsi en el cierre de su discurso, despertando los aplausos que, instantes después, cesaron.

En definitiva, el mensaje que se procuró transmitir a la militancia fue que se fuera a dormir, “esperanzada” en que, hoy, al despertar, la ahora ansiada mayoría en el Senado se confirme.

También en que la segunda vuelta resulta más accesible que en las elecciones pasadas, cuando el Frente Amplio quedó a 30 mil votos que el triunfo.

Más allá de esa breve presencia en el estrado, no hubo mayor contacto entre la fórmula del Frente Amplio y sus militantes. Orsi y Cosse se abandonaron rápidamente el estrado y fueron conducidos, a través de un pasaje reservado, de vuelta al interior del hotel.

Poco después, cada uno por su lado, dejaron el edificio en dirección a sus hogares. Más allá de las bocinas de algunos vehículos que se dirigían al Centro, el acto se fue disolviendo lentamente y la gente se fue retirando. La música se apagó y no hubo festejos.

López Mena solo con el FA

El dueño de Buquebus, Juan Carlos López Mena, permaneció por varias horas en el espacio asignado a los invitados en el búnker del Frente Amplio, en el NH Columbia. Consultado por El País, dijo haber sido convocado especialmente para la ocasión por el propio Yamandú Orsi. Al retirarse, el empresario descartó concurrir a las sedes de los demás candidatos políticos. “No me invitaron”, afirmó.

La presencia del senador cercano al kirchnerismo

Las elecciones que, en distintos niveles, se celebraron ayer en Chile y en Brasil conspiraron en contra de la llegada de distintos invitados internacionales que tenía previsto convocar el Frente Amplio (FA) para que acompañaran la instancia electoral.

En el hall del Hotel NH Columbia la presencia más notoria fue la del argentino Eduardo “Wado” De Pedro. Actual senador nacional, fue conocido por haber sido el ministro del Interior durante el gobierno de Alberto Fernández. Fundador de La Cámpora, ejerció como secretario de la Presidencia durante la Administración de Cristina Fernández, y resultó ser uno de los dirigentes más cercanos al kirchnerismo. De Pedro conversó largamente ayer con algunos dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP).

PARTIDO COMUNISTA

Juan Castillo: una campaña fría y rara

“¿Y, cómo la ves?”, preguntó una integrante del Partido Comunista (PCU), con el rostro visiblemente cansado por la intensa actividad de las últimas semanas. “Es que cuando uno está en la militancia, a veces te perdés cosas”, señaló la mujer. El destinatario de sus palabras era el secretario general de esa formación, Juan Castillo que, presente en el búnker, optó por la prudencia y prefirió no aventurar pronósticos. “Las grandes transformaciones necesitan del Partido Comunista”, señaló Castillo, ex dirigente sindical, mientras su sector se encaminaba a convertirse en el segundo de más peso político en la izquierda. “Fría”, dijo cuando se le pidió una definición de lo que fue esta campaña electoral. También, apuntó, “rara”.

Para Castillo, incluso en la campaña para las internas que se realizaron en junio, hubo debates más intensos que en estos últimos meses.

No fueron pocos los grupos que, en la interna, señalaron críticamente en las últimas semanas el tono que el Frente Amplio -en particular Orsi y Cosse- desplegaron en la campaña, a la que vieron monótona y sin ideas. También hubo cuestionamientos por la falta de mensajes directos ante las sensibilidades de izquierda. El tono, se afirmó, comenzó a cambiar recién en la primera semana de octubre, cuando el Frente Amplio resolvió llevar a cabo una gran “barriada” que recorrió varias zonas del área metropolitana y donde pudo desplegar a su militancia.

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