Dragado del puerto: el gran primer acuerdo del gobierno uruguayo con Javier Milei

Tras una década de negociaciones, Argentina y Uruguay llegaron a un acuerdo para el dragado del canal de acceso al puerto de 13 a 14 metros, lo que habilitará la llegada de barcos de mayor capacidad de carga.

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En los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández, Uruguay no consiguió el aval que ahora da el gobierno de Javier Milei.
En los gobiernos de CFK, Mauricio Macri y Alberto Fernández, Uruguay no consiguió el aval que ahora da Milei.
Foto: AFP

Redacción El País
Hace una década que Uruguay esperaba el mensaje que recibió el canciller Omar Paganini el martes. Del otro del Río de la Plata, la canciller argentina, Diana Elena Mondino, le anunciaba que su país acepta que se extienda y se profundice el dragado del canal de acceso al puerto de Montevideo, de 13 a 14 metros, lo que habilita el tránsito de barcos de mayor calado y capacidad de carga. El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay considera que se trata de “un hito” y ayer se comunicó con su par argentina para agradecerle.

El presidente Luis Lacalle Pou conversó con el mandatario argentino Javier Milei en los últimos días sobre la importancia de profundizar el principal puerto de la nación, informaron fuentes del gobierno a El País, lo que tuvo eco en la Casa Rosada. A su vez, la relación entre ambos cancilleres es fluida y este aval de Argentina, que no fue otorgado por los últimos tres gobiernos de ese país, marca un mojón en el vínculo diplomático.

Lacalle Pou destaca otros dos puntos relevantes para tratar con el gobierno argentino: el pago de las deudas por exportaciones uruguayas y la construcción de un puente que una Monte Caseros con Bella Unión. En Cancillería son conscientes de que la concesión del dragado del puerto a 14 metros habilitará pedidos de Argentina, pero ponderan que la vocación de ambos gobiernos es aperturista y colaboracionista, y que el tiempo de frenar el avance del otro ha quedado atrás.

El presidente uruguayo se comunicó ayer con el argentino para agradecerle su gestión. “Hoy finalmente podemos avanzar. Quiero reconocer el gran trabajo de nuestro equipo técnico y la buena voluntad del presidente Milei y de Diana Mondino”, publicó luego en la red social X.

Por su parte, el canciller Paganini, tras agradecer en conferencia de prensa a su par y “al nuevo gobierno del país vecino”, dijo: “Es importante destacar la visión conjunta que en estos temas tenemos: más que rivales, podemos ser socios”.

Cambio

Uruguay solicitó a Argentina en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) la profundización del canal de ingreso al puerto de Montevideo a 14 metros por primera vez en el año 2013. Cinco años más tarde, Argentina lo autorizó, pero en la documentación oficial la solicitud era por 13 metros, por lo que el proceso debió reiniciarse.

Tras dos instancias en las que la delegación argentina presentó a la uruguaya una serie de consultas sobre el proyecto, y luego de sucesivas respuestas de la delegación oriental, finalmente el presidente de la CARP, el uruguayo Alem García, recibió ayer una nota del presidente de la delegación argentina, el embajador Diego Tettamanti, en la que anuncia la anuencia de su Estado para iniciar la obra.

“Esta delegación ha efectuado el análisis de toda la información proporcionada por Uruguay (...) y considera que la misma resulta completa y suficiente para que Argentina evalúe el efecto probable que la obra ocasionará en su interés de la navegación o al régimen del río”, expresa la misiva, que concluye que Argentina “no tiene objeciones que formular, respecto del proyecto de profundización y extensión del canal de acceso al puerto de Montevideo a 14 metros”.

La carta llegó seis días después de que delegados de la CARP y técnicos de ambos países se reunieran para analizar el asunto, instancia en la que Uruguay presentó las respuestas a las últimas consultas formuladas.

Entonces, ¿la solución fue técnica o política? En conferencia de prensa, Paganini respondió que “lo que es bastante notorio es el cambio de talante del gobierno argentino en estos temas y este cambio de visión”, en el sentido de que “al progresar una parte, progresa toda la región”.

Para el canciller, el cambio de talante y visión de Argentina permite “mirar esto con una lógica de cancha grande, de ser socios en lugar de competidores o rivales”. Además, sostuvo que “esta impronta nueva la impone el nuevo gobierno argentino”. Es una novedad que el gobierno uruguayo celebra y considera “correcta para toda la región”.

Paganini destacó en ese sentido que el dragado a 14 metros permitirá “aumentar la capacidad de cargas del puerto de Montevideo, como puerto de salida de la producción de vastas zonas, además de la de nuestro país, de Paraguay, de Bolivia, del norte argentino, del Mato Grosso brasileño, de toda la hidrovía Paraná-Paraguay”.

Además, explicó que este año la Administración Nacional de Puertos (ANP) abrirá el llamado a licitación para el dragado, obra que comenzaría el año próximo.

Además

“Hay que dotarlo de política comercial que acompañe”

“Es una ventaja competitiva buena. La geografía nos benefició. ¿Alcanza? No. Ahora hay que dotarlo de una política comercial que acompañe: seguimos siendo el más caro de la región por las tarifas”, sentenció Silvia Etchebarne, la abogada con un máster en logística y gestión portuaria y presidenta de la Liga Marítima Uruguaya.

A su entender, el hecho de que se diera la aprobación es una “muy buena noticia, muy esperada”. Por un lado, por la “ventaja comparativa” que se obtendrá con respecto al puerto de Buenos Aires, el “principal competidor”. Por el otro, para poder “cumplir con los compromisos” que se asumieron con UPM 2, Obrinel y Katoen Natie.

Y continuó: “Hubo un cambio de gobierno en Argentina que nos favoreció, y hubo un cambio de canciller (en Uruguay) que tampoco es un hecho menor, habida cuenta de que (Francisco) Bustillo dijo que Uruguay tenía la autorización para dragar a 14 metros en dos comparecencias” en comisiones del Parlamento, cuando aún no las tenía.

Etchebarne remarcó que los 14 metros posicionan al puerto capitalino “muy bien” en comparación con el de Buenos Aires, donde se tiene que hacer un “arduo y costosísimo trabajo” para llegar a los 11 metros. No obstante, quedó en el “medio” de la tabla, si se tiene en cuenta que en Brasil, que es el “referente”, ya existen puertos que dragaron 16 metros o más.

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