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Por Joaquín Silva
El 28 de julio de 2020, pocos meses antes de asumir como director de la Secretaría de Empleabilidad para la Inclusión Social de la Intendencia de Montevideo, Gabriel Chevalier fue presentado como “sociólogo” en un matutino televisivo. Él, en el estudio, esperando a ser entrevistado, no precisó al conductor que no había culminado los estudios terciarios.

Fue un error que, para entonces, se había repetido más de una vez. En la biografía del Instituto Cooperativo de Consultoría y Asesoría, en la que se presenta como presidente y socio fundador, Chevalier se definía como “sociólogo”, aunque en la tarde de ayer -luego de la consulta de El País- la información fue actualizada y ahora se define como “cientista social”.

También fue presentado como sociólogo en una entrevista que concedió al semanario Hoy Canelones el 7 de noviembre de 2017, en aquel momento en calidad de “referente del Programa de Convivencia y Seguridad Ciudadana” del Ministerio del Interior.

Lo mismo ocurrió el 31 de junio de 2018, cuando otro semanario de Canelones, Progreso, escribió en la introducción de la entrevista que “el Sociólogo Gabriel Chevalier, asesor del Ministerio del Interior” se había reunido con vecinos para tener “una visión de primera mano” de la inseguridad.

“No, no. Sociólogo no soy”, respondió ahora Chevalier en diálogo con El País.

“A ver... Estudié acá, estudié en Estados Unidos, pero no está revalidado acá, así que no me presento en ningún órgano oficial de ninguna manera como sociólogo. Olvidate”, dijo.

Agregó que en los casos en que la información podía corregirse así ocurrirá -como efectivamente hizo en la descripción que consta en la web de su cooperativa- y que lo que se ajusta a su trayectoria académica es el nombre de “cientista social”.

“Pero yo no me presento como sociólogo. Puede ser error de los demás. He tenido varios contratos y jamás puse que soy algo que no soy”, argumentó el jerarca.

—¿Dónde estudió? Dijo recién que en Estados Unidos.

—Estudié acá en la Universidad de la República y después hice una revalidación a través de unos cursos online, una carrera online de unos cuatro años.

—¿Pero en dónde?

—Eso no es relevante, porque si el título no... Digo, no sé.

En la página web de la intendencia, Chevalier resume su carrera en unas pocas líneas: dice que es “Cientista Social con formación terciaria en sociología, psicología social y educación popular”, y que además tiene un “diplomado internacional en análisis político y gestión pública”.

Distinto era, no obstante, el currículum que presentó en el Ministerio del Interior, cuando en junio de 2015 fue designado como adscripto de esta Secretaría de Estado.

Allí estableció -como puede apreciarse en internet- que también tiene el título en “Técnico en Ciencias de la información”, que había hecho la carrera en Sociología, que además era “Magister en Ciencias opción Educación Popular” y que por haber cursado en la “Escuela de Psicología Social Enrique Pichon Rivière” tenía entonces el “título” en “Psicólogo Social” (ver recuadro) e incluso un “postgrado en Familias-Niños-Jóvenes en Situación de Riesgo Social”, pese a tener incompletos los estudios universitarios.

Y en la descripción hecha en un informe de aquel momento de la Oficina Nacional de Servicio Civil, al detallar las designaciones hechas en la cartera de seguridad, figura que Chevalier era “Sociólogo-Psicólogo”.

“Como esta formación induce a error siempre estoy buscando que no me pongan un título que no tengo, porque sé lo que significa”, siguió explicando Chevalier, que concluyó: “Tengo formación en ciencias sociales, en psicología social, en administración pública y en análisis político. Y aparte estudié en la Facultad de Ciencias Sociales”.

En los últimos años han sido frecuentes las polémicas públicas en torno a errores, omisiones y en ocasiones mentiras en torno a títulos universitarios de dirigentes políticos.

El caso más resonado tal vez haya sido el del exvicepresidente Raúl Sendic, quien durante años dijo ser licenciado en genética humana cuando en realidad no lo era.

Más reciente fue la situación del exministro de Ambiente, el colorado Adrián Peña, quien renunció a su cargo luego de reconocer el error de decir alguna vez -pero sobre todo dejar que lo digan otros- que era licenciado en Dirección de Empresas -título que hoy ya tiene en trámite- cuando todavía no había entregado la tesis -algo que hizo el año pasado.

En 2016 se supo que el entonces secretario político del FA, Gonzalo Reboledo, se presentaba también como sociólogo sin haber terminado la carrera, “error” que en aquel momento procedió a corregir.

Luego hubo casos con consecuencias más graves, como el procesamiento y la renuncia en setiembre de 2017 del director de Asuntos Sociales del Ministerio del Interior, por haber contratado a su hermana como psicóloga sin que tuviera título; o la abogada “trucha” del Ministerio de Industria, lo cual terminó en denuncia penal porque, como se descubrió en 2018, ni siquiera era bachiller.

*Por un error involuntario, en la primera versión de esta nota la foto que la ilustraba no era la de Gabriel Chevalier. A los involucrados y a nuestros lectores, disculpas.