Diputado Cal apuntó contra el gobierno y explicó encuentros en Colombia con el empresario asesinado Aguiar

El Senado levantó hoy el carácter de secreto de la sesión de comisión a la que concurrió el diputado cabildante para hablar del empresario asesinado en febrero.

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Sebastián Cal, diputado de Cabildo Abierto.
Sebastián Cal, diputado de Cabildo Abierto.
Foto: Juan Manuel Ramos/Archivo El País

Redacción El País
La Cámara de Senadores levantó la sesión secreta de la Comisión de Seguridad Pública y Convivencia del 2 de abril, cuando compareció el diputado de Cabildo Abierto Sebastián Cal. Allí el legislador apuntó contra las autoridades del gobierno, explicó su vínculo con el empresario Gonzalo Aguiar —asesinado por su exesposa en Punta del Este el 26 de febrero—, y aseguró que en su momento no realizó una denuncia formal —aunque sí advirtió al Ministerio del Interior— por miedo.

Cal contó que conoció a Aguiar en Roma, en setiembre de 2021, viaje que realizó tras una invitación de una organización llamada Certal —que “trabaja en temas de telecomunicaciones” y es “defensora de los temas de libertades de prensa y demás”— para participar de un foro. Allí también tuvo contacto con John Pollesel, canadiense “accionista de Boreal Agrominerals” — empresa que “tenía una pata muy importante” en Uruguay— y otras “dos personas” que le dijeron que “eran socios de esta compañía” a nivel local.

En febrero de 2022, esas dos personas le consultaron si había posibilidad de que les “estableciera algún contacto con el Ministerio de Agricultura en Colombia”, a lo que Cal respondió que sí por el vínculo que tiene con el país. Después hubo un segundo viaje en el que va Aguiar y técnicos desde Canadá para “hacer una exposición sobre los agrominerales que iban a ofrecer”, y en una tercera oportunidad se encontró con el empresario allá para almorzar.

Ya en junio, Aguiar lo invita a tomar un café a su casa. Sobre el encuentro, Cal relató: “Voy y noto realmente una presencia de seguridad que salía de lo común (…) Entro a la casa, en la puerta principal me abre un señor, que no sé de dónde era —por el acento parecía mexicano o de Centroamérica—, con un arma en la cintura. (…) Había una mesa bastante grande, en la cual había al menos cuatro, cinco o seis armas de un calibre importante, con apariencia de armas de guerra”.

Gonzalo Aguiar, empresario del cannabis medicinal que murió a manos de su exesposa.
Gonzalo Aguiar, empresario del cannabis medicinal que murió a manos de su exesposa.
Foto: Instagram.

En ese encuentro, según el relato de Cal, Aguiar la dijo que le tenía que pedir un “favorcito”: acompañarlo a Paraguay la siguiente semana. A esta propuesta, el legislador le respondió que no se dedicaba al lobby. El empresario, entonces, le habló en un “tono bastante agraviante”, le aseguró que a él lo cuidaba la Policía, y le comentó: “No, pero ustedes no tienen idea de quién soy yo porque son nuevos, pero acá financio campañas políticas y después me van a necesitar”.

Ante esa situación, habló con el jefe de Policía de ese momento, Julio Pioli. Después, en diciembre de 2022, volvió a hablar con el entonces jerarca porque “era algo que rompía los ojos la situación en Maldonado con este señor”. Y “uno, dos o tres días después” es que recibe en su celular un audio de Aguiar, diciéndolo lo siguiente: “Bo, Seba, déjate de hacer denuncias. Estás quedando pegado, muchacho. Si tenés algún problema conmigo o algo, vení y hablamos acá, de cara, como hombres. Tenemos, los dos, pelos en los huevos, ¿no?”.

En enero, entonces, pide una reunión con el entonces ministro del Interior, Luis Alberto Heber, quien —según Cal— le dice que se “quede tranquilo”. Una de las preocupaciones que planteó el legislador es que Nicolás Martinelli aparecía en las fotos de casamiento de Aguiar. Pero inconforme con la respuesta, se reunió con Álvaro Delgado.

Una de las situaciones que planteó Cal con Heber es la siguiente: “El ministro no tuvo mejor idea que hacerme un chiste cuando nos encontramos en el aeropuerto. De forma muy jocosa y risueña me preguntó, delante de la gente, si todavía no me habían matado los narcos. Le hice saber que no, que por ahora no, pero que cualquier cosa se iba a enterar”.

Para Cal, la situación que vivió con Aguiar debe ser un “llamado de atención de que tal vez Uruguay no está tan lejos de convertirse en un país como Ecuador, por ejemplo”. Y continuó: “Creo que tenemos que ser un poquito más desconfiados y no podemos abrirle las puestas al primero que aparece con plata y dice ser un empresario. Creo que cuando un legislador se acerca a denunciar una situación, hay que escucharlo; creo que cualquier persona que se acerque a denuncia una situación debe ser escuchada”.

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