Autoridades de la Intendencia de Canelones y de la alcaldía de Atlántida polemizaron ayer en una audiencia pública con vecinos de ese balneario por la demolición del icónico monumento de la “Plaza de los Fundadores”. Los vecinos, que se oponen a la nueva obra aprobada por la comuna canaria, señalan que ésta tiene un tinte político porque se parece a “una hoz y un martillo”, clásica simbología utilizada por el Partido Comunista.

En tanto, jerarcas de la intendencia, así como otros vecinos que respaldaron la iniciativa, replicaron que el monumento demolido estaba muy deteriorado, la plaza era un espacio público que prácticamente no era usado y que el diseño elegido no tiene relación alguna con una ideología política.

En la reunión, que se realizó en la plaza de Atlántida, participaron el secretario general de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani, la directora de Gestión Territorial, María Eugenia González, y el alcalde de Atlántida, Gustavo González, entre otros jerarcas, y unos 30 vecinos, la mayoría de los cuales se oponía a la colocación del nuevo monumento.

La directora González explicó a los presentes que el proyecto se llevó adelante mediante un llamado público y agregó que ésta no era la primera vez que se informaba a los lugareños de Atlántida sobre la marcha de la remodelación de la plaza, cuya iniciativa se hizo pública hace por lo menos dos años.

Foto: Intendencia de Canelones

“El anteproyecto representa a muchos valores que resaltan a los fundadores de Atlántida”, dijo la jerarca comunal.

Destacó que la nueva obra tendrá una caminería orgánica y espacios con alusiones a los fundadores de Atlántida. Agregó que la nueva plaza poseerá, entre otras mejoras, una cartelería con código QR que brindará información a los visitantes sobre el balneario, su historia y sus fundadores.

También sostuvo que la nueva obra contará con una fuente y con una escultura que tiene un eje central y tres brazos que simbolizan la pujanza y el espíritu de los emprendedores que fundaron Atlántida.

El material de la nueva estatua se oxida y genera una protección para el ambiente salino, explicó González. Y advirtió a los vecinos que la remodelación de la antigua plaza con su monumento tenía un “costo muy importante”.

Foto: Francisco Flores

La opinión de los vecinos se hizo oír enseguida. Manifestaron sentirse “heridos” por el hecho de que la IMC hubiera tirado abajo una fuente icónica para el balneario, mientras que otros señalaron que la comuna “impone” su obra y los vecinos están obligados a acatar.

“¿No había posibilidades de remodelar la vieja estatua? Se presentaron tres proyectos y dos fueron calificados. Es algo poco para haber adoptado una medida tan drástica de demoler todo y colocar algo nuevo en el lugar”, dijo una vecina.

El alcalde González intentó componer el clima de la audiencia señalando que la Intendencia de Canelones votó una prórroga para que se presentaran nuevos diseños arquitectónicos, pero que ello no ocurrió.

Un vecino replicó: “¿Por qué no repararon el monumento que ya estaba? Derribaron un patrimonio histórico”. También cuestionó la escasa difusión del proyecto realizada por la Intendencia de Canelones.

González, la directora municipal, respondió que nadie presentó un proyecto como pretenden los vecinos de Atlántida. Es decir, refaccionar el antiguo monumento. “Lo que se hizo fue un proceso cristalino. La obra aprobada no está asociada con un símbolo político”, insistió González.

Y reiteró que se realizaron audiencias públicas y llamados a licitaciones. “No hubo intenciones ocultas acá. Fue un proceso cristalino”, afirmó la directora municipal.

Foto: Francisco Flores

Varios vecinos apoyaron la iniciativa de la Intendencia de Canelones sosteniendo que la plaza era poco usada, estaba en pésima condiciones y el monumento construido era una réplica de uno colocado en la ciudad de Manhattan. El estilo de ese momento, dijo el vecino, era conocido como arquitectura brutalista y agregó que éste sí se asociaba al movimiento soviético.

Otro vecino preguntó si se levantaban 2.000 firmas de ciudadanos de Atlántida la Intendencia de Canelones construiría un monumento similar al demolido. Luego cuestionó que en el lugar “habían más autoridades que personas”.

Sentado en uno de los bancos, un vecino inquirió a los jerarcas municipales buscando una salida conciliadora: “Pretendo sacar la discusión el tema político y las interpretaciones sobre el monumento. ¿Qué podemos hacer? Propongo que la escultura (aprobada por la IMC) se coloque en la rambla y que se busque emular la fuente (que fue demolida) en un tamaño más chico. Que funcione sin agua”.

Esa moción tuvo muchos apoyos de vecinos.