Desde “incertidumbre” a “muy bien”: la mirada de uruguayos en EE.UU sobre medidas migratorias de Trump

Silvia, que está en el país de manera ilegal desde hace 22 años, dice a El País que, “mientras hagas las cosas bien o como ellos quieren que las hagas, no vas a tener problemas”.

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Trump habla en la Sala Roosevelt.
Trump habla en la Sala Roosevelt.
Foto: AFP

Redacción El País
Reforzar el control de la frontera, tratar de cortar el derecho de ciudadanía por nacimiento y suspender las admisiones de refugiados. Estas son solo tres de las medidas migratorias que el presidente estadounidense, Donald Trump, tomó a pocas horas de asumir el lunes al firmar decenas de órdenes ejecutivas con el objetivo de cumplir promesas de campaña. Desde Estados Unidos, uruguayos —uno de ellos ilegal— contaron a El País como consideran que les puede afectar el nuevo gobierno y si están de acuerdo con estas nuevas políticas.

Vinculado a lo migratorio, la eliminación de la ciudadanía automática para parte de las personas nacidas en Estados Unidos es una de las medidas que más ruido causó —sobre todo por los cuestionamientos de su aplicación dado que es una garantía que está la Constitución. La idea del presidente republicano es que los bebés hijos de madres o padres que estén de manera ilegal al momento del nacimiento no tengan la ciudadanía estadounidense.

A Federico, que vive en Atlanta y llegó al país cuando tenía 10 años, no le parece una buena idea la medida. Hoy —a los 32 años, casado y con dos hijos que nacieron en suelo estadounidense— entiende que los niños de inmigrantes deben “tener la oportunidad de aportarle al país —así como la tuvieron sus padres— y ser ciudadanos como cualquier otro” que nace allí.

José Pedro, que ingresó a Estados Unidos de manera ilegal en una camioneta de doble piso y regularizó su situación después de casarse en 1995, tampoco está de acuerdo con la medida. No obstante, recordó que no se va a aplicar hasta dentro de 30 días y que está “sujeta a otras aprobaciones”, las que cree que “no se van a dar”.

Silvia —nombre ficticio dado que es una uruguaya que está en Estados Unidos de manera ilegal hace 22 años— tampoco cree que se aplicará la medida y, además, recordó a El País que es algo con lo que Trump amenaza “desde hace tiempo”.

Aunque los uruguayos tienen una postura unánime sobre esta medida, difieren en otras y en su visión sobre lo que se debe hacer con los inmigrantes.

Medidas y visiones.

Otra de las decisiones que tomó Trump fue decretar una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México, por lo que podría desplegar el ejército y la Guardia Nacional en esa zona limítrofe del país. A su vez, les dio a los militares la orden de aplicar las leyes de inmigración, y dio la orden al Departamento de Defensa de presentar un plan “para sellar las fronteras y mantener la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de Estados Unidos, repeliendo toda forma de invasión”, entre las que incluye la “migración masiva ilegal”.

El nuevo presidente, además, firmó otra orden ejecutiva que suspende el reasentamiento de refugiados en Estados Unidos. Además, instruyó a los máximos responsables del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado a que le emitan un informe cada 90 días a partir de entonces para que pueda evaluar si el programa de refugiados “serviría a los intereses de Estados Unidos”, según se señala en la orden.

José Pedro indicó que, “desgraciadamente”, las medidas que anunció Trump “están siendo forzadas debido al tipo de migrante”. En ese sentido, continuó: “Hoy no es el trabajador que viene a buscar un futuro sino que llega a abusar del sistema. Tengo amigos y conocidos que llevan muchos años en este país sin su documentación legal pero estoy muy seguro de que no van a ser molestados. No están interesados en sacar a la gente que contribuye sino a la que destruye”.

A José Pedro le parece “muy bien” que deporten la “inmigración delictiva” porque les hace “mala fama” al resto de los inmigrantes que están en el país.

Ante la consulta de si haber cruzado de manera ilegal no le cambia la opinión sobre las medidas, respondió: “No porque llegué en el 87 y jamás pedí ayuda del gobierno. No es el mismo tipo de inmigración que antes, ahora la gran mayoría no viene a trabajar y producir. Aunque también ingresa mucha gente de bien a la que estoy seguro que no la van a molestar”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firma una orden ejecutiva en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington.
El presidente Donald Trump firma una orden ejecutiva en la Oficina Oval de la Casa Blanca
Foto: AFP

A Silvia, que está de manera ilegal desde hace 22 años, los anuncios le generaron “miedo” aunque consideró que, si sigue “andando” como hasta ahora, no va a tener “mayores problemas”. A su vez, la uruguaya indicó que con el estadounidense, “mientras hagas las cosas bien o como ellos quieren que las hagas, no vas a tener problemas”.

