Ehrlich asume y el FA inicia período de transición hasta las elecciones del 5 de diciembre

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Ehrlich, exintendente y exministro, asume temporalmente la coordinación del FA. Foto: Estefanía Leal
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CAMBIO DE AUTORIDADES

Con un acto realizado en La Huella de Seregni, Javier Miranda dejó el puesto de presidente del Frente Amplio tras cinco años.

Finalmente se concretó el traspaso de mando al frente de la fuerza política de izquierda: Javier Miranda dejó el puesto de presidente del Frente Amplio tras cinco años, y el exintendente de Montevideo (2005-2010) Ricardo Ehrlich asumió temporalmente la coordinación de la fuerza política hasta que se realice la elección de autoridades definitivas el próximo 5 de diciembre.

Con un acto en La Huella de Seregni -enmarcado en la realización del Plenario Nacional del FA- quedó plasmado el cambio en la dirección y los protagonistas encabezaron dos instancias de comunicación pública: una ante los asistentes al Plenario (que se reunió en régimen de semipresencialidad, o sea algunos delegados presentes y otros de manera virtual), y otra en la que Miranda y Ehrlich atendieron exclusivamente a la prensa.

A pesar de los abrazos y las declaraciones de afecto que abundaron entre quienes concurrieron al Plenario, la salida de Miranda de la conducción estuvo teñida de conflictos.

Ehrlich agradeció la confianza, pero no dejó de reconocer que su presidencia, aunque interina, transmite algunas señales que podrían interpretarse, tal vez, dislocadas de los tiempos que corren: “Soy un veterano, un varón cis (NdeR: lo contrario al transgénero) y de Montevideo. En un momento en que estamos buscando una transición, abrirnos al futuro, no soy una señal muy buena de cambio. Quería decirles eso porque a pesar de que uno piensa que ha aprendido mucho, siempre quedan cosas y se siguen descubriendo cosas”.

Para Ehrlich, algunos de los desafíos que se vienen para el Frente Amplio tienen que ver con los temas de género (“Es un tema de perspectiva, no de agenda”, dijo) y la tan mentada división entre Montevideo y el Interior (una de las razones, para algunos analistas, de la derrota electoral del FA), “solemos hablar de armar agendas para el interior y ya ahí estamos planteando mal el tema: no se trata del interior, sino de tener un proyecto para todo el país, integrado”, sostuvo.

Si para Ehrlich hablar del “interior” como algo específico y distinto al resto del país no es correcto, Miranda dijo en un momento de su último discurso como presidente del FA: “Quisimos darle un fuerte impulso al desarrollo del FA, en ese sentido un gran esfuerzo por integrar al interior del país”.

Miranda también sostuvo que haber “cumplido un ciclo (...) después de cinco años en el ejercicio de la presidencia de esta formidable fuerza política (...) Probablemente hubiese sido adecuado renovar las autoridades del Frente Amplio, pero las circunstancias políticas y sociales llevaron a que se prolongara en el tiempo”. Miranda se refería, entre otras cosas, a la postergación de la elección interna por el cambio de fecha de los comicios departamentales debido a la pandemia.

Además, acotó que también el proceso de recolección de firmas para plebiscitar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), hizo que estirara su estadía como presidente del FA, “a pedido de las compañeras y compañeros”.

De acuerdo a Miranda, el logro de haber conseguido cerca 800.000 firmas deja al Frente Amplio como un partido fortalecido, como “una fuerza política templada” para enfrentarse a la “restauración neoliberal” que encarna el actual gobierno de coalición multicolor.

Al ser consultado acerca de la autocrítica tras el resultado electoral, Miranda respondió que para saber su resultado habrá que esperar hasta octubre, cuando se realice el próximo congreso del Frente Amplio.

De todas maneras, afirmó que la izquierda y el progresismo tienen una vocación tanto de crítica como de autocrítica: “Eso hace que a veces discutamos mucho y tengamos momentos de tensión. Pero creo que el Frente Amplio tiene una enorme capacidad de llegar a acuerdos”.

Ricardo Ehrlich asume la coordinación del Frente Amplio. Foto: Estefanía Leal
Ricardo Ehrlich asume la coordinación del Frente Amplio. Foto: Estefanía Leal

Más allá de las internas, tanto Ehrlich como Miranda señalaron lo tonificante que resulta para el Frente Amplio encarar el futuro inmediato con el respaldo de las firmas recolectadas para someter a referéndum los 135 artículos de la LUC que se cuestionan.

Termina una etapa “oscura” en el FA

Felipe Carballo, diputado del Frente Amplio, tuvo duras palabras de evaluación de los cinco años de Javier Miranda como presidente de la fuerza política de izquierda. “Estamos 100 % a favor de Ricardo Ehrlich en la coordinación del Frente. Es un compañero que conoce la interna y el programa del FA, tiene una gran capacidad y tiene una labor muy importante por delante”, dijo primero para luego pronunciarse sobre la manera en la que Miranda condujo a la coalición política de la que es parte: “Con su salida, comenzamos a dar vuelta la página más oscura que ha tenido el Frente Amplio con la presidencia de Miranda. Entiendo que fue un presidente que realmente estuvo por fuera de todos los temas centrales y que dividió al Frente Amplio. Hasta el último momento estuvo maniobrando para que aquellos compañeros o compañeras que tuvieron una postura diferente sobre algunos de los temas pudieran hacer uso de la palabra. Miranda tendría que haberse ido varios meses atrás”.

Para Carballo, fueron varios temas los que estuvieron arriba de la mesa, entre ellos el de la paridad y añadió que toda la fuerza política tenía un gran trabajo por delante antes del congreso en octubre. “Nos parecía importante que diéramos una señal en el sentido de la paridad en esta etapa de transición y fue algo que planteamos en el Plenario: que una compañera acompañara a Ehrlich”.

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