LA ENTREVISTA DEL DOMINGO
El candidato por el Partido de la Gente recibió a El País y contó que está dispuesto a integrar un gobierno de coalición liderado por Luis Lacalle Pou o Ernesto Talvi, aunque también le daría los votos al Frente Amplio para algunas leyes, si se mantiene en el poder.
Su oficina -con una hermosa vista de la ciudad- está en el piso 25 de la Torre Nuevocentro, pegada al shopping del cual él es dueño.
Allí recibió a El País y contó que está dispuesto a integrar un gobierno de coalición liderado por Luis Lacalle Pou o Ernesto Talvi, aunque también le daría los votos al Frente Amplio para algunas leyes, si se mantiene en el poder. Propone bajar a la mitad la cantidad de legisladores y pasar de 19 a 5 intendencias.
-Usted dijo hace algunos días que hay que priorizar el trabajo de los uruguayos respecto al de los extranjeros que han llegado al país. ¿Por qué?
-En el país hay 158.000 uruguayos que no tienen trabajo, 41.000 ya no lo buscan porque están desilusionados y 156.000 trabajan menos de 25 horas semanales. El 20% de la población activa, unas 355.000 personas, tiene problemas de empleo. Yo ando por todo el país y cada vez se están cerrando más fábricas e industrias.
También almacenes, farmacias, carnicerías y ferreterías porque no aguantan más los impuestos. Y nada abre como antes. El tema del trabajo es un problema serio que tenemos que empezar a enfrentar.
En la propia Constitución está que un gobernante debe priorizar el trabajo de los ciudadanos. Yo no tengo nada contra los venezolanos, los cubanos y los dominicanos. Ellos se fueron de sus países porque no tenían trabajo. Yo soy nieto de inmigrantes y tengo un nieto dominicano.
-¿Un nieto dominicano?
-Claro. Mi hijo mayor, Bernardo, trabajaba en República Dominicana y nació allá su hijo varón. Casi la mitad de esa isla es Haití y los dominicanos no dejan entrar a los haitianos a trabajar. Porque se quedarían ellos con menos trabajo de lo que tienen.
Si una mujer de Haití tiene un hijo en República Dominicana, no lo reconocen. Yo digo: Uruguay puede enfrentar una crisis y los uruguayos posiblemente se seguirán quedando sin trabajo. No hay cosa peor para un hombre o una mujer que quedar sin empleo.
-¿Pero usted efectivamente propone priorizar el trabajo de los uruguayos frente a los inmigrantes y regular eso?
-No, de ninguna manera. Lo que decimos es que cada vez entran más y más extranjeros. ¿Qué estamos pensando para cubrir toda esa cantidad de uruguayos que se quedan sin trabajo? Hoy por lo general los extranjeros están más capacitados que los uruguayos, muchos de los cuales perdieron la cultura del trabajo.
-¿Y usted qué propone, en definitiva?
-La propuesta es que hay que hacer algo para dar más trabajo. Y la forma de dar más trabajo es que se bajen los impuestos y las tarifas. Los pequeños comerciantes están asfixiados. Acá con los impuestos y las altas tarifas están acabando con la clase media. Hay que hacer algo antes de que la clase media desaparezca.
"Acá los impuestos y las tarifas están acabando con la clase media. Hay que hacer algo".
-¿Qué impuestos bajaría?
-Primero, hay que reducir el impuesto al trabajo (baja la cabeza y mira unos apuntes donde tiene resumidas sus principales propuestas). Nosotros tenemos una propuesta muy seria para eliminar los impuestos a las contrataciones a las microempresas, esas que dan trabajo de una a cuatro personas.
Son unas 190.000 empresas. ¿Cómo lo financiamos? Hay que hacer un gran fideicomiso, con una auditoría de todas las tierras, bienes y empresas inutilizadas. Eso nos da 2.000 millones de dólares. También planteamos bajar el IRPF a las familias que gastan dinero en educación y salud para sus hijos. Se puede bajar el gasto del Estado y se puede hacer con una muy buena gestión. Es lo que yo he hecho toda mi vida.
