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Delgado, Orsi, Cosse y el reto de pegar primero en la noche del 30 de junio

La meta del blanco es duplicar a Raffo y elegir la fórmula con libertad; FA puede caer en un atolladero si no logra un rápido acuerdo.

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Yamandu Orsi, Carolina Cosse y Alvaro Delgado.
En debate. La formación de las fórmulas presidenciales para octubre se busca resolver el 30 de junio.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Quien pega primero, gana. Esto repiten muchos dirigentes políticos cuando se refieren al armado de las fórmulas presidenciales. Luego de que en la noche del 30 de junio -o quizá en algún caso en la madrugada del 1° de julio- se sepan los ganadores en cada una de las internas partidarias, el armado rápido -y sin dejar demasiadas heridas puertas adentro- de los dúos que aspirarán por el poder, puede ser una de las claves para correr con cierta ventaja hacia octubre.

En este sentido, hay algo que busca el equipo de campaña de Álvaro Delgado, y también el propio precandidato, y eso es emular todo aquello que le funcionó bien a Luis Lacalle Pou en 2019. El hoy presidente llegó a la noche de la interna con tres posibilidades en mente en cuanto al armado de la fórmula, y optar por una u otra dependía de la cantidad de votos que consiguiera. Finalmente, por la ventaja que sacó, logró ir hacia octubre con quien para él era la mejor opción: Beatriz Argimón.

Por eso, cinco años más tarde, en la sede de campaña de Delgado sobre la calle Bulevar Artigas, hay cosas que se tienen claras: primero, la definición de la fórmula dependerá mucho de los votos que consiga Laura Raffo.

Si Delgado duplica a Raffo en cantidad de sufragios, la candidata del Herrerismo y Alianza Nacional es muy probable que se quede afuera de la fórmula. En cambio, si se le acerca más de lo que pronostican las encuestas, Montevideo y todas las ciudades departamentales se podrían ver empapeladas con fotos de Delgado y Raffo -algo que en las filas del favorito se ve poco probable.

Si se da el primer escenario, con Delgado duplicando a Raffo, la principal opción que se maneja para completar la fórmula es la de la ministra de Economía, Azucena Arbeleche. Los demás nombres, por ahora, están bajo siete llaves. Son muchos los que descartan a un dirigente que no provenga hoy del partido, y también los que aclaran que no se han planteado como algo obligatorio que la fórmula sea paritaria.

En el Frente Amplio, en tanto, se intenta evitar el desorden que se generó en la pasada elección, luego de que Daniel Martínez no eligiera como compañera de fórmula a quien luego lo derrotaría en la carrera por la Intendencia de Montevideo (IMM), la hoy precandidata Carolina Cosse. Con el supuesto afán de no volver a reiterar lo que en el Frente Amplio se considera un error garrafal, la coalición de izquierda resolvió que sea la fuerza política la que decida quién va a ser el candidato o candidata a la vicepresidencia, una vez se dirima si es Yamandú Orsi o Cosse el ganador. Esto que, aparentemente, serviría para cerrar la fórmula la misma noche del 30 de junio, hace ruido en algunos actores cercanos al exintendente canario, porque temen que se pueda caer en un callejón sin salida.

Cuando el Frente Amplio dice que la decisión la va a tomar el Frente Amplio, a lo que se refiere es que luego de que se conozca el ganador de la interna el secretariado ejecutivo se reunirá para definir quién lo acompañará. El secretariado está conformado por ocho representantes de los principales sectores que conforman la oposición. No siempre asisten los mismos al secretariado, pero el elenco más estable lo compone: Charles Carrera, por el Movimiento de Participación Popular (MPP); Juan Castillo, por el Partido Comunista; Daniela Brandon, por el Partido Socialista; Juan Andrés Roballo, por el Frente Renovador; Carlos Varela, por Asamblea Uruguay; Rafael Michelini, por el Nuevo Espacio; Marcelo Melo, por la Vertiente Artiguista; y José Maldonado, por la Liga Federal.

Son estos, entonces, los que deberán elegir al candidato a vicepresidente. El problema está en que las resoluciones de este organismo deben salir por unanimidad. O sea, alcanza con que solo una persona considere que Orsi o Cosse (el que salga segundo) no debe competir por la vicepresidencia, para que la decisión no pueda tomarse enseguida después de saberse los resultados, y para que el tema termine dirimiéndose por el Plenario Nacional, un organismo gigantesco integrado por presidente y vicepresidente del Frente Amplio, 85 representantes de los grupos políticos que lo integran, 41 representantes de las coordinadoras de Montevideo, 41 representantes de las departamentales del interior, además de tres representantes de coordinadoras y comités del exterior. Un organismo, además, en que las resoluciones deben salir por cuatro quintos de los votos.

Pongamos por caso que sucede lo que todas las encuestas vaticinan: Orsi gana la interna. Alcanzaría con que Castillo o Michelini consideren que Cosse debería pujar por un período más en la intendencia para que lo que muchos creen que sería lo más lógico, no suceda. En caso de que esto pase, a la interna del MPP se maneja que la elección entonces debería quedar en manos de Orsi, y el nombre que se repite para esta eventualidad es el de la diputada y exsubsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, del sector PAR.

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