Silvia recordó en diálogo con El País que cada cuatro o cinco años se vive “prácticamente lo mismo” con los anuncios de medidas antimigratorias. Y añadió: “No es que estés trabajando y te vayan a buscar si no hiciste nada. Puede ser que estés un día en el lugar mal parado y te toque, pero ellos saben dónde está la gente y saben lo que haces. Por ejemplo, si hay una redada, van a ver tus datos y, según quién te agarre, te van a deportar o no”.

Federico, aunque ingresó por avión con 10 años de manera legal, después su familia decidió quedarse más del tiempo permitido, por lo que su estatus pasó a ser el de ilegal. Así se mantuvo hasta que logró regularizar su situación años después. Desde Estados Unidos, marcó a El País que, en el día después de la asunción de Trump, hay “incertidumbre” porque no saben “cuántas de las promesas” que hace “se van a cumplir”.

Ante la consulta sobre si está de acuerdo con las medidas que se plantearon para reforzar el control de la frontera, respondió: “Este país me abrió las puertas y no soy nadie para cerrarle esa oportunidad a otra persona que quiera venir al país que quiera buscar un mejor mañana. Entonces, no soy una persona que crea que cerrar las fronteras completamente es lo más correcto, ahora sí siento que se tiene que controlar mejor pero como en cualquier país”.

[Con información del New York Times]

Trump ha dicho durante mucho tiempo que es inaceptable dar la ciudadanía estadounidense a hijos de inmigrantes sin estatus legal. Así como también fue la posición de consenso entre los candidatos presidenciales republicanos en las elecciones de 2024.

Pero como la ciudadanía por nacimiento está garantizada por la 14ª Enmienda de la Constitución, tal orden de Trump enfrentaría importantes desafíos legales. Esto se debe a que, en Estados Unidos, cualquier cambio a la Constitución requiere votos de supermayoría en el Congreso y luego la ratificación de tres cuartas partes de los estados.

Un presidente no puede enmendar la Constitución por sí solo, y es casi seguro que cualquier orden ejecutiva para restringir o abolir la ciudadanía por nacimiento será impugnada ante los tribunales como una violación de la 14ª Enmienda.

Hasta ahora, el abrumador consenso académico y jurídico estadounidense ha sido que tal interpretación de la 14ª Enmienda tendría pocas o ninguna posibilidad de prevalecer en los tribunales.

Una práctica conocida como “turismo de nacimiento” suena muchas veces cuando se habla de Estados Unidos. Cada año, miles de mujeres embarazadas de otros países ingresan a Estados Unidos con una visa válida, dan a luz a niños que automáticamente obtienen la ciudadanía estadounidense y luego se llevan a los bebés a casa o a un tercer país. Y esta metodología es legal siempre que la madre obtenga su visa de manera veraz y cumpla con sus términos.

Trump y sus partidarios, sin embargo, se quejan de las mujeres embarazadas que ingresan al país para dar a luz a lo que llaman “bebés ancla”: niños cuya ciudadanía estadounidense daría a la familia acceso a beneficios públicos y un punto de apoyo hacia la residencia legal.

El Instituto de Política Migratoria de Estados Unidos estima que, en 2019, alrededor de 4,7 millones de niños menores de 18 años nacidos en Estados Unidos vivían con un padre que vivía en el país ilegalmente: alrededor del 7% de todos los niños en Estados Unidos. Pero los estudios han encontrado que una gran mayoría de esos niños no cruzaron la frontera en el útero. El Pew Research Center estimó en 2022 que alrededor de cinco de cada seis hijos estadounidenses de inmigrantes que viven en Estados Unidos ilegalmente nacieron dos años o más después de que sus padres ingresaron a Estados Unidos.

[New York Times]

69.380 uruguayos en Estados Unidos

En julio de 2022, en Estados Unidos había 69.380 uruguayos, según estimaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores. De esa manera, volvió a quedar en evidencia que es uno de los países preferidos por los uruguayos para emigrar. Otro lugar que suelen elegir los orientales es España, donde, según el último censo de ese país, hay 89.595. La mayor cantidad de uruguayos reside en la comunidad autónoma de Cataluña, y solo en Barcelona viven 17.922 uruguayos.

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