Redacción El País
Una decisión de campaña que han tomado en el equipo del candidato a presidente por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, es buscar la diferenciación con el Frente Amplio a través de la presentación de propuestas programáticas. Por eso durante la convención nacionalista que ratificó la fórmula presidencial blanca —que completa como candidata a vicepresidenta la exsindicalista Valeria Ripoll—, el discurso del presidenciable se basó en gran medida en promesas de campaña que se desprenden de su programa de gobierno —entre las que sobresalió el bono económico para estudiantes de los últimos quintiles para que terminen el liceo—, y por eso la determinación de ir agregando temáticas a medida que van pasando las semanas y avanza la gira por todo el país del binomio nacionalista.

El preconcencepto del que parte el comando de campaña del exsecretario de la Presidencia es que su principal contrincante Yamandú Orsi —quien lleva una ventaja de algunos puntos en las encuestas que proyectan la instancia de balotaje con Delgado— no tiene como punto fuerte la claridad programática, de manera que ante cada nueva propuesta que se presenta, se incita al candidato del Frente Amplio a dar una respuesta o debatir sobre el asunto.

Para continuar profundizando esa línea argumentativa, este viernes sobre las 11:30 Delgado y su equipo económico presentaron sus planteos para reducir el costo de vida —una apuesta a la que también se había comprometido en campaña la precandidata Laura Raffo—, algo a lo que el candidato ya había hecho referencia en su exposición del 10 de agosto en el club Atenas, cuando propuso recudir el precio "fundamentalmente de los alimentos, la energía y los artículos de higiene personal".

En el acto, en el que hablaron, además de Delgado, Raffo y quien sería su ministro de Economía, Diego Labat, el planteo central tuvo que ver con que a partir del paquete de medidas que se quiere implementar las familias podrán ahorrarse entre $ 2.500 y $ 3.000 cada mes.

Esto último, como fue explicado este viernes, precisa de una relevante "desregulación" y cambios regulatorios, que harán que a la hora de importar ese tipo de artículos —el caso paradigmático es el de la pasta de dientes— las exigencias del Ministerio de Salud Pública sean menores. Con lo cual, habrá más importadores en el mercado, y eso —según apuestan en el equipo de Delgado— redundará en un descenso de los precios.

Foto: Estefanía Leal

También se propuso eliminar aranceles en las importaciones de productos tecnológicos, y se modificarían los límites actuales de las franquicias —que establece hasta tres compras anuales por cada persona de 18 años sin impuestos, siempre y cuando estas nos superen los US$ 200 dólares ni pese más de 20 kilos— con el objetivo de reducir la "brecha digital".

Además de insistir con lo anterior, el candidato Delgado también prometerá en lo que queda de campaña ofrecer una rebaja de de la tarifa de energía que los uruguayos pagan a la UTE.

Para esto, se argumentará que durante este período, en promedio, hubo una rebaja de 10% en este valor —ya que la tarifa subió por debajo de la inflación— y que para el siguiente la rebaja puede ser del 20%, fundamentalmente si los ciudadanos se pasan a la tarifa inteligente, algo sobre lo que se insistirá a los usuarios.

El cálculo en el equipo del candidato nacionalista es que hay 450 mil hogares —un millón y medio de uruguayos— que pagan 20% más de lo que podrían pagar si hacen ese cambio.

Asimismo, los blancos volverán a insistir con su promesa de desregularizar el mercado de los combustibles.