El precandidato nacionalista Álvaro Delgado cerró su campaña en Salto de cara a las elecciones internas, con una nueva referencia a la fórmula presidencial y al compromiso ya asumido de definirla “el 30 de junio por la noche”. Y además, afirmó que en caso de ganar, se convertirá en “el candidato que conoce de cerca los pagos chicos, los del interior profundo”, algo que según señaló a El País en una rueda de prensa tras el acto, “le da un plus” entre sus competidores.

Delgado llegó esta tarde a Salto sobre las 16:45. Lo hizo junto a su esposa Leticia Lateulade —que lo acompaña en la gira— y el senador Sergio Botana, y fue recibido por el dirigente local y candidato a intendente de Salto por el Partido Nacional, Carlos Albisu.

Desde el aeropuerto salteño se trasladaron al Salto Rowing Club, ubicado sobre la zona costera del departamento, donde lo aguardaban los distintos grupos que lo acompañan, entre los que estaba el otro candidato a Intendente por los blancos de Salto, el empresario de la construcción y del transporte, Francisco Blardoni.

Ya subido al escenario y tras cantar a coro el jingle de su campaña que sonaba por los altoparlantes, Delgado comenzó con su discurso. Allí dijo que quiere “ganar las internas, pasar a la segunda vuelta en octubre y ser el candidato de la coalición en noviembre, para ser elegido presidente de la República, llevar al Uruguay al segundo piso de transformaciones y seguir cambiando”.

“Había 218 mil personas viviendo en más de 650 asentamientos cuando asumimos en el año 2019. Hoy más de 70 mil de esas personas podrán acceder a su vivienda digna a través del Plan Avanzar que está llevando adelante el Ministerio de Vivienda”, dijo ante los aplausos del públicos.

Criticó luego al precandidato del Frente Amplio Yamandú Orsi, sobre quien sostuvo que “ya cambió de parecer por lo menos tres veces, cuando dijo que el país se caía a pedazos, pero después que iba a mantener la política”.

A continuación, se jactó de ser “el candidato también de los pagos chicos”, los que priorizó en la primera fase de su campaña, visitando muchos de ellos. “Llegamos varias veces a Pueblo Fernández, una localidad que está a 185 kilómetros de la capital departamental, la más lejana de todas de la capital de un departamento, y la gente antes de pedirnos algo, nos agradeció por haberles arreglado una policlínica, porque les llevamos una ambulancia y una enfermera, porque les pusimos la mejor banda de internet, y queremos seguir haciéndolo los próximos cinco años”.

“Por eso —señaló— quiero ser el presidente de los que viven en Pueblo Fernández y de los que viven en Punta Carretas en Montevideo, porque sus votos valen lo mismo y tenemos que atenderlos a todos, cuidarlos a todos, por eso quiero ser presidente”.

Finalmente, y mirándolo a Carlos Albisu, se refirió a la “campaña libre de humo”. Explicó que se trata de “hacer una campaña limpia, con propuestas y sin enchastrar al otro, como lo han querido hacer en otros lados y especialmente en Salto”, en referencia a denuncias contra el ex presidente de Salto Grande.

Luego de un discurso de unos 30 minutos y entre los militantes que le pedían selfies y autógrafos, Delgado regresó al aeropuerto de Salto en la camioneta Toyota de Albisu, para volver a Montevideo.