Redacción El País
Se realizó este jueves en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativoel acto por el que el Estado Uruguayo reconoció su responsabilidad y participación en los homicidios de las “Muchachas de Abril”, las tres jóvenes muertas durante un operativo de las Fuerzas Conjuntas en 1974, en dictadura. Durante la parte oratoria hubo críticas y abucheos al presidente Luis Lacalle Pou por no estar presente en el acto.
Las llamadas "muchachas de abril" son Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik, que tenían entre 19 y 21 años al momento de sus muertes. El reconocimiento se realizó en cumplimiento de una sentencia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió contra el Estado uruguayo a fines de 2021 y fue encabezado por la vicepresidenta Beatriz Argimón.
Además de la responsabilidad en los hechos,la condena está referida además a la “falta de diligencia investigativa” del Estado para esclarecer estos crímenes, así como las desapariciones forzadas de Luis Eduardo González y Oscar Tassino.
La realización del acto no estuvo ajena a la polémica en la previa. La sentencia considera que el Poder Ejecutivo debe asumir como tal la representación de esa responsabilidad y encabezar el acto. Ese papel lo tuvo Argimón, acompañada por el canciller interino, Nicolás Albertoni. La ausencia del primer mandatario generó la molestia de la organización Madres y Familiares de Detenidos de Desaparecidos.
Según Argimón, hace un mes Lacalle Pou le "transmitió su voluntad" de que, en su calidad de viceperesidenta, fuera ella la que encabezara la asunción de responsabilidad. La presidenta de la Asamblea General recordó que la condena de la Corte estipulaba que ese acto debía ser llevado a cabo por "altas autoridades nacionales".
"Fiel a lo que se establece que se debe hacer, en nombre del Estado reconocemos que el Estado es responsable por la violación al derecho a la personalidad jurídica, a la vida y la integridad y libertad personal" de las víctimas del caso, subrayó. También por la falta de garantías y la ausencia de protección judicial hacia ellas, así como la violación al derecho de sus familiares a saber la verdad.
En una breve intervención, la vicepresidenta relató los alcances de la sentencia de la CIDH, los derechos y la normativa que el Estado vulneró. También señaló las acciones que a nivel estatal se llevaron a cabo para su cumplimiento. Entre ellas, destacó el "fortalecimiento" de las capacidades de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad, junto a la "capacitación" y "sensibilización" de las Fuerzas Armadas en temas vinculados a los derechos humanos. El relato incluyó la mención a los pagos por indemnizaciones que el Estado lleva efectuados a las víctimas.
En nombre del Estado, Argimón se comprometió a cumplir con otra parte de la sentencia, que indica la obligación de determinar el destino de Tassino y de González, así como la de investigar, sancionar y reparar adecuadamente todas las violaciones a los derechos humanos vinculadas a estos casos.
Con el Salón de los Pasos Perdidos colmado, cientos de personas se concentraron en la explanada del Palacio Legislativo para seguir el acto. "Lamentamos la ausencia del señor presidente Luis Lacalle Pou" dijo Karina Tassino, hija de Oscar, al hablar en representación de las familias de las víctimas. Sus comentarios generaron un cerrado aplauso y nutridos silbidos hacia la actitud del presidente.
Tassino recordó que los familiares le habían propuesto fijar la fecha del acto según la disponibilidad de su agenda, ya que consideraban fundamental la presencia de Lacalle en su carácter de supremo comandante de las Fuerzas Armadas en relación al cumplimiento efectivo de la sentencia.
Con la voz entrecortada por la emoción, la mujer recordó a todos los que lucharon por conocer la verdad, y a todos los que fueron sin conocerla. "El Estado violó nuestros derechos", afirmó. "El terrorismo de Estado afectó a toda la sociedad", indicó.
Tassino, cuyo padre -un militante del Partido Comunista- desapareció en 1977, cuando tenía 40 años, se refirió al reciente hallazgo de restos óseos en el Batallón 14 del Ejército: "Me pregunto: ¿Sos vos, papá?". La hija de Tassino, cuyo último destino conocido fue el centro de detención La Tablada, relató las seis veces que ya le tocó entrar a predios militares al detectarse la presencia de restos. "¿Cuánto más se repetirá"?, volvió a interrogarse.
"Con las tripas decimos: los vamos a encontrar a todos. Por memoria y justicia, nunca más", pidió al concluir. Otro aplauso cerrado despidió su intervención, que se convirtió en gritos y silbidos cuando Argimón volvió a tomar la palabra para hacer un pedido antes que el público se retirara. La vicepresidenta exhortó a que cualquier persona que cuente con información sobre el paradero de los detenidos desaparecidos, la aporte.
Un "episodio bochornoso"
Este miércoles el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, adelantó que no participaría del acto y explicó por qué. En entrevista con Radio Oriental, opinó que se trata de un “relato que se quiere imponer “ que a su entender "no se ajusta a la realidad de los hechos”. Estos, agregó, “claramente, no ocurrieron de la manera en que se presentan ante la opinión pública y son repetidos hasta el cansancio".
La tesis de los cabildantes es que Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik no fueron asesinadas, sino que murieron en un enfrentamiento armado, en el que las jóvenes abrieron fuego y en el que incluso resultó muerto un oficial militar, Julio Gutiérrez. Se dijo incluso que contaban con granadas. Es una tesis que ha sido expuesta varias veces desde esas filas políticas. La última incluso durante un homenaje que se les tributó a las muchachas en abril de este año en la Cámara de Diputados.
Por este caso, la Suprema Corte de Justicia ratificó en abril el procesamiento del excomandante en Jefe del Ejército, Juan Modesto Rebollo. En la causa también había sido procesados en su momento José Nino Gavazzo y Eduardo Klastornick.