Por Joaquín Silva y Pamela Díaz
Son horas de “silencio de radio” desde ambos bandos, que monitorean con atención las eventuales “señales” que puedan surgir desde el otro lado y que permitan vislumbrar qué futuro tendrá la reforma jubilatoria.
Tanto el gobierno como Cabildo Abierto son conscientes de la relevancia política de la iniciativa que los tiene enfrentados, por lo que significa como legado para la gestión del presidente Luis Lacalle Pou y por las consecuencias que traería para la coalición multicolor en caso del naufragio de uno de los buques insignia del gobierno.
La última reunión entre los dos -la del jueves pasado en la residencia de Suárez y Reyes- no cambió las cosas. Lacalle Pou le contestó al líder cabildante, Guido Manini Ríos, qué aspectos podían atenderse de sus exigencias -básicamente, incluir una declaración en el texto acerca de la progresiva desaparición del IASS a medida que la economía lo permita- y en cuáles eso no era posible por afectarse “el sistema”. Se negó la posibilidad de bajar a 20 la cantidad de años para el cálculo del promedio -el gobierno propone 25- y quitar del proyecto la habilitación de las AFAP a invertir fuera de fronteras.
Manini Ríos ha repetido desde entonces las dos opciones que su partido tiene arriba de la mesa: no votar todo el proyecto o “desglosar” esos artículos que rechazan para que sean tratados en otro proyecto. Y esto último, según indicaron a El País fuentes cabildantes, ha ganado fuerza en las últimas horas entre los liderados por Manini Ríos como la opción viable.
Sin embargo, desde el gobierno también entienden que, a juzgar por lo que el propio Manini Ríos dijo en las entrevistas que concedió luego del jueves, el general retirado también dejó entrever que estaba dispuesto a ser incluso más flexible. En diálogo con FM Del Sol este lunes, por ejemplo, al ser consultado acerca de si “la pelota” estaba ahora en la cancha del Poder Ejecutivo respondió que “no”, porque entendía que la negociación estaba “trancada” pero que él buscaba una resolución. “Yo mismo en esa respuesta (la del jueves) dije que iba a seguir haciendo consultas porque el espíritu nuestro no es trancar la reforma: es que haya reforma”, afirmó.
Fue un mensaje que no pasó desapercibido en la Torre Ejecutiva, desde donde han seguido con gran atención las salidas públicas del líder de Cabildo Abierto en busca de elementos que puedan augurar la postura que adoptará el partido, que ha llevado al oficialismo a transitar el peor momento de la coalición.
En el gobierno, según indicaron a El País fuentes oficialistas, esperan desde el jueves una respuesta, algo que el propio Manini Ríos declaró -y más de una vez- que debería llegar esta semana. Las referencias temporales a las que hizo mención fueron, al menos, “la semana que viene” o “entre martes y miércoles” de esta Semana Santa.
Pero, de acuerdo a las fuentes consultadas, en Cabildo Abierto entienden que la respuesta llegará “recién la semana que viene”, cercano al plazo en que vence el cuarto intermedio que fue votado por los diputados que integran la comisión especial que discute la iniciativa, marcado para el próximo lunes 10 de abril.
Manini Ríos, mientras tanto, publicó ayer en su cuenta de Twitter un extracto del editorial de La Mañana, referido a uno de los puntos en los que se ha mostrado inflexible: el de las AFAPs. “’No tiene sentido que exportemos capital al extranjero a bajas tasas de interés y con riesgos desconocidos -citó- para luego ir sombrero en mano a los centros financieros del extranjero a pedir nuestro propio dinero a un costo mucho mayor y con condicionalidades’”.
Pese a esto, en el gobierno tienen la “expectativa”, todavía, de tener novedades “esta semana”.
En números
Manini Ríos insiste en que los planteos elevados al gobierno no afectan “sustancialmente” al nuevo sistema jubilatorio. “Las siete propuestas no desestabilizan el proyecto, no lo desnaturalizan, no van contra la esencia del proyecto, no significan financiera ni económicamente que eso quede insostenible”, declaró el senador a El País días atrás.
Los cambios que propuso Cabildo Abierto implican, en esencia, una serie de interrogantes. ¿Qué impacto financiero implicaría aceptar su propuesta? Es decir, ¿qué significa en términos económicos pasar de los 25 mejores años de aportes a los 20 como se propuso la semana pasada?
Acceder a ese planteo tendría un impacto equivalente al 0,35% del Producto Interno Bruto (PIB), estimación que se realizó teniendo en cuenta las tres entidades estatales -BPS y cajas Policial y Militar- para cuando la eventual reforma esté aplicándose en su totalidad -o sea, luego del período de transición.
Otro aspecto que se tiene en cuenta para analizar la viabilidad de la propuesta cabildante es lo que se conoce como “movilidad salarial vertical”. Esto significa que, más allá de los ajustes que se dan por inflación, hay aumentos en las remuneraciones de las personas a medida que progresan en la trayectoria laboral. Pero este crecimiento no se da igual en todos los casos: por ejemplo, una persona en un decil bajo tiene en general un aumento menor del salario en comparación a otra que está en un decil alto a lo largo de su vida laboral.
Esta explicación, manejada por fuentes oficiales, lleva a la conclusión de que aumentar el período del cálculo del sueldo básico jubilatorio -como quiere Cabildo- no tendría mayor incidencia, sobre todo en el suplemento solidario. Y al mismo tiempo, explicaron que, al tomar un periodo más corto, los más beneficiados son los deciles más altos. Y en el plano militar, añadieron, la movilidad del personal subalterno es notoriamente menor que para la oficialidad.
Gobierno defiende 25 años para cálculo de sueldo básico en reforma planteada
A lo largo de los años, son varios los países que han realizado reformas a sus sistemas de seguridad social. En ese marco, fuentes de gobierno dijeron que “no existe ningún país de similar dinámica demográfica y nivel de protección social en los que promedie menos de 25 años”. El planteo llega después de que Cabildo Abierto pidiera reducir la cantidad de años, primero a 15 y después a 20, en la búsqueda de un acuerdo con los demás socios de la coalición.
Se ha aumentado la base del cálculo para hacerlo más equitativo con el volumen de aportaciones de las personas, añadieron.
En el caso de Austria, por ejemplo, se toma para el período del cálculo los mejores 30 años y, a partir de 2028, serán los 40.
Un escenario similar es el de Portugal, donde para la tasa de adquisición cuentan también 40 años.
Y en Costa Rica, según se desprende de un informe de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensión, “a partir de 2024 la fórmula para el cálculo de las pensiones considerará los mejores 300 salarios reportados (25 mejores años, no necesariamente consecutivos), antes se consideraba el promedio de los últimos 240 salarios (últimos 20 años consecutivos)”.