Ninguna de las dos figuras que tiene hoy el Partido Nacional como probables precandidatos a ganar la interna -Álvaro Delgado y Laura Raffo- están formalmente en carrera para las próximas elecciones, pero en ambos casos tienen una maquinaria en marcha desde hace meses con la mira puesta en junio de 2024.
Raffo -hoy apoyada por el Herrerismo, Alianza Nacional y el Movimiento Nacional de Rocha- se muestra más activa que su futuro contendiente pues, desde que renunció a la Comisión departamental de Montevideo del Partido Nacional el 8 de mayo pasado, no siente ataduras políticas, y por eso recorre el país y da discursos netamente de campaña, como por ejemplo lo ha hecho esta semana en distintos puntos de Montevideo.
Delgado tiene otro ritmo porque ocupa el cargo de secretario de la Presidencia y porque, justamente, uno de los principales capitales políticos que tendrá para mostrar en la campaña que se viene -así lo tienen asumido él y su entorno- es lo que pueda reflejar como logros de la gestión de gobierno de Luis Lacalle Pou.
Pero eso no quita que el jerarca no ocupe parte de su tiempo en pensar en la estrategia electoral, en continuar buscando acuerdos electorales para seguir expandiendo la estructura ya grande que tiene con el respaldo del sector Aire Fresco y el apoyo de una decena de intendentes, y en ir conformando un equipo de trabajo enfocado en su candidatura.
Raffo lo mismo: a otra velocidad y con otra impronta, también ya tiene un equipo consolidado, al que por supuesto -esto corre para ambos casos- pueden ir habiendo modificaciones conforme avanza el calendario electoral, nuevos acuerdos se vayan cerrando y más profesionales vayan contratándose.
El secretario de la Presidencia, por ejemplo, está rodeado de un equipo que, en gran parte, ha trabajado en la campaña de Lacalle Pou, y continúan ahora trabajando en Presidencia -otro de los aspectos que coadyuvan a generar la idea de “continuidad” con la actual gestión.
Es así que integran este círculo de Delgado el secretario de Lacalle Pou, Nicolás Martínez, y el publicista Roberto Lafluf, que asesora hoy en temas de comunicación en Presidencia. Estos últimos, junto con Diego Silva y Lucía Cohen -quien hoy suele encargarse de actualizar la agenda del futuro precandidato a la prensa, entre otras tareas- son parte de un equipo dedicado a la elaboración de la “comunicación estratégica” del jerarca. También trabajan codo a codo con él en distintas tareas de coordinación operativa sus asesores en la Torre Ejecutiva Javier Álvarez y Tomás Casaretto -presidente de la juventud blanca-, y Hebert Paguas, director de Presidencia.
Luego está otro círculo de dirigentes de máxima confianza del secretario presidencial, más enfocados en aspectos políticos. Aquí se destaca Martín Lema, ministro de Desarrollo Social y un dirigente muy cercano y de extrema confianza del sector Aire Fresco, pero también el ministro de Transporte, José Luis Falero, los intendentes Fernando Echeverría (Flores) y Guillermo López (Florida), el senador Amin Niffour, el diputado Armando Castaingdebat, el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, y Carlos Albisu, presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande.
En otras actividades, pero también rodeando al futuro precandidato, la lista la completan el asesor Luis Calabria, así como otros varios intendentes de Aire Fresco e independientes.
Del lado de Raffo también están los dos planos de organización: el operativo y el más político. Dentro de estos últimos hay un comando que se reúne todos los lunes, integrado por, hasta ahora, representantes de los dos principales sectores detrás de su precandidatura: por el Herrerismo, participan el ministro del Interior, Luis Alberto Heber; los senadores Gloria Rodríguez y Rodrigo Blás; y el diputado y presidente de la cámara baja, Sebastián Andújar; por el lado de Alianza Nacional están su presidente, el senador Carlos Camy; el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi; Mario Ayala, presidente de la Comisión Administradora del Río Uruguay; y el dirigente Jorge Larrañaga Vidal, hijo del caudillo blanco fallecido.
Pero hay otros dirigentes de relevancia que formalmente no integran este ámbito y que han tenido participación clave en la construcción de este proyecto político, como por ejemplo el diputado Juan Martín Rodríguez.
En la parte operativa sobresalen Ana Carrero, Valentina Arlegui y Carolina Murphy, entre otros.
Carrero es la jefa operativa de campaña, que abarca desde la comunicación, el manejo de las redes sociales y el diálogo con los medios hasta la organización logística. Arlegui -jerarca en el Ministerio de Trabajo y mano derecha de Pablo Mieres- es la jefa de los equipos técnicos.
Y Murphy, directora territorial de Montevideo del Ministerio de Desarrollo Social, está a cargo de la secretaría de Montevideo en la campaña de Raffo, quien ya la conoce por haber trabajado con ella en las elecciones departamentales de 2020, por lo cual tiene con la futura precandidata una relación de “extrema confianza”.
Álvaro Delgado
Sentado en su oficina en el piso 11 de la Torre Ejecutiva -a metros del presidente Luis Lacalle Pou-, recorriendo el país para participar de inauguraciones varias o en ocasiones de viaje en el exterior formando parte de la comitiva del Ejecutivo, Álvaro Delgado dedica la mayor parte de su tiempo a gobernar. Y aunque esto no signifique, ni mucho menos, que el jerarca no piense en la campaña, en realidad se trata de una apuesta electoral en sí misma: sabe que un activo político que tiene de su lado es la naturalidad con la que puede representar la “continuidad” del gobierno de Lacalle Pou. Por lo que los logros que obtenga el gobierno le darán rédito en la campaña. Por eso el rol que mantiene en Presidencia es de articulación en los principales ejes de gestión presidencial, y es también vocero de temas importantes, como la gestión de la crisis hídrica, algo que al mismo tiempo puede tener su riesgo: si hay fallas, él será la cara visible.
Laura Raffo
Laura Raffo supo desde un comienzo que su estrategia consistiría en armar un bloque amplio y abarcativo, simulando, de alguna manera, al camino que hizo Luis Lacalle Pou en las últimas dos elecciones. Y es lo que ha hecho hasta el momento: partió hace unos meses con el apoyo orgánico del Herrerismo en busca de otros sectores que pudieran acompañar su propuesta -que siempre se pensó más allá del Herrerismo- y ahora cuenta, entre otros, con el respaldo de Alianza Nacional. El proyecto ya tiene nombre, como informó Búsqueda y confirmó El País: Sumar. Y con esa idea fuerza, de integrar diversidades políticas y de todo tipo -la mayor participación de la mujer es algo en lo que Raffo ya viene insistiendo- forma parte de la apuesta de la futura precandidata, que recorre el país hablando también de la “nueva ola de transformaciones” que buscará liderar en un eventual gobierno suyo en 2025.