Redacción El País
Daniel Radío, secretario general de la Secretaría Nacional de Drogas, volvió a defender este jueves la regulación del cannabis que se inició hace más de 10 años y expresó también su opinión respecto a cuál debería ser la próxima sustancia prohibida en legalizarse.
En primer lugar, pidió desmitificar que la regulación de la marihuana haya tenido un efecto de aumento en el consumo de esta droga, y aseguró que el cannabis no es la puerta de ingreso a otras sustancias, como suele argumentarse.
"El cannabis no es la puerta de entrada a ninguna otra droga, no lo digamos más. Si el cannabis fuera la puerta de entrada a otras drogas, quiere decir que todos los que consumen cannabis entrarían a otras drogas, y no entran todos", dijo en entrevista con el programa Arriba Gente (Canal 10).
Además, pidió hacer el razonamiento invertido: "Todos los que consumieron pasta base antes fumaron marihuana, eso es verdad, y también tomaron la teta de la mamá, y yo no digo que tomar la teta de la mamá te conduce a fumar pasta base".
"Pensemos cuántos usuarios de marihuana terminan fumando pasta base, y son la ínfima minoría, pero la infimísima minoría. Y también tomaron Coca-Cola antes", añadió.
Además aludió a "otra mentira que se dice" en torno al cannabis, la de que la regulación llevó a un aumento del consumo. "Lo que la historia demuestra es que los grandes aumentos de consumo se produjeron durante la prohibición y no durante la regulación", expresó.
"¿En Uruguay aumentó el consumo desde que está la regulación?", se preguntó y se respondió a sí mismo: "Eso es mitad verdad y mitad mentira porque no aumentó durante la regulación, aumentó siempre, antes también aumentaba". También alegó que el aumento del consumo de marihuana se ha dado en otros países, como los vecinos, donde no se reguló como en Uruguay.
En este sentido, dijo que el prohibicionismo ha sido causante de la mayor adicción a las drogas: "En Estados Unidos en 1971 había 3 millones de usuarios de cocaína, Richard Nixon le declaró la guerra a las drogas y en 1976 había 35 millones de usuarios de cocaína. Se multiplicó por 12".
"Y si no estuviera la prohibición, todos esos recursos que destinamos a combatir el narcotráfico los podríamos utilizar para educarnos, investigar y tratar a los pacientes", dijo y ejemplificó con otro caso internacional: "En México desde 2006 a 2012 el gobierno gastó US$ 39.000 millones en combatir el narcotráfico; construyó un hospital que salió US$ 40 millones, o sea, podría haber hecho mil hospitales con la plata que se gastó en combatir el narcotráfico".
Para Radío, el prohibicionismo implica "regalarle el negocio más lucrativo en la historia de la humanidad al crimen organizado".
Eliminación del registro para comprar cannabis en farmacias
Radío defendió la idea de eliminar el registro necesario para comprar marihuana en farmacias, para lo cual trabaja en un proyecto de ley que espera que se presente al Parlamento este año. La idea principal es que el Estado no debe "inmiscuirse" en lo que la gente consume, "pero además hay una incongruencia muy grande, en Uruguay uno puede tomar alcohol hasta desmayarse y nadie le pregunta cómo se llama, sin embargo para comprar cannabis hay que dejar el número de cédula".
Además, opinó cuál debería ser el próximo paso en la regulación de las drogas, y apuntó que habría que incursionar en la legalización de sustancias psicodélicas como la psilocibina, que habitualmente se consume mediante la ingesta de hongos.
"En Chile ya empezaron a investigar con alguna sustancia psicodélica como la psilocibina, que se obtiene a partir de unos hongos", dijo y agregó que podría utilizarse "para el tratamiento de la depresión y de algunas adicciones, con bastantes buenos resultados".
Lamentó que habitualmente "el prohibicionismo nos roba estas posibilidades" de investigar los beneficios de algunas drogas, y luego pidió: "Reenganchemos la humanidad con las ideas de la Ilustración. Abandonemos la caza de brujas y el oscurantismo, no seamos medievales".