Si la campaña electoral fuera un circuito de carrera, podemos decir que la competencia hacia el balotaje colocó a los finalistas definitivamente en la recta final —con las banderas a cuadros en el horizonte—, dejando atrás la última curva que tenía tan preocupados a los comandos de campaña de Álvaro Delgado y Yamandú Orsi. Esa última curva fue el debate de este domingo a la noche, que dejó varias conclusiones —a veces contradictorias— en cada uno de los comandos.

En términos generales, las valoraciones fueron similares. No se se generaron grandes sorpresas en ninguno de los dos comandos, que vieron un desenlace cercano al que imaginaban, alineado a los objetivos buscados.

El comando de Delgado analizó el desempeño de su presidenciable en la reunión semanal de este lunes, en la sede de Bulevar Artigas, y los comentarios fueron positivos —según reconstruyó El País—, aunque lamentaron que en las negociaciones con los encargados de la campaña de Orsi, previos a la realización de esta instancia, no se haya acordado un intercambio más dinámico y con interrupciones, lo que a su juicio hubiera favorecido más al oficialista.

En el comando de Orsi, mientras tanto, se evaluó de forma igualmente positiva el rendimiento de su postulante, entre otras cosas porque lo que expuso el candidato fue acorde a lo planificado, además de que —según afirman— las exposiciones de Delgado fueron las que el equipo frenteamplista esperaba. También señalaron que siempre el exsecretario de la Presidencia respondió, en cada tema, de la forma que ellos ya esperaban. Esto último fue el primer comentario que el entorno del postulante realizó ni bien terminó la instancia de este domingo, y también fue la conclusión del primer abordaje que Orsi y su entorno efectuaron este lunes.

El debate fue una "instancia cumplida" para Orsi; así al menos lo definen en su equipo. La intención del comando era que su candidato se apegara al libreto establecido en los días previos, y que no "entrara" en las "provocaciones" de Delgado, que podían hacerlo perder el hilo conductor de su mensaje, que se centró más que nada en la enumeración de propuestas. Eso justamente quedó reflejado, indican, en que mientras Orsi apostó a lo programático, Delgado se movió más en un "eje confrontativo", apelando constantemente a hablar del Frente Amplio y su programa.

De todas formas, en la oposición persisten dudas sobre el efecto que el debate pueda haber tenido en el electorado. El jefe de campaña, el senador Alejandro Sánchez, insistió este lunes en un concepto que ya había manejado días atrás cuando fue entrevistado por El País: señaló en diálogo con Canal 12 que un debate "no mueve la aguja" y en que Orsi "demostró que está preparado para gobernar".

Por el lado de Delgado quedan las mismas dudas sobre el efecto que pudo —o puede— tener el debate en los electores, pero igualmente valoran que, a su juicio, el candidato mostró un "talante presidencial" sustentado en la demostración de "conocimientos de gestión" del Poder Ejecutivo que contrastaron con Orsi, cuyas referencias a su capacidad de administrador fueron sobre su pasado en la Intendencia de Canelones —que gobernó en dos períodos consecutivos.

En lo visual, el equipo técnico de Delgado entiende que también se logró un contraste —de estilos en este caso, al aparecer Orsi más "acartonado" y Delgado algo más "suelto". Y señalando que mientras el frenteamplista se apoyó en textos escritos, Delgado solo tenía de apoyo en su estrado "datos y palabras claves".

Ambos candidatos harán sus cierres de campaña este miércoles —Delgado en Montevideo y Orsi en Las Piedras (Canelones)—, aunque las apuestas para este último mojón son diferentes.

Por ejemplo, Orsi —que hablará en la noche desde un escenario instalado sobre el Bulevar del Bicentenario de la ciudad canaria— tiene planificado realizar un "acto corto", ya que la prioridad seguirá estando en las recorridas "puerta a puerta" por todo el país que su fuerza política viene desarrollando junto con senadores y dirigentes.

En el equipo de Delgado, mientras tanto, se cambió este lunes la ubicación del acto final —iba a hacerse en la Plaza de la Bandera y ahora se corrió unos metros hacia el sur y se montará en el Obelisco—, y ven en esta instancia una última oportunidad y por eso hay dirigentes que están organizando la logística de transporte para rodear de militantes el estrado.

Eso sí, el objetivo crucial es apuntar a los indecisos —que son los que terminarán definiendo esta elección, como lo saben todos— y por eso para el armado del escenario en el comando de Delgado cuidaron hasta el detalle de cortar el tránsito lo menos posible —estará obstruida solamente la calle Morquio, de mucho menor flujo que Bulevar Artigas o Lord Ponsonby—, razón también por la cual descartaron otras locaciones, como por ejemplo la Plaza Varela —en donde la coalición hizo su acto el 27 de octubre.