Redacción El País
El 58% de los uruguayos aprueba la gestión del presidente Luis Lacalle Pou, mientras que el 15% no la aprueba ni desaprueba. Solo el 25% dice desaprobar su trabajo, mientras que el 2% no sabía o no contestó. Así lo marca una nueva encuesta de Equipos Consultores divulgada ayer -y que implicó un crecimiento de dos puntos porcentuales en la aprobación si se compara con la medición de esta consultora en diciembre-, a menos de dos meses de que el mandatario nacionalista entregue su banda al ganador del balotaje, el frenteamplista Yamandú Orsi.

El saldo neto -la aprobación menos la desaprobación- también tuvo un crecimiento respecto a diciembre: pasó de + 24 a + 33, un resultado que desde el retorno de la democracia solo fue superado por Tabaré Vázquez en su primera administración (2005-2010) y José Mujica (2010-2015).

Los hombres son quienes más aprueban el trabajo del presidente, siendo el 60% de estos, frente al 56% de las mujeres. En cuanto a quienes no aprueban ni desaprueban, ambos sexos coinciden en un 15%, mientras que el 23% de los varones desaprueba su gestión, al igual que el 27% de las mujeres. Un 1% en cada caso decidió no contestar.

Lacalle Pou es más valorado en el interior del país, que en la zona metropolitana. El 52% de los montevideanos aprueban su desempeño (mientras un 17% no aprueba ni desaprueba), al igual que 54% de los canarios (14% no aprueba ni desaprueba), pero en el resto de los departamentos un 67% se muestra a favor de lo que ha sido su administración del gobierno, mientras un 11% no se vuelca a favor ni en contra.

Cuanto más es la edad de los encuestados, más apoyo es el que consigue el presidente: entre los mayores de 65, el 65% aprueba su trabajo; entre los que tienen entre 50 y 64, esta cifra trepa al 63%; de 30 a 49 años el número es de 58%; y entre los que tienen 18 y 29 años, 48%.

En cuanto al nivel educativo de los encuestados, el presidente logra mayor apoyo entre quienes completaron primaria o menos, siendo el 70% de estos los que dicen aprobar su gestión. En los que llegan hasta tercero de secundaria este número baja al 54%, hasta sexto de secundaria sube a 58% y a nivel terciario vuelve a bajar, colocándose en el 51%.

Por otro lado, el estudio arrojó que entre quienes se colocan en nivel alto o medio alto, el 61% aprueba el trabajo del presidente. Lo mismo hacen 56% de quienes están en nivel medio, 59% de nivel medio bajo, y 55% de nivel bajo.

Como es de esperar, el mayor apoyo que logra el presidente Lacalle Pou es de aquellos que se definen como votantes del Partido Nacional. Entre quienes eligieron a los blancos en octubre de 2024, el 88% aprueba su gestión; muy cerca está el 85% de quienes eligieron a los colorados, que también expresaron su conformidad con el mandatario.

En “otros partidos”, entre los que están los restantes socios de la coalición gobernante, el apoyo es de 65%, mientras que Lacalle Pou también recoge el 39% de las adhesiones de quienes sufragaron en blanco o anularon su voto. Lo curioso es que el mandatario logre, también, el 29% de aceptación entre quienes eligieron al Frente Amplio en la última elección a nivel nacional.

Incluso, mientras el 90% de los que votaron en el balotaje de noviembre por Álvaro Delgado -exsecretario de la Presidencia en este período de gobierno- dicen aprobar la gestión del presidente y 9% dice que no la aprueba ni desaprueba. El 31% de los que votaron por Orsi respalda su trabajo, al tiempo que el 18% dice que no lo aprueba ni desaprueba.

A nivel ideológico, en tanto, el 89% que se autodefine de derecha aprueba la gestión de Lacalle Pou, al igual que el 83% de centro-derecha, 65% de centro, 27% de centro-izquierda y 20% de izquierda.

Con este nivel de aprobación, y tal como ya manejaban los principales dirigentes del Partido Nacional, Lacalle Pou redondeará un gobierno para retirarse con un capital político que ha llevado a los referentes de la Coalición Republicana -y también en el Frente Amplio- a razonar que probablemente el líder de los nacionalistas sea nuevamente candidato a presidente en 2029.

Ayer lunes fue consultado al respecto, y evitó responder bajo el argumento de que todavía está en funciones y que ese futuro es muy lejano. Sin embargo, sí respondió sobre su futuro próximo y despejó toda duda que pudiera quedar en filas del Partido Nacional.

Lacalle Pou afirmó así que no asumirá la banca en el Senado que obtuvo al liderar la mayoría de las listas a la cámara alta que presentaron los blancos en la elección del 27 de octubre, así como tampoco la conducción de los nacionalistas desde la presidencia del Directorio. “Me voy a dedicar a estar con la gente, que es lo que me gusta y me mueve, es mi vocación”, dijo este lunes en rueda de prensa desde el Hipódromo de Maroñas. “Me gusta estar a campo abierto”, remarcó.

Pero además se supo que, en cuanto deje el cargo, comenzará a trabajar en el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), actualmente dirigido y presidido por el economista Hernán Bonilla. Esto fue informado por Subrayado y confirmado por el País por allegados al mandatario.