-Con todo respeto, le pueden decir que no es lo mismo administrar un shopping que gobernar un país.
-Es así. No es lo mismo una empresa que un país. Pero una empresa pública sí es igual a una empresa privada. Y lo que hay que hacer es poner a las personas capacitadas al frente de Ancap, UTE, OSE, Antel. No amigos, no compromisos políticos como el gran caso de (Raúl) Sendic.
-¿Tiene candidatos en mente para dirigir las empresas públicas?
-Es que yo llamaría a consultoras, como se hace en otros países. Haría llamados públicos transparentes: que todo el mundo sepa cómo se hizo ese llamado y qué condiciones tiene la persona elegida, sin que importe a quién votó ni su ideología.
-Ya que estamos en el tema del trabajo, ¿qué opina de lo que dijo Ernesto Talvi de que el desempleo es de 13% porque no se deben contar los 70.000 funcionarios públicos que ingresaron desde 2005?
-Tal vez haya que cambiar la forma de medir el desempleo, tanto en Uruguay como en el mundo. No se tiene en cuenta todas las personas que están desestimuladas y dejan de buscar empleo. Son cerca de 41.000 en Uruguay y sería más justo contarlas. Pero no tienen nada que ver los empleados públicos: son trabajadores.
-Respecto a la inseguridad, ¿coincide con el asesor de Talvi, Diego Sanjurjo, de que Eduardo Bonomi es uno de los mejores ministros del Interior que ha habido?
-En el Partido de la Gente tenemos la mejor propuesta con la tolerancia cero y 50 medidas para terminar con la delincuencia. El Partido Colorado es el más flojo en materia de seguridad y no coincido para nada: Bonomi fue el peor ministro de la historia. Empezó en 2012 con 10.000 rapiñas por año y ahora habrá más de 30.000. Si eso no es mala gestión…
-Todos los gobiernos terminaron con más rapiñas que al inicio.
-A todos les aumentó, pero en la proporción de Bonomi jamás. Es cierto: ni el gobierno militar, ni blancos, ni colorados ni frenteamplistas han podido reducir la delincuencia. Nosotros llamamos a (Rudolph) Giuliani y su equipo, que son los mejores del mundo. Nuestro plan es el más serio, realizable y comprobado. No es teórico.
-Supongamos que gana Luis Lacalle Pou o Talvi. ¿Usted está dispuesto a integrar un gobierno de coalición?
-Esperamos que no gane el Frente Amplio, para el país es bueno que haya un cambio. Es bueno que gane la oposición y nosotros vamos a trabajar fuertemente para eso. Si tenemos asesores o personas que sirven para integrar el gobierno, los pondremos a disposición. Debe haber un gobierno compacto. Vamos a votar por el bien de la gente. Ahora, si gana las elecciones el Frente Amplio y tenemos que votar algo que es bueno para la gente, también lo votaríamos.
-Está el antecedente de la Intendencia de Montevideo...
-Ya lo hicimos con (Daniel) Martínez y el fideicomiso de la intendencia para hacer cuatro obras que eran urgentes. Pero van a pasar cinco años y no las hicieron. Eran cosas buenas para la gente y yo quiero hacer el bien, ese es mi objetivo. No voto cosas para mi chacrita.
-¿Usted podría ser un socio eventual del gobierno de Martínez?
-No, no. No integraría una coalición con el Frente Amplio. Pero, si hay una ley que es buena para la gente, por ser oposición no voy a dejar de votarla.
-¿Solo leyes puntuales?
-Sí, leyes puntuales que sean buenas para la gente. Nosotros vinimos acá para mejorar la vida de los uruguayos, no para que nos vaya bien políticamente o tener más cargos. Ya dije que, si soy presidente o senador, voy a donar todo mi sueldo a escuelas, merenderos o las obras sociales que más lo necesiten. También me pregunto: ¿Uruguay necesita 99 diputados, 30 senadores, 587 ediles y cientos de cargos de confianza? ¿No habrá que replantearse bajar los sueldos?
-¿Usted plantea esas dos cosas?
