De dar clases, trabajar en transporte y estar en el negocio familiar, al Parlamento: los nuevos legisladores

Algunos diputados tuvieron años de militancia hasta llegar a ocupar su banca pero a otros los agarró de sorpresa y encaran una nueva vida con una mezcla de nerviosismo y optimismo.

Magela Rinaldi.
Nueva vida. Algunos estuvieron con más calma y otros más ansiosos.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Las tareas que desempeñaron hasta hace pocas horas varios de los nuevos legisladores se alejan bastante de la labor parlamentaria. Una de ellas, por ejemplo, daba clases en Durazno, otro que se desempeñaba en una empresa de transporte internacional de carga o quien trabajaba en la compañía familiar. Desde este sábado, serán diputados.

No son los únicos que asumieron por primera vez -instancia a la que algunos ni siquiera se imaginaron llegar pero para la que otros vienen militando desde hace años- dado que hay una gran renovación.

Desfile militar de la ceremonia que dio inicio a la 50ª legislatura en el Palacio Legislativo.
Desfile militar de la ceremonia que dio inicio a la 50ª legislatura en el Palacio Legislativo.
Foto: Leonardo Mainé

Uno de los nuevos legisladores es Victor Aldaya, quien ocupó el lugar número 14 de la lista del Movimiento de Participación Popular (MPP) y, a sus 43 años, no pensó que asumiría como legislador. Toda su vida hizo carrera en el sector privado, donde “acarreó alfombras”, ofició de despachante de aduana y, en su último trabajo, se desempeñó en una empresa de transporte de carga internacional. Desde los 90 milita en el Frente Amplio, y ahora agradece a sus “compañeros” que lo “cuidaron muchísimo” en sus primeros pasos en la Cámara de Representantes.

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Palacio Legislativo.
Foto: Leonardo Mainé

Aldaya, durante uno de los tantos cuartos intermedios que hubo en la sesión preparatoria del jueves, contó a El País que estaba un “poco ansioso” porque es una instancia nueva -no tiene antecedentes en el sector público ni cargos electivos-, aunque creía que para ayer, cuando se abrió el período legislativo, estaría un poco más tranquilo.

Sí le sucedió que, antes de la sesión preparatoria del jueves, llegó al Palacio Legislativo y, como “acostumbra” -ahora, acostumbraba, dado que renunció en la empresa de transporte- en su lugar de trabajo, se dirigió a su despacho. Pero no vio a nadie más, lo que le llamó la atención y comenzó a preguntar qué sucedía, a lo que le respondieron que antes del plenario la “gran mayoría se reúne previamente en la bancada del Frente Amplio”. Algo que desconocía.

El legislador, que es del barrio Lavalleja -al centro de Montevideo-, ya optó por una banca, punto de disputa entre los legisladores, así como sucede con los despachos. “Dado que bajé tarde, fue un poco la que iba quedando. Pero justo había una en el sector donde estaba mi compañero y amigo de toda la vida, (el diputado) Agustín Mazzini. Cuando lo vi, dije ‘es ahí’”, contó Aldaya a El País.

Otra nueva diputada es Magela Rinaldi, del Partido Comunista del Uruguay. Al igual que Aldaya, nunca tuvo un cargo público ni electivo y, hasta ahora, dedicó su vida laboral a ser profesora de Matemática en el departamento de Durazno. A sus 37 años, asumió después de que el titular de la banca, Aidemar González, renunciara por una situación de salud que atraviesa su hija. En la locura de los días previos a la sesión del sábado, le explicó a su hijo adolescente qué significa ser diputada y trató de reorganizar su vida que ahora estará dividida entre su departamento y Montevideo.

Rinaldi se enteró más tarde que el resto de que asumirá un rol protagónico en el Parlamento, dado que González oficializó su decisión de renunciar hace unos 20 días. “Tuve que llevar mi renuncia a todos mis lugares de trabajo en estos días. De mis compañeros, la verdad, he recibido muy lindos mensajes. Fue sorpresivo para todos. Mi hijo, como todo adolescente, medio perdido con la cuestión, me empezó a preguntar si no iba a ser más profesora. Le dije que no, y después le conté un poco de qué se trata este nuevo rol”, relató la novel legisladora.

además

“Todos empatizamos con Aidemar, que renunció”

Rinaldi, que es presidenta de Wanderers Durazno, está “muy contenta” con la respuesta que recibió de la gente, sobre todo de las mujeres. En ese sentido, indicó: “En general, el comentario de ellas era que estaban muy contentas porque asumía, más allá de la particularidad de la situación y de que todos empatizamos con Aidemar, una mujer, una madre. Soy militante feminista”.

Antes de la sesión de ayer, Rinaldi contó que vivía la espera por asumir “tranquila”. “Ya estuvimos con nuestros compañeros de bancada viendo cómo era”, dijo.

Desde Tala, Canelones, el colorado Matías Duque asumió a sus 26 años una banca por primera vez. Tiene tan solo un año más del mínimo que pide la Constitución para ingresar a Diputados, y es el más joven de la 50ª legislatura.

Desde que se embarcó en la candidatura a la diputación, el deseo era ser electo, pero consciente de que no era algo cantado. “Siempre mantuve esperanza pero con perfil bajo”, dijo.

Duque es licenciado en Dirección de Empresas por la Universidad Católica de Uruguay y, en el último tiempo, trabajó con sus padres en su negocio. Ha tenido varios roles dentro del Partido Colorado, e incluso fue miembro del Comité Ejecutivo Nacional en representación de los jóvenes.

Sobre cómo se lo toman sus padres, contó: “Obviamente que están muy contentos por mí, y fue una gran noticia. Aún no he caído lo suficiente”. Sus amigos, añadió, están “muy orgullosos”: “Es algo increíble que un joven con mi edad llegue acá”.

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