Redacción El País
La Comisión de Derechos Humanos, Equidad y Género del Senado avanza en la discusión de un proyecto de leyque propone regular, a través de cupos, el acceso de las artistas mujeres y disidencias a los eventos musicales que cuenten con financiación directa o indirecta del Estado.
La iniciativa, firmada por las senadoras Sandra Lazo (Frente Amplio) y Gloria Rodríguez (Partido Nacional) plantea en líneas generales que en este tipo de espectáculos las mujeres y las disidencias nacionales tengan que ocupar obligatoriamente la mitad de la grilla. El cupo podrá considerarse cumplido, establece el proyecto, cuando se den determinadas condiciones. Por ejemplo cuando, en los casos de una banda mixta, las mujeres o disidencias estén a cargo de la parte solista. También cuando, en estos casos, la banda cuente con la mitad o más de integrantes de estos colectivos.
En el caso de que la grilla del espectáculo se integre por un número impar de propuestas, la producción del evento será responsable de completarla con la propuesta artística que considere, para así poder cumplir el cupo.
La comisión está integrada por cinco mujeres y dos hombres. Uno de ellos, el cabildante Guillermo Domenech, alzó su voz durante la última sesión para oponerse firmemente a la idea. "Es un muy mal proyecto y va en la tendencia a dividir a la sociedad", lamentó. "Una sociedad dividida en cuotas por sexo, religión o orientación política, que va en un muy mal sentido", agregó.
Domenech dijo no ver la razón de establecer por ley una "cuota" en la música a partir de la orientación sexual del intérprete. Para fundamentar su pensamiento, habló de sus gustos musicales. "Cuando escucho a Freddie Mercury, no lo hago por su orientación sexual, sino por el arte que despliega" afirmó, en referencia al legendario cantante de Queen.
El senador cabildante cuestionó el "poco énfasis" que iniciativas de este tipo hacen en los "talentos y las virtudes" de las personas y cuestionó la intención de quererles "imponer" a los espectadores a un artista porque tiene "tal o cual" sexo u orientación sexual. "No le encuentro ni pie ni cabeza al proyecto", señaló. "Sería muy fácil edulcorar una posición o decir algo que sea agradable al odio, pero entiendo que una sociedad dividida y en cuotas es una sociedad desintegrada".
El proyecto de Lazo y Rodríguez responde a un trabajo de más de cuatro años llevado a cabo por el colectivo Mujeres y Disidencias del Uruguay, que fue este martes a la comisión a defender la iniciativa y que procuró darle "tranquilidad" a Domenech. "En ningún momento en el proyecto se menciona la orientación sexual de las personas, sino que habla de género" apuntó una de sus integrantes, Alicia Álvarez de León.
En su visión, el proyecto "pretende fortalecer la identidad de las mujeres y disidencias como sujetos culturales decisivos, procurando generar oportunidades igualitarias y la visibilización de nuestro trabajo".
"Histórica masculinización"
El colectivo defendió la necesidad de una ley de este tipo con cifras. Por un lado, con las ventajas que supondría para todo el país su aplicación. El grupo presentó ante la comisión un estudio realizado por el Banco Mundial, que en 2020 indicó que si las mujeres y las disidencias participaran en igualdad de condiciones en todos los rubros de la actividad económica, el PBI de Uruguay crecería hasta 13%.
El grupo presentó a los legisladores el documento "Equidad Sonora", que refleja una "histórica masculinización" del sector musical. Los datos disponibles indican que, de 2015 a 2018, las mujeres representan tan solo el 26% de las personas que, en Uruguay, logran hacer de la música su ocupación principal.
En el interior, la participación de mujeres y disidencias en espectáculos con financiación pública es inferior al 8%. Los porcentajes crecen cuando se habla de producciones independientes en salas privadas, llevadas a cabo por mujeres que afrontan el riesgo económico que supone montar esos espectáculos.
Según Álvarez de León, las mujeres y disidencias que llegan a desarrollarse en la música se caracterizan por tener niveles educativos y pertenecer a sectores económicos medios y altos, así como por ser mayoritariamente blancas y de Montevideo. El estudio reveló además que sufren de altos niveles de informalidad y precarización, junto a una brecha salarial del entorno del 9% con respecto a los varones. Una de cada cuatro mujeres y disidencias dijo no haber percibido remuneración por su trabajo en la música.
En lo que va de este año, en los grandes festivales como Cosquín Rock, la Semana de la Cerveza de Paysandú, el Festival del Olimar en Treinta y Tres, Minas y Abril de Lavalleja o Canelones Suena Bien, la participación de mujeres y disidencias estuvo por debajo del 25%.