-Lo vamos a plantear el año que viene donde nos toque. También preguntamos si Uruguay necesita 19 intendencias. No quiero sacar la identidad de ningún departamento, pero hicimos un estudio donde proponemos pasar de 19 intendencias a cinco administraciones regionales. Uruguay podría bajar 400 millones de dólares por año, con el mismo servicio.
-¿Y qué recorte haría en el Parlamento?
-Uruguay puede funcionar con la mitad de senadores y diputados. También se puede discutir si se necesitan las dos cámaras. Los sueldos se pueden bajar mínimo un 30%. No es mucho dinero, pero es una señal.
-Da la impresión que ha ido cambiando su estrategia en los últimos meses. En un momento estaba con la “tolerancia cero” a la inseguridad, luego eso quedó atrás y la campaña se centra más en la buena gestión del país. ¿A qué se deben los cambios bruscos de rumbo?
-El año pasado hicimos muchos estudios y la mayor angustia de la gente era la inseguridad. Por eso fuimos a buscar a los mejores. Este año se agrandó el tema de la falta de trabajo. Estamos muy preocupados por eso. Los dos problemas más grandes del país son la inseguridad y el empleo.
-¿Hoy usted está dedicado full time a la política?
-Sí, 90%.
-¿Cuánto lleva de campaña con el Partido de la Gente ya?
-Dos años.
-¿Sabe cuánto dinero ha gastado desde que arrancó con la campaña?
-Ni me lo haga recordar (se ríe). Es mucho dinero, pero gasté mi dinero. Nadie colaboró con mi campaña, por lo cual es bueno porque no tengo compromisos políticos. Capaz algún amigo se acuerda de mí y me ayuda (se ríe otra vez). Y es dinero que gané en este país, que me dio la posibilidad de progresar. ¿Qué mejor que aportarlo acá?
Es una demostración de agradecimiento, lo hago de corazón. Algunos amigos me preguntan por qué no vuelco el dinero a ayudar una obra social. Es una posibilidad, pero yo creo que la política es la mejor herramienta de ayudar a la gente. Uruguay necesita un cambio profundo y nosotros estamos más preparados que otros para hacer ese cambio profundo. Hace 48 años que trabajo para que se bajen los gastos, para vender más y hacer una buena gestión. Y así se va a poder distribuir mejor.
-¿No tiene calculado cuánto dinero gastó, entonces?
-Cuando haga el cierre, lo voy a publicar.
-¿En algún momento se arrepintió y pensó que hubiera sido mejor quedarse en el confort de sus negocios?
-No, no, no. Estoy muy entusiasmado, poniendo mucha energía y fuerza. Le dedico el 90% de mi vida y es lo que yo quiero hacer. Me siento preparado, tengo ganas de que me den la oportunidad. Me siento con fuerza de cambiar este país. Estamos a tiempo. Mi mayor enemigo es el sentimiento de los uruguayos de que esto ya no se puede modificar.
"Soy persona de trabajo, no político"
-¿Cómo valora el episodio con Daniel Peña, quien, según trascendió, amenazó con renunciar a la candidatura a vicepresidente?
-Yo estoy aprendiendo mucho. Soy una persona de trabajo, no un político, y estoy aprendiendo mucho de política. Hay temas que son diferencias de estrategia, pero se solucionan rápido.
-Peña dijo a El País que él tenía un proyecto bueno para generar empleo y usted salió con el tema de los inmigrantes...
-Él no estaba muy de acuerdo con eso. Yo le expliqué que no tengo nada contra los inmigrantes. Solo quiero poner sobre la mesa el problema de trabajo de los uruguayos. Una vez explicado eso, es un tema superado.
- ¿Por qué las encuestas lo dan tan bajo, entre 1 y 2%?
-Cuando faltaban 45 días para la elección departamental en 2015, nos daban 5% y sacamos 24%. Las encuestadoras tienen dificultades y no llegan a estudiar mucho a la clase baja y media-baja.
-Si las encuestas no se equivocan y el Partido de la Gente obtiene esos porcentajes, ¿se sentiría decepcionado?
-La democracia es así y hay que aceptarlo. Yo pongo mi trabajo y esfuerzo a disposición